viernes, 28 de septiembre de 2018

13 Rue del Percebe, de Francisco Ibáñez

Francisco Ibáñez (Barcelona, 1936) es historietista y dibujante de cómic. Pertenece a la segunda generación de la Escuela Bruguera o generación del 57. Popularizó el cómic a la vez que lo elevó a la categoría de obra de arte. Entre sus creaciones más conocidas hay que citar Mortadelo y Filemón (1958), 13, Rue del Percebe (1961), El botones Sacarino (1963) y Rompetechos (1964). En 1994 recibió el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona por toda su obra y en 2001 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

13, Rue del Percebe es una historieta en cómic creada por Francisco Ibáñez en 1961. Se publicó en la revista Tío Vivo de la Editorial Bruguera. En distintas épocas colaboraron como guionistas y dibujantes Joan Bernet Toledano y Juan Martínez Osete. Su publicación se prolongó hasta 1984, si bien en el recopilatorio Súper Humor de 2002 Ibáñez añadió una nueva y última historieta.

Francisco Ibáñez es el creador 13, Rue del Percebe, uno de los clásicos del cómic español.


En 13, Rue del Percebe se narra la vida de los personajes que habitan un bloque de apartamentos al que se le ha despojado de la fachada para poder ver el interior de las viviendas. Se presenta en una macroviñeta que ocupa una página de tebeo o libro; a su vez se divide en viñetas independientes, cada una dedicada a un personaje de la comunidad de vecinos. Las viñetas se pueden leer en el orden que el lector desee.

Los personajes que aparecen son fijos. En la azotea viven Manolo, un moroso profesional acosado por sus acreedores a los que evita de mil maneras, y un ratón que hace la vida imposible a un gato; en la tercera planta Ceferino Raffles, un ladrón de poca monta que sólo es capaz de robar cosas inútiles, y doña Benita, una madre de seis hijos, a cual más travieso; en la segunda planta una anciana que recoge animales de la calle y los adopta como mascota, y un científico loco creador de monstruos, que en 1964 fue sustituido por culpa de la censura, por un sastre que siempre confeccionaba mal la ropa que le encargaban los clientes; en la primera planta un veterinario incompetente, y Leonor, la dueña de una pensión siempre hacinada; la planta baja está ocupada por la tienda de ultramarinos de don Senén, un tendero desconfiado que intenta engañar a su clientela siempre que puede, y por la portera de la comunidad, una cotilla incorregible; por último, también son “personajes” de la comunidad el ascensor, que las  más de las veces está averiado o en reparación, y una araña en mitad de la escalera. Fuera del edificio don Hurón vive de alquiler en una alcantarilla. Además, de forma esporádica, visitan el edificio otros personajes, protagonistas de otras historietas creadas por Ibáñez, caso de Mortadelo, Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio.

Secuelas de 13, Rue del Percebe firmadas por Francisco Ibáñez son 7, Rebolling Street, para la Editorial Grijalbo, que la publicó en la revista Guai! desde 1985 a 1987, y para Ediciones B hasta 1990; y 84, Rue Bailén, publicada en 1996 en El Periódico de Catalunya.

13, Rue del Percebe ha pasado a la historia del cómic español por su originalidad, cada viñeta es un gag independiente de los demás; presencia en las librerías, se publicó de manera ininterrumpida durante 23 años, entre 1961 y 1984; y la valoración positiva por parte del público de varias generaciones y por coleccionistas aun después de ponerse fin a la historieta y por ser obra de Francisco Ibáñez, el historietista y dibujante de cómic español más popular y reconocido.


viernes, 21 de septiembre de 2018

Museo del Prado, edificio Villanueva, de Juan de Villanueva

Juan de Villanueva (Madrid, 1739-1811) se formó como arquitecto en Roma entre 1758 y 1765, donde estuvo pensionado. Sus edificios son de estilo neoclásico. Sus mejores obras se encuentran en Madrid: el Museo del Prado (1785), el Oratorio de Caballero de Gracia (1789) y el Observatorio astronómico (1790); además, reconstruyó la Plaza Mayor (1791). Fue arquitecto mayor del rey desde 1781.

