La corona
votiva de Recesvinto (653) es la pieza más importante del
tesoro de Guarrazar, descubierto entre 1858 y 1861 en la localidad de Guadamur,
Toledo. Se encuentra expuesta en el Museo Arqueológico Nacional, Madrid.
Anónimo: Corona votiva de Recesvinto, 653.
Estilo:
Prerrománico visigodo.
Técnica: Mixta en oro, perlas y piedras preciosas talladas.
Temática:
Religiosa.
Dimensiones:
102 cm. de alto x 22 cm. de diámetro.
Museo
Arqueológico Nacional, Madrid, España.
La corona votiva de Recesvinto es de estilo
bizantino. Está compuesta por dos láminas de oro unidas por una charnela, la
interior lisa y la exterior decorada. La decoración se presenta en tres
registros: el central es el más destacado, de perlas y zafiros en cabujones y
engarzados al tresbolillo, separadas por dibujos calados de palmeras
esquemáticas; en los registros inferior y superior aparecen esmeraldas y
granates, separados por dibujos calados de círculos secantes con flores.
De la corona
pende la leyenda RECESVINTHVS REX OFFERET
en alusión al donante; las letras son de almandina y se sujetan en celdillas de
oro; de cada letra cuelga una perla o un zafiro.
La cruz
colgante es de oro con perlas y zafiros engastados. En el reverso presenta una
aguja, lo que permite concluir que en origen la cruz era un broche.
La corona se
sujeta al techo mediante unas cadenas de oro de cinco eslabones en forma de hoja de peral, reunidas en dos azucenas de oro y cristal de roca de las que cuelgan zafiros.
Las coronas
votivas son las piezas más valoradas dentro de la orfebrería visigoda por su originalidad y suntuosidad; sin embargo, no lo son en su finalidad por cuanto los reyes visigodos
imitaron al emperador bizantino Justiniano en el acto de ofrecer coronas votivas a la
Iglesia; los reyes visigodos las ofrecían a la Iglesia de Toledo para gozar de su protección.
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