El Museo Catedralicio y Diocesano de León se inauguró en 1981. Custodia
obras de arte desde la Prehistoria hasta el siglo XX, pero las piezas más
importantes abarcan del Románico al Barroco. También son de gran valor las
colecciones de códices, orfebrería y vestimentas litúrgicas.
Del Románico
destacan las casi cincuenta imágenes de la Virgen Teotokos o Madre de Dios. La
Virgen aparece con corona real y una manzana en la mano derecha. También son
románicos el Crucifijo de Vallejo, con cuatro clavos, y el Crucifijo de Torrecillo, con
bonete en lugar de corona real.
De estilo
gótico son las dieciocho tablas pintadas en el siglo XV por Nicolás Francés. Formaban parte del retablo que ocupó el presbiterio de la catedral de Santa
María de León hasta el siglo XX. También es del siglo XV el Tríptico de Secarejo en el que la Virgen
toma el pulso a Cristo para comprobar si está vivo o muerto.
Se cuentan
obras del siglo XVI realizadas por artistas de primer nivel. La obra más
conocida es Crucificado, de Juan de
Juni. También destacan Aparición de
Cristo a Magdalena y Transfiguración
del Señor, de Guillermo Doncel, Santa
Ana enseñando a leer a la Virgen, de Gaspar Becerra, San Roque, de Juan de Anchieta y Virgen
con el Niño, de Torrigiano. El cuadro más valorado es Adoración de los Reyes, de Pedro de Campaña.
Adoración de los Reyes, de Pedro de
Campaña es uno de los cuadros más sobresalientes del siglo XVI de los que se
conservan en el Museo Catedralicio y Diocesano de León.
De las
esculturas del siglo XVII la más sobresaliente es Ecce Homo, de Gregorio Fernández, de marcada expresividad barroca. De las
pinturas destaca Viacrucis, de
Salvador Maella, de color limpio y pinceladas apenas esbozadas.
De los fondos
del siglo XX hay que citar el grabado Las
lágrimas de san Pedro, de Vela Zanetti.
El Museo Catedralicio y Diocesano de León cuenta con una rica colección de códices y
libros. Hay que citar la Biblia mozárabe (920), de
Juan Diácono, el Antífono mozárabe, del siglo X, y el Libro de estampas de
la catedral de Santa María de León, del siglo XII.
Entre las
piezas de orfebrería sobresalen la Cruz
de Villafeliz de Babia, del siglo XV, la Cruz
de Suero de Argüello, del siglo XVI, y la Cruz, de Antonio de Vega, del siglo XVIII.
De entre los
fondos del Museo Catedralicio y Diocesano de León destaca por singular la
colección de vestimentas litúrgicas que donó Saturnino Escudero en 1996.
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