La portada occidental de la iglesia de Santiago de Carrión de los Condes es obra del conocido como maestro de Carrión de los Condes y se ejecutó entre 1160 y 1170. Es uno de los conjuntos escultóricos más importantes del románico español. Consta de dos elementos destacados: la puerta de acceso y el friso sobre esta que recorre toda la fachada.
La
puerta de acceso a la iglesia de Santiago de Carrión de los Condes ocupa el
centro de la fachada occidental, es de medio punto y presenta tres arquivoltas.
La primera y tercera arquivoltas son lisas y descansan sobre una moldura horizontal decorada con motivos vegetales, este cierra el perímetro de la arquivolta exterior.
La arquivolta intermedia descansa sobre dos columnas de fuste decorado con motivos geométricos en zig-zag y ángeles en bajorrelieve. Los capiteles están decorados con el tema de la muerte; en una escena del capitel izquierdo aparece un león que se dispone a devorar a un difunto y en la otra su alma aparece en el infierno; en una escena del capitel derecho unas fieras se disponen a devorar a un hombre desnudo y falto de fuerzas y en la otra un judío introduce en un sarcófago el cuerpo del difunto. La arquivolta central cuenta con 24 dovelas decoradas con 22 figuras; a los extremos sendos leones; el resto son figuras antropomórficas, que representan algunos de los oficios medievales más característicos, reconociéndose varias figuras relacionadas con la acuñación de monedas, un escriba, un monje, un músico, un juez, un zapatero, un herrero, un juglar, una bailarina y un sastre.
Una
moldura decorada con el característico taqueado jaqués recorre la portada de un
extremo al otro, separando la puerta de acceso y el friso superior.
El friso está compuesto por altorrelieves; en el centro el Pantocrátor y el Tetramorfos; a cada lado seis apóstoles, separados por columnas y cobijados bajo arcos trilobulados y estructuras torreadas. El Pantocrátor aparece sedente dentro de una mandorla mística festoneada y decorada con motivos florales, con la mano derecha, perdida, estaría bendiciendo y con la izquierda sostiene el libro de las Escrituras, viste una túnica que ofrece pliegues angulosos. El Tetramorfos se dispone de izquierda a derecha y de arriba debajo de la siguiente manera, el ángel representando a san Mateo, el águila a san Juan, el león a san Marcos y el buey a san Lucas.
La portada occidental de la iglesia de Santiago de Carrión de los Condes debe su trascendencia a ser uno de los conjuntos escultóricos más señeros de la escultura románica española. Es así por desarrollar algunos de los temas principales de la iconografía religiosa del momento –el Pantocrátor ocupa el centro del friso superior, está rodeado por el Tetramorfos y flanqueado por los apóstoles– en perspectiva jerárquica y tomando como eje de simetría la figura principal, la del Pantocrátor; además, en la segunda arquivolta de la puerta de acceso se desarrolla de manera muy completa la diversidad profesional de Carrión de los Condes en la segunda mitad del siglo XII. Otras características son el hieratismo y la inexpresividad.
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