Damián Forment (Valencia,
1480-Santo Domingo de la Calzada, 1540) se formó como escultor en el taller de
su padre. Llegó a ser el escultor de retablos más importante durante la
primera mitad del siglo XVI. Sus obras más destacadas son el retablo
mayor de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza
(1509-1518), el retablo mayor del Real monasterio
de Santa María de Poblet (1527-1529) y el retablo mayor de la catedral de Santa María de Huesca (1520-1534).
El retablo
mayor de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza se inició en
1509 y se finalizó en 1518. Se realizó por encargo del cabildo de Santa María
del Pilar. En su financiación también participaron el rey Fernando el Católico, su esposa Germina de Foix y Beatriz de Lanuza, virreina de Sicilia.
Damián Forment diseñó el retablo y
realizó la mayor parte del mismo. Pero también participaron Francisco de Troya,
Juan de Salas, Miguel de Arube y Pedro de Aponte, que se encargó de la
policromía.
Está realizado en alabastro, policromado
en su parte inferior. Las esculturas son de hechura renacentista, en
altorrelieve y de bulto redondo, pero la estructura del retablo es gótica.
El tema central del retablo es la
Asunción de la Virgen.
Damián Forment: Retablo mayor de la basílica de Nuestra
Señora del Pilar, 1509-1518.
Estilo:
Renacimiento.
Técnica:
Alabastro policromado.
Temática:
Religiosa.
Basílica de
Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza, España.
La parte inferior del retablo se realizó
entre 1509 y 1512. El sotabanco se divide en siete espacios separados por
pequeñas columnas corintias; están ocupados por otros tantos relieves. En el
tercer y quinto espacios se reconocen los relieves de Damián Forment y su
esposa Jerónima Alboreda. El banco está ocupado por siete relieves dedicados a
los gozos de la Virgen; de izquierda a derecha: san Joaquín y santa Ana ante la
puerta dorada, la Anunciación, la Visitación de la Virgen a santa Isabel, la
Adoración de los pastores al Niño recién nacido, la Adoración de los Reyes
Magos, la Piedad y la Resurrección. Los relieves están coronados por conchas y
separados por columnas que soportan doseles ojivales góticos. En los extremos
del sotabanco y banco y cobijadas en unas hornacinas las esculturas de Santiago
apóstol, a la izquierda, y de san Braulio, obispo de Zaragoza, a la derecha.
La parte superior del retablo se
organiza a modo de tríptico. En el centro la Asunción de la Virgen: María
aparece rezando, con las manos unidas y mirando al cielo; rodean a la Virgen ángeles
y el apóstol Santiago; sobre ella un expositor de forma ovalada rodeado de una
línea de cabezas de querubines y ángeles músicos; y en la parte superior, Dios
Padre y el Espíritu Santo en forma de paloma. A la derecha se representa el
Nacimiento de la Virgen: santa Ana aparece sentada en el lecho y otra mujer
atiende a la niña recién nacida. A la izquierda la Presentación de Jesús en el
templo. Las tres escenas están rematadas por doseles y filigranas góticas.
El retablo está enmarcado por un
guardapolvo en el que se cuentan seis ángeles, los dos de la parte superior
sostienen el escudo capitular de la basílica del Pilar. Es obra de Miguel de
Arube.
La importancia del retablo mayor de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de
Zaragoza radica en ser un retablo de transición del estilo gótico al renacentista; es
gótico en su estructura y renacentista en el tratamiento dado a las esculturas.