Juan Guas (San Pol-de-Léon,
Francia, 1430-Toledo, España, 1496) se formó como arquitecto a la sombra de su
padre. Está documentada su presencia en España desde 1448. Trabajó en la
construcción de las catedrales del Salvador de Ávila, Santa María de Segovia y
Santa María de Toledo. Entre sus grades obras hay que citar el monasterio
de San Juan de los Reyes (1477) y el palacio de los duques del
Infantado (1480).
El
monasterio de San Juan de los Reyes es de estilo gótico isabelino.
Isabel la
Católica mandó construir en 1477 el monasterio de San Juan de los Reyes en
Toledo para conmemorar su victoria en la batalla de Toro (1476) sobre Alfonso V
de Portugal durante la guerra civil con Juana la Beltraneja por el trono de
Castilla. Isabel la Católica cedió el monasterio a la Orden de San Francisco de
la Observancia. El monasterio habría de ser panteón real, pero los Reyes
Católicos decidieron enterrarse en Granada tras ser reconquistada en 1492.
Juan Guas
murió en 1496 sin haber terminado de construir el monasterio de San Juan de los
Reyes. Luis Aguirre, García Pérez de Roxas, Enrique Egas y Antón Egas
terminaron las obras en 1505. Egas Cueman se encargó de la decoración
escultórica.
En
la decoración del interior de la iglesia del monasterio de San Juan de los
Reyes se reconoce el escudo de los Reyes Católicos sostenido por el águila de
san Juan.
La iglesia es
de una sola nave que se estructura en cuatro tramos, crucero y capilla mayor.
Sobre el primer tramo se asienta el coro; a la nave asoman capillas laterales
entre los contrafuertes; el crucero no sobresale en planta y está cubierto con
un cimborrio octogonal sobre trompas; la capilla mayor es pentagonal, está
elevada sobre unas gradas y tiene la misma altura que la nave. Todos los
espacios están cubiertos con bóvedas estrelladas.
Se accede a
través del hastial norte, a los pies de la iglesia, único acceso hasta que se
abrió la portada oeste en una de las capillas laterales.
La luz llega
al interior a través de las vidrieras laterales y del cimborrio.
En el interior
de la iglesia la decoración es variada en sus motivos: heráldico, con el escudo
de los Reyes Católicos sostenido por el águila de san Juan (aquellos que no
llevan la granada son anteriores a 1492), además de las letras F e Y,
de Fernando e Isabel, reyes de Aragón y de Castilla; epigráfica, de carácter
conmemorativo; figurativo, con imágenes de santos y de personajes relevantes de
la sociedad toledana de la época; vegetal, con hojas de vid; y el retablo de la
capilla mayor.
El exterior de
la iglesia es austero. Está decorado con cadenas colgantes en homenaje a los
cristianos rescatados de las cárceles musulmanas del norte de África, escudos
de los Reyes Católicos, yugos y flechas y estatuas de ángeles y santos.
El
exterior del monasterio de San Juan de los Reyes es austero en decoración. El
muro exterior del cimborrio de la iglesia está decorado con las cadenas de los
cristianos liberados de las cárceles musulmanas del norte de África.
El claustro es
de planta cuadrada, tiene siete tramos en cada lado y dos pisos.
La crujía baja
se abre al jardín a través de arcos apuntados decorados con filigranas góticas;
está cubierta con bóvedas de terceletes en las esquinas y las demás con bóveda de
crucería de tipo alemán, sin clave central. Los pilares que sostienen las
bóvedas y ventanales constan de núcleo cilíndrico con molduras, pedestal e
imagen bajo dosel prismático; a cada pilar la corresponde un contrafuerte en el
jardín.
La crujía alta
se abre al jardín a través de arcos conopiales mixtilíneos y antepecho de
balaustres. La cubierta es un artesonado mudéjar policromado decorado con
motivos geométricos.
La decoración claustral es diversa: zoomórfica, personajes bíblicos y
santos, pero destacan los relacionados con los Reyes Católicos, el yugo y las
flechas, el lema Tanto monta y los
leones, símbolo de la monarquía y protectores del paraíso cristiano.
El
claustro del monasterio de San Juan de los Reyes tiene dos pisos; en el primero
los arcos son apuntados y en el segundo conopiales mixtilíneos. Uno de los
balaustres del piso superior está decorado con el escudo de los Reyes Católicos
con el águila de san Juan, el yugo y las flechas.
El monasterio
de San Juan de los Reyes conoció actuaciones posteriores: la escalera de acceso
a la crujía alta del claustro debió hacerse entre 1526 y 1534, obra con
seguridad de Alonso de Covarrubias; la portada principal del convento llevada a
cabo entre 1526 y 1609 por Juan Bautista Monegro; y la restauración general
terminada en 1926 que sirvió para reparar el daño perpetrado por las tropas
napoleónicas y abandono tras la exclaustración debida a la desamortización de
Mendizábal de 1836.
El monasterio
de San Juan de los Reyes debe su relevancia artística e histórica a dos
motivos: es el mejor ejemplo de gótico isabelino y en su decoración muestra el
programa político y religiosos de los Reyes Católicos.
El monasterio de San Juan de los Reyes fue declarado Monumento
Histórico-artístico en 1926.