Pedro Berruguete (Paredes de Nava, 1450-Ávila, 1504) se formó como pintor en Castilla e Italia. Estuvo influido por la pintura gótica flamenca y por la renacentista italiana. Entre 1473 y 1482 viajó a Urbino, donde pintó la serie Retratos de hombres ilustres para el duque de Montefeltro. Se estableció en Castilla en 1483, donde pintó sus mejores obras, entre las que hay que destacar Auto de fe presidio por santo Domingo de Guzmán (1499).
Auto de fe presidido por santo Domingo de
Guzmán fue uno más de los encargos que le hizo el inquisidor general fray
Tomás de Torquemada a Pedro Beruguete a partir de 1494.
Cuando santo Domingo de Guzmán (1170-1221) fundó la Orden de los Hermanos Predicadores o de los dominicos en 1215 el papa Inocencio III le dio la orden de poner fin a la herejía albigense. Auto de fe presidido por santo Domingo de Guzmán representa un episodio de la vida del santo acaecido entre 1215 y 1221, aquel en el que presidió el Auto de fe en el que se procesó al hereje Raimundo de Corsi y a otros albigenses.
A santo Domingo de Guzmán se le reconoce por vestir los hábitos de su Orden con las tres flores de lis y el nimbo; aparece sentado en el trono de la tribuna superior, con la mano derecha extendida en ademán de clemencia hacia Raimundo de Corsi, que al abjurar de la herejía albigense fue indultado de morir en la hoguera. Seis jueces acompañan a santo Domingo de Guzmán en el tribunal, tres a cada lado; uno de ellos sostiene el pendón de la Inquisición. En la grada inferior aparecen doce hombres, unos leyendo las sentencias a los herejes, otros hablando, otros observando el desarrollo del Auto de fe y otro sentado durmiendo con la cabeza apoyada en el respaldo de la grada. El graderío está cubierto con un dosel. En primer plano aparecen soldados a caballo y a pie, clérigos, verdugos, público y condenados; dos de los condenados están desnudos en el quemadero a la espera de que sea encendida la hoguera y otros dos con corazas y sambenitos en los que se lee “condenado herético”.
Aunque el auto
de fe se desarrolló en el siglo XIII todos los personajes visten a la moda de
finales del siglo XV.
El Auto de fe presidido por santo Domingo de Guzmán es una de las primeras pinturas renacentistas españolas, pero presenta rasgos góticos. Es gótico porque el tamaño de los personajes obedece al principio de jerarquía religiosa, santo Domingo de Guzmán es el de mayor tamaño, aunque esté en un plano posterior, por el contrario, los herejes son los de menor tamaño, aunque aparezcan en primer plano; la técnica, el dibujo y el gusto por el detalle son góticos. Es renacentista por el dominio de la perspectiva, con un punto de vista muy bajo con el fin de remarcar la importancia de santo Domingo de Guzmán y la distancia entre jueces y condenados; la incorporación de elementos arquitectónicos y el tratamiento de la luz, las formas y el color son renacentistas.
Auto de fe presidido por santo Domingo de Guzmán debe su importancia artística a ser la obra más importante de Pedro Berruguete y haber servido a la pintura española de puente entre los estilos gótico y renacentista; su valor documental por representar un Auto de fe; y su impacto propagandístico por mostrar el poder de la Inquisición.
La primera localización de Auto de fe presidido por santo Domingo de Guzmán fue la sacristía del Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila. En 1867 lo compró el Estado español para exhibirlo en el Museo Nacional del Prado.
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