viernes, 16 de marzo de 2018

Puig i Cadafalch

Josep Puig i Cadafalch (Mataró, 1867-Barcelona, 1956) es uno de los arquitectos más destacados del modernismo español de finales del siglo XIX y principios del XX. Estudió Arquitectura y Ciencias Exactas en Barcelona. Se formó como arquitecto a la sombra de Lluis Domenech i Montaner. En 1891 asumió el cargo de arquitecto municipal de Mataró. Su creación arquitectónica comenzó a tener interés a partir de la construcción de la Casa Martí (1896). Luego vinieron otros edificios modernistas hasta muy entrado el siglo XX y que le consagraron como uno de los arquitectos emblemáticos del modernismo barcelonés. Durante la Guerra Civil española (1936-1939) se exilió en París, donde dio clases de arquitectura e historia en la universidad. A su regreso a España se ocupó en restaurar edificios históricos y desde 1942 dirigió el Instituto de Estudios Catalanes.

La carrera profesional de Puig i Cadafalch pasó por las tres etapas siguientes:
  • Rosa, de 1896 a 1905.
  • Blanca, de 1906 a 1914.
  • Amarilla, de 1915 a 1929.


La Casa Coll i Regàs (1898) es una de las pocas construcciones de Puig i Cadafalch fuera de Barcelona. Se encuentra en Mataró.
  

Durante la etapa rosa (1896-1905), Puig y Cadafalch se inspiró en las casas de campo de la aristocracia catalana a las que añadió elementos de la arquitectura nórdica. A esta etapa  pertenecen edificios tan señeros como la Casa Coll i Regàs, la Casa Amatller, la Casa