La
caja
de las Ágatas fue donada en 910 por el infante Freula de Asturias y su
esposa Nunilo Jimena a la iglesia de San Salvador de Oviedo, hoy desaparecida.
Ha sido restaurada en dos ocasiones: en 1942 para reparar los desperfectos
ocasionados por los sublevados durante la revolución de Asturias de 1934, que
dinamitaron la Cámara Santa de la catedral de San Salvador de Oviedo, y en
1985, para restaurar el daño causado tras su robo en 1977.
Caja de las
Ágatas, 910.
Estilo:
Prerrománico asturiano.
Técnica: Mixta en madera, oro, plata y piedras preciosas talladas.
Temática: Religiosa.
Dimensiones:
16,5 x 42,4 x 27,1 cm.
Catedral de San Salvador, Oviedo, España.
Los materiales utilizados en la
fabricación de la caja de las Ágatas
son madera de ciprés, oro, plata, ágatas, gemas, granate, esmalte, perlas y
cabujones.
La caja
de las Ágatas es una arqueta en madera de ciprés de forma rectangular con
una tapa de forma piramidal rectangular truncada y solero. A excepción del
solero y de la placa colocada en la tapa, está recubierta con láminas de oro
repujadas con formas florales estilizadas. En las láminas de oro se cuentan 99
aberturas con formas de arcos de medio punto, de herradura, peraltados y
semielípticos y formas elipsoidales, todas cubiertas con placas de ágata
listada de 3 mm. de grosor. Los laterales de la caja se dividen en dos niveles,
separados por la abertura que separa la caja de la tapa, y están adornados con
cenefas de trazos rectilíneos oblicuos repujadas que alternan con gemas. El
solero de la caja es de plata maciza, sujeto a la tapa por clavos; en él se lee
una inscripción y se observa una representación del Tetramorfos, rodeando otra
estilizada de la Cruz de la Victoria; además, hay cuatro semiesferas con
reborde fileteado que sirven de soporte a la caja, a la que están unidas
mediante clavos. La placa colocada en el remate de la caja es su parte más
antigua, se fecha entre los siglos VIII y IX; su base es de oro, rodeada por
celdillas tabicadas que contienen fragmentos de granate que se prolongan en el
interior formando dibujos curvilíneos; en sus cuatro ángulos hay sendas gemas
en cabujones de borde semicircular, otras cuatro en los medianeros, tres en el
eje mayor y una en el centro; los espacios carentes de ornamentación están
rellenados de esmaltes policromados con formas de dragón, pájaros, peces,
reptiles y árboles.
En el solero de la caja se lee una inscripción
en latín vulgar que dice:
“SVSCEPTVM
PLACIDE MANEAT HOC IN HORDE DI QVOD / OFFERVNT FAMVLI XPI FROILA ET NVNILO
COGNOMENTO / SCEMENA HOC OPVS PERFECTVM ET CONCES / SVM SCO SALVATORI OVETENSIS
QVISQVIS / AVFERRE HOC DONARIA NSA PRESVNSERI FVLMINE DIVINO / INTEREAT IPSE
OPERATVM EST ERA DCCCCXLVIII”,
que
se traduce por:
“Acéptese este regalo en honor de
Dios que le ofrecen los siervos de Cristo, Freula y Nunilo, por sobrenombre
Jimena. Esta obra fue terminada y concedida a San Salvador de Oviedo.
Cualquiera que intentare robar esta nuestra ofrenda, perezca por el rayo
divino. Se hizo en la era 948 (año 910)”.
La caja
de las Ágatas debe su importancia artística a ser una de las pocas piezas
que se conservan de la orfebrería prerrománica asturiana.
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