La iglesia de San Pedro de Nora es de estilo prerrománico asturiano, de la etapa prerramiriense, construida durante el reinado de Alfonso II el Casto (791-842). Se atribuye la autoría a Tioda. Alfonso III el Magno (866-910) y su esposa Jimena donaron la iglesia a la catedral de San Salvador de Oviedo. Alejandro Ferrant inició una primera restauración en 1935, la iglesia fue incendiada en 1936, al inicio de la Guerra Civil, por tropas del Frente Popular. Luis Menéndez Pidal dirigió la restauración entre 1952 y 1964, criticándosele la construcción de la torre campanario, y durante los años noventa se llevaron a término excavaciones arqueológicos para estudiar las capillas laterales desaparecidas.
La
iglesia de San Pedro de Nora presenta una planta basilical de tres naves de
cuatro tramos, ofreciendo la central una anchura doble a las laterales; los
tramos vienen marcados por pilares de planta cuadrada, que soportan arcos de
medio punto peraltados; la cabecera presenta un ábside por cada nave, son de
planta rectangular, siendo el central de anchura doble a los laterales y
comunicándose a través de un arco de medio punto; la cabecera cuenta con
contrafuertes; la iglesia presenta a los pies un vestíbulo de planta
cuadrada. Se han perdido sendas capillas que aparecían adosadas a los muros
norte y sur, de las que solo se conservan los arranques. Tampoco se han
conservado las dos cámaras que se situaban a ambos lados del vestíbulo de
acceso a la iglesia.
Se
accede al vestíbulo de la iglesia de San Pedro de Nora a través de un arco de
medio punto peraltado con dovelas de ladrillo; los pilares que sostienen el
arco son monolíticos y de planta rectangular; sobre el arco se abre un óculo
con fábrica de ladrillo. Los muros son macizos, reforzados con seis
contrafuertes en la cabecera, dos en los muros norte y sur y otros dos en el
muro de cierre de la cabecera; además, en los muros se abren vanos de
diferentes dimensiones, muchos ocupados con celosías, que sirven para iluminar
el interior del templo, los hay en el muro cabecero y en el muro de la nave central,
en la parte que destaca en altura sobre las naves laterales. El elemento más
llamativo es el vano triforio que se encuentra en la parte alta del cuerpo
central de la cabecera, sobre el ábside, y que da acceso a la cámara del tesoro;
el vano se divide en tres huecos por dos columnas, que soportan arcos de medio
punto peraltados.
El
acceso al interior del templo se realiza desde el vestíbulo a través de una
puerta adintelada con jambas monolíticas. Los arcos que separan las naves son
de medio punto peraltado; descansan en pilares cuadrados con basa y capitales
rectilíneos. Las cubiertas de las naves son de madera, las de los ábsides
cabeceros de cañón y se apoyan en una línea de imposta.
Las paredes de la iglesia de San Pedro de Nora debieron estar decoradas con pinturas murales, de las que apenas se ha conservado algún pequeño resto.
La
techumbre del vestíbulo, la nave y el ábside centrales es a dos aguas y las de
las naves y ábsides laterales a una vertiente; los aleros descansan sobre
modillones de rollo.
Para la construcción de la iglesia de San Pedro de Nora se empleó sillares de granito, sillarejo, ladrillo y madera.
La iglesia de San Pedro de Nora es Monumento Nacional desde 1931.