viernes, 21 de septiembre de 2018

Museo del Prado, edificio Villanueva, de Juan de Villanueva

Juan de Villanueva (Madrid, 1739-1811) se formó como arquitecto en Roma entre 1758 y 1765, donde estuvo pensionado. Sus edificios son de estilo neoclásico. Sus mejores obras se encuentran en Madrid: el Museo del Prado (1785), el Oratorio de Caballero de Gracia (1789) y el Observatorio astronómico (1790); además, reconstruyó la Plaza Mayor (1791). Fue arquitecto mayor del rey desde 1781.

El Museo del Prado es la obra más importante de las realizadas por Juan de Villanueva y se ha convertido en icono de Madrid y de la arquitectura neoclásica.


En 1784 Carlos III encargó a Juan de Villanueva un edificio para acoger el Gabinete de Historia Natural, luego Museo de Ciencias Naturales. El edificio culminaría el proyecto urbanístico conocido como Salón del Prado.

El edifico se inició en 1785. El ritmo de construcción fue rápido durante el gobierno de Floridablanca (1787-1792), luego las obras se ralentizaron; durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) las tropas francesas utilizaron el edificio como cuartel y fábrica de balas; después de la guerra Fernando VII y su esposa Isabel de Braganza dieron un nuevo impulso a las obras, que las dirigió Antonio López Aguado, discípulo de Juan de Villanueva. En 1819 las obras concluyeron y el edificio se inauguró como Museo Real de Pinturas para exponer las mejores de las Colecciones Reales, trasladadas desde los Sitios Reales.

El edificio es de estilo neoclásico. En su construcción se utilizaron piedra blanca, granito y ladrillo fino. Las proporciones y los volúmenes guardan un equilibrio modélico.

El edificio está formado por un cuerpo central de planta rectangular terminado en ábside; desde los laterales parten dos galerías alargadas, que finalizan en dos pabellones cuadrados. Las dimensiones son de 202 x 36 metros.

El Museo del Prado se articula en planta a partir de un cuerpo central rectangular cerrado en ábside.


Del cuerpo central destaca su pórtico de acceso o puerta de Velázquez, que se adelanta al resto del conjunto. Cuenta con seis columnas toscanas de orden gigante, entablamento, cornisa y ático rectangular. El ático acoge un friso escultórico alegórico de Fernando VII como protector de las ciencias, las artes y la técnica, obra de Ramón Barba. El ábside posterior es obra de Narciso Pascual Colomer, realizado en 1853.

Las galerías laterales tenían en origen dos plantas. En la inferior se alternan ventanales alargados terminados en arco de medio punto con hornacinas que acogen esculturas; la segunda es una galería de columnas jónicas. En el interior, la techumbre es abovedada. Existe una tercera planta retranqueada, obra posterior.

 La puerta de Goya es de estilo jónico.


La fachada norte o puerta de Goya presenta un pórtico con dos columnas jónicas y entablamento liso; se accede mediante una escalinata, obra de Francisco Jarreño en 1882. El interior se organiza en torno a una rotonda que ofrece ocho columnas jónicas y bóveda casetonada.

La fachada sur o puerta de Murillo presenta un vano adintelado, una galería de seis columnas corintias y un entablamento. En el interior aparecen tres espacios rectangulares, el central de doble anchura que los laterales.

La puerta de Murillo es de estilo corintio.


El Museo del Prado, edificio Villanueva, es la primera pinacoteca del mundo, uno de los iconos de Madrid y de la arquitectura neoclásica y ha dado a Juan de Villanueva un reconocimiento universal.

El Museo del Prado, edificio Villanueva, fue declarado Monumento Nacional en 1962.

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