Juan de Juni (Joigny, Francia, 1506-Valladolid, España, 1577) se formó como
escultor en Francia e Italia, pero desarrolló su carrera y alcanzó la fama en
España. De sus años en
Francia tomó del escultor gótico borgoñón Claus Sluter el patetismo expresivo y
el tratamiento de los paños, que supo adaptar a la estética renacentista. En Italia tomó
de Della Quercia el gusto por los ropajes movidos, de Dell’Arca las expresiones
dramáticas y de Miguel Ángel la composición en hélice y los escorzos. En 1535 se
instaló en España, primero en León, y desde 1537 en Valladolid.
El
Entierro de Cristo (1544) del antiguo
convento de San Francisco de Valladolid es una de las obras maestras de Juan de
Juni y del Renacimiento español.
Las
características formales de la escultura de Juan de Juni son las siguientes:
- Casi todas sus esculturas son de temática religiosa.
- Trabajó con los más diversos materiales: barro cocido, madera y piedra.
- Uso de policromía en tonos intensos.
- Las composiciones son simétricas.
- Las figuras son muy expresivas y presentan un estudio anatómico perfecto.
- Los pliegues de las ropas son amplios y pesados.
Las primeras
esculturas de Juan de Juni en España se encuentran en el que fuera convento de
San Marcos de León: los medallones de la fachada, los relieves Descendimiento, en uno de los
tabernáculos de la fachada de la iglesia, y Nacimiento
de Cristo, en el interior del claustro, y parte de la sillería del coro de
la iglesia.
En Medina de Rioseco realizó en barro cocido policromado Martirio de san Esteban, una composición
simétrica en la que el santo se encuentra entre un soldado romano y un judío, y
San Jerónimo penitente, donde domina
la línea serpentinata. Ambos obras son de 1538.
Martirio de san Esteban (1538) presenta
una composición simétrica,
una
de las características de las obras de Juan de Juni.
El Sepulcro del arcediano Gutierre de Castro
(1540), en la catedral vieja de Salamanca, está hecho en piedra arenisca
policromada en colores lisos. El sepulcro es del tipo arcosolio, de medio
punto, con arquivolta poblada de angelotes. Está enmarcado por dos columnas
corintias. Todas las figuras están vinculadas por medio de las manos. La Virgen
ocupa el centro de la composición con Cristo sobre sus rodillas en escorzo. También aparecen san Juan, santa Ana, María Magdalena y María Salomé.
El
Sepulcro del arcediano Gutierre de Castro
(1540) es de tipo arcosolio.
El Entierro de Cristo (1544) fue un encargo
de fray Antonio de Guevara, obispo de Mondoñedo, para el convento de San
Francisco de Valladolid, desaparecido en 1836. El conjunto está formado por
siete figuras en disposición simétrica: José de Arimatea y María Salomé, a la
izquierda, la Virgen y san Juan, en el centro, detrás de Cristo yacente, y
Nicodemo y María Magdalena, a la derecha. Las expresiones de los personajes son
dramáticas. Juan de Juni pudo inspirarse en Llanto
sobre Cristo muerto (1463) de Dell’Arca, que estudió en su viaje a Italia.
El Retablo de la iglesia de Santa María de la Antigua,
hoy en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Valladolid, se inició en
1545 y se finalizó en 1562. El retablo presenta predela, tres cuerpos y ático.
Es de estilo manierista. A las figuras parece faltarles espacio, recurso
que utilizó Juan de Juni para crear angustia en el espectador.
También es
manierista el Retablo mayor de la
catedral de la Asunción de Burgo de Osma (1554). La escena Dormición de la Virgen se enmarca en un arco serliano que rompe la
estructura tradicional de los retablos en calles.
Del
retablo mayor de la catedral de la Asunción del Burgo de Osma (1554)
destaca
la escena Dormición de la Virgen bajo
un arco serliano.
El Entierro de Cristo de la catedral de Santa
María de Segovia (1571) forma parte del retablo de la capilla de la Piedad. Se
trata de un altorrelieve. Cristo yacente aparece en primer plano; tras él, de
izquierda a derecha, José de Arimatea, María Magdalena, la Virgen María, san
Juan, María Salomé y Nicodemo. Destacan lo bien conseguidas que están la
anatomía de Cristo y las expresiones dramáticas de quienes le acompañan. Las líneas
ondulantes le diferencian del Entierro de
Cristo de Valladolid.
El
Entierro de Cristo de la catedral de
Santa María de Segovia (1571)
es
la última obra maestra de Juan de Juni.
Una de las
últimas obras es La Piedad de Median del
Campo (1575). El esquema clásico piramidal deja paso al trapezoidal
irregular y la teatralidad en los gestos a la contención; la mirada de la
Virgen no es de dolor y sí de tristeza.
Juan de Juni se
cuenta entre los grandes escultores del siglo XVI. Entre sus méritos está haber
creado con Alonso Berruguete la escuela castellana de escultura, realizar la
transición del renacimiento al manierismo y preparar la llegada del barroco.
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