El Museo del Prado es la obra más importante de las realizadas por Juan de Villanueva y se ha convertido en icono de Madrid y de la arquitectura neoclásica.


En 1784 Carlos III encargó a Juan de Villanueva un edificio para acoger el Gabinete de Historia Natural, luego Museo de Ciencias Naturales. El edificio culminaría el proyecto urbanístico conocido como Salón del Prado.

El edifico se inició en 1785. El ritmo de construcción fue rápido durante el gobierno de Floridablanca (1787-1792), luego las obras se ralentizaron; durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) las tropas francesas utilizaron el edificio como cuartel y fábrica de balas; después de la guerra Fernando VII y su esposa Isabel de Braganza dieron un nuevo impulso a las obras, que las dirigió Antonio López Aguado, discípulo de Juan de Villanueva. En 1819 las obras concluyeron y el edificio se inauguró como Museo Real de Pinturas para exponer las mejores de las Colecciones Reales, trasladadas desde los Sitios Reales.

El edificio es de estilo neoclásico. En su construcción se utilizaron piedra blanca, granito y ladrillo fino. Las proporciones y los volúmenes guardan un equilibrio modélico.

El edificio está formado por un cuerpo central de planta rectangular terminado en ábside; desde los laterales parten dos galerías alargadas, que finalizan en dos pabellones cuadrados. Las dimensiones son de 202 x 36 metros.

El Museo del Prado se articula en planta a partir de un cuerpo central rectangular cerrado en ábside.


Del cuerpo central destaca su pórtico de acceso o puerta de Velázquez, que se adelanta al resto del conjunto. Cuenta con seis columnas toscanas de orden gigante, entablamento, cornisa y ático rectangular. El ático acoge un friso escultórico alegórico de Fernando VII como protector de las ciencias, las artes y la técnica, obra de Ramón Barba. El ábside posterior es obra de Narciso Pascual Colomer, realizado en 1853.

Las galerías laterales tenían en origen dos plantas. En la inferior se alternan ventanales alargados terminados en arco de medio punto con hornacinas que acogen esculturas; la segunda es una galería de columnas jónicas. En el interior, la techumbre es abovedada. Existe una tercera planta retranqueada, obra posterior.

 La puerta de Goya es de estilo jónico.


La fachada norte o puerta de Goya presenta un pórtico con dos columnas jónicas y entablamento liso; se accede mediante una escalinata, obra de Francisco Jarreño en 1882. El interior se organiza en torno a una rotonda que ofrece ocho columnas jónicas y bóveda casetonada.

La fachada sur o puerta de Murillo presenta un vano adintelado, una galería de seis columnas corintias y un entablamento. En el interior aparecen tres espacios rectangulares, el central de doble anchura que los laterales.

La puerta de Murillo es de estilo corintio.


El Museo del Prado, edificio Villanueva, es la primera pinacoteca del mundo, uno de los iconos de Madrid y de la arquitectura neoclásica y ha dado a Juan de Villanueva un reconocimiento universal.

El Museo del Prado, edificio Villanueva, fue declarado Monumento Nacional en 1962.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Museo de Pontevedra

El Museo de Pontevedra fue creado por la Diputación Provincial en 1927 y abrió al público en 1929.

El retablo de san Martín, del maestro del Villarroya, es del siglo XV.


Reúne más de 16.000 piezas organizadas en nueve secciones:

  • Prehistoria y Antigüedad. Compuesta por tres colecciones arqueológicas, las de epigrafía romana, orfebrería antigua y metalurgia prehistórica. De la primera destacan los miliarios romanos, las inscripciones votivas y funerarias y las estelas antropomórficas. De la segunda el Tesoro de Golada y el Tesoro de Caldas. De la tercera el Depósito de Monte das Cabras, del III milenio a. C.
  • Numismática. Se muestran piezas griegas, romanas, bizantinas, árabes y monedas españolas desde la Edad Media hasta la aparición de la peseta en 1868. Llama la atención un dinero de Alfonso VI, de finales del siglo XI, acuñado en la ceca de Santiago de Compostela por concesión regia al obispo Gelmírez para la construcción de la catedral.
  • Edad Media. De la escultura prerrománica destacan las laudes pétreas de tipo estola y los capiteles visigodos; de la escultura románica hay que citar la colección de capiteles de Bermés y el tímpano de la iglesia de San Juan de Palmou, ambos del siglo XII, y el tímpano de la iglesia de San Martín de Moaña, del siglo XIII; y de la escultura gótica destaca la portada de la iglesia de San Bartolomé de Pontevedra, el tímpano de la iglesia de Santa María de Vigo y el sepulcro de Gómez de Sotomayor. En cuanto a la pintura destaca la hecha sobre tabla, cabe citar retablo de san Martín, del maestro de Villarroya, del siglo XV.
  • Del Renacimiento al Neoclasicismo. De la pintura del siglo XVI hay que mencionar La muerte de san Bernardo, de Juan Correa de Vivar, y La flagelación de Cristo, de Diego Polo, y del siglo XVII Taza de agua y rosa en plato de plata, de Pedro de Camprobín, y Cesta de dulces, de Juan van der Hamen. En cuanto a la escultura, la mayoría de las piezas son anónimas, pero también las hay de artistas reconocidos, cabe citar Presentación de la niña María en el templo, de José Ferreiro, del siglo XVIII. La colección de estampas y grabados está compuesta por tacos de madera, planchas de cobre y cinc, la mayoría de tema religioso. Además, hay primeras ediciones de las series de los grabados de Goya Caprichos, Desastres de la guerra, Proverbios y Tauromaquia.

 
Juan van der Hamen pintó Cesta de dulces en el siglo XVIII.
  
  • Siglo XIX. De entre las pinturas del siglo XIX hay que citar Paisaje con río, castillo y escena de pescadores, de Jenaro Pérez Villamil, Paisaje con figuras, de Ramón Casas, y Paisaje de Lugo, de Alfredo Souto. De la escultura hay que mencionar Padre Feijóo, de Isidoro Brocos. Del grabado la pieza Idylle, de Mariano Fortuny.
  • Siglo XX. De la pintura del siglo XX están representados los movimientos regionalista, costumbrista, novecentista, los renovadores del arte gallego, la neofiguración, la abstracción geométrica y el neoexpresionismo. Hay que citar Ciego e hija, de Alfonso Rodríguez Castelao, Maternidad, de Pedro Bueno, La frutera, de María Antonia Dans, y De par en par, de Guillermo A. Monroy.

 
Ciego e hija (1929) es obra de Alfonso Rodríguez Castelao.
  
  • Artes decorativas. Esta sección muestra piezas de armas blancas, azabaches, abanicos –desde el siglo XVIII al XX–, marfiles, vidrio, cerámica –destacan la de Sargadelos y Pontecesures–, muebles, joyas, y orfebrería religiosa y civil –desde el siglo XIII al XX, destacando la colección de plata de Gonzalo Fernández de la Mora.
  • Fondos etnográficos. Esta sección muestra piezas de alfarería popular, cocina, herrería, lino y lana, mareantes y artes de pesca, música popular, religiosidad popular y cruceiros de cantería.
  • Salas navales. Algunos de los fondos expuestos pertenecen a la Escuela Naval Militar de Marín y al Museo Naval de Madrid. Los fondos se exhiben en cuatro salas, la de los orígenes de la Marina, de marinos y navegantes, la Méndez Núñez y Cámara de la Numancia.

 
De par en par (1981) es obra de Guillermo A. Monroy.


Además, el Museo de Pontevedra cuenta con un archivo documental, que atesora documentos desde el siglo XII al XX, un archivo gráfico con más de 200.000 documentos y una biblioteca con más de 150.000 registros.