sábado, 10 de mayo de 2025

La Última Cena, de Juan de Juanes

Juan de Juanes (Fuente de la Higuera, 1503-Bocairente, 1579) es uno de los pintores españoles renacentistas más destacados. Juan de Juanes es el nombre artístico de Vicente Juan Macip. Se formó junto a su padre, Vicente Macip. Estudió a Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael y Sebastiano del Piombo. Pintó retratos, destacando Retrato de Alfonso V de Aragón (1557) y cuadros religiosos, sobresaliendo La Última Cena (1555-1562), su obra maestra.

Juan de Juanes: La Última Cena, 1555-1562.
Estilo: Renacimiento.
Técnica: Óleo sobre tabla.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 116 x 191 cm.
Museo Nacional del Prado, Madrid, España.

  

Juan de Juanes pintó La Última Cena para que formase parte del retablo mayor de la iglesia de San Esteban de Valencia. Se ajusta a los principios del Concilio de Trento (1545-1563) y de la Contrarreforma. Eligió el momento en el que Jesús de Nazaret instituyó el sacramento de la eucaristía.

La escena reúne a Jesús de Nazaret en el centro, de aspecto siriaco, sentado, con la mano derecha sostiene en alto la Sagrada Forma y la izquierda se la ha llevado al corazón, mira al espectador en actitud serena; a su alrededor se disponen los doce apóstoles, seis a la izquierda y seis a la derecha, todos observándolo, excepto Santiago el Menor, que conversa con Tomás; los apóstoles visten túnicas y aparecen barbados; todos llevan nimbo, lo que simboliza su santidad, excepto Judas Iscariote; el nombre de los apóstoles aparece escrito en latín y letra mayúscula en los nimbos, el nombre de Judas Iscariote aparece escrito en el taburete en el que está sentado (de izquierda a derecha, con Jesús de Nazaret en el centro, aparecen MATHEVS, Mateo; BARTOLOMEVS, Bartolomé; THADEVS, Tadeo; IACOBVS MAIOR, Santiago el Mayor; ANDREAS, Andrés; PETRVS, Pedro; IOANNES, Juan, IACOBVS MINOR, Santiago el Menor; THOMAS; Tomás; SYMON, Simón, PHILIPVS, Felipe y IVDAS SCARIOTH, Judas Iscariote); la actitud de la mayoría de los apóstoles es reverencial, con las manos en oración, en el pecho o abiertas, indicativa como la de Santiago el Menor o traicionera como la Judas Iscariote, que esconde la mano derecha, aquella con la sujeta la bolsa con las treinta monedas de plata, que recibió por traicionar a Jesús de Nazaret. Es llamativo que cierren la escena dos apóstoles en actitudes muy diferentes: por la izquierda Tadeo, arrodillado con las manos en oración, por la derecha Judas Iscariote, sujetando la bolsa con el dinero. Los personajes aparecen descalzos para simbolizar su origen humilde. Los objetos que se disponen en el suelo -jarra y jofaina, que hacen referencia al lavatorio de pies anterior a la Última Cena- y los que ocupan la mesa -patena, jarra, panes y cuchillos- componen un bodegón; el objeto más importante es el cáliz, que reproduce el que se expone en el Museo Catedralicio Diocesano de Valencia y que se asegura es el Santo Grial.

La composición es horizontal, equilibrada en parte por las líneas verticales de la mayoría de los personajes representados, las de los elementos arquitectónicos y las de algunos de los objetos.

El dibujo comparte protagonismo con el color en tanto que delimita de manera nítida las manchas de color.

La paleta de colores subraya la expresividad de los personajes representados y se ajusta a una simbología muy definida: Jesús de Nazaret viste de morado y rojo, que se identifican con la Pasión que le espera, los apóstoles visten en su mayoría de rojo y verde, que se asocian con la Pasión y la esperanza en la resurrección y Judas Iscariote viste de amarillo, color que simboliza la envidia y la traición, igual que el rojo del cabello.

Las formas y los volúmenes de los personajes y los objetos representados acusan un gran desarrollo, llenando casi todo el espacio en el que se desarrolla la escena.

El espacio se articula en varios planos: en el primer plano aparecen Tadeo, una gran jarra, una jofaina y Judas Iscariote, en el segundo plano Jesús de Nazaret, ocupando el centro de la escena, flanqueado por diez apóstoles, el tercer plano ocupado por el muro de cierre de la estancia y cortinas de gran desarrollo y un cuarto plano, que se observa a través del vano abierto en el muro, a través del cual se puede contemplar el paisaje natural.

En La Última Cena se distinguen las influencias recibidas por Juan de Juanes: de Leonardo da Vinci tomó el momento y la composición que este eligió para pintar la obra homónima y de Rafael la expresividad de los personajes representados y la potencia cromática.

Juan de Juanes fijó la iconografía de la Última Cena en el imaginario del creyente español e influyó en artistas posteriores, caso de su hijo Vicente Macip Comes, que pintó Última Cena a finales del siglo XVI, siendo casi idéntico en la composición de la escena.

La Última Cena, de Juan de Juanes, se expone en el Museo Nacional del Prado desde el siglo XIX.

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