sábado, 31 de octubre de 2015

Museo Catedralicio y Diocesano de León

El Museo Catedralicio y Diocesano de León se inauguró en 1981. Custodia obras de arte desde la Prehistoria hasta el siglo XX, pero las piezas más importantes abarcan del Románico al Barroco. También son de gran valor las colecciones de códices, orfebrería y vestimentas litúrgicas.

Del Románico destacan las casi cincuenta imágenes de la Virgen Teotokos o Madre de Dios. La Virgen aparece con corona real y una manzana en la mano derecha. También son románicos el Crucifijo de Vallejo, con cuatro clavos, y el Crucifijo de Torrecillo, con bonete en lugar de corona real.

De estilo gótico son las dieciocho tablas pintadas en el siglo XV por Nicolás Francés. Formaban parte del retablo que ocupó el presbiterio de la catedral de Santa María de León hasta el siglo XX. También es del siglo XV el Tríptico de Secarejo en el que la Virgen toma el pulso a Cristo para comprobar si está vivo o muerto.

Se cuentan obras del siglo XVI realizadas por artistas de primer nivel. La obra más conocida es Crucificado, de Juan de Juni. También destacan Aparición de Cristo a Magdalena y Transfiguración del Señor, de Guillermo Doncel, Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, de Gaspar Becerra, San Roque, de Juan de Anchieta y Virgen con el Niño, de Torrigiano. El cuadro más valorado es Adoración de los Reyes, de Pedro de Campaña.

Adoración de los Reyes, de Pedro de Campaña es uno de los cuadros más sobresalientes del siglo XVI de los que se conservan en el Museo Catedralicio y Diocesano de León.


De las esculturas del siglo XVII la más sobresaliente es Ecce Homo, de Gregorio Fernández, de marcada expresividad barroca. De las pinturas destaca Viacrucis, de Salvador Maella, de color limpio y pinceladas apenas esbozadas.

De los fondos del siglo XX hay que citar el grabado Las lágrimas de san Pedro, de Vela Zanetti.

El Museo Catedralicio y Diocesano de León cuenta con una rica colección de códices y libros. Hay que citar la Biblia mozárabe (920), de Juan Diácono, el Antífono mozárabe, del siglo X, y el Libro de estampas de la catedral de Santa María de León, del siglo XII.

Entre las piezas de orfebrería sobresalen la Cruz de Villafeliz de Babia, del siglo XV, la Cruz de Suero de Argüello, del siglo XVI, y la Cruz, de Antonio de Vega, del siglo XVIII.

De entre los fondos del Museo Catedralicio y Diocesano de León destaca por singular la colección de vestimentas litúrgicas que donó Saturnino Escudero en 1996.

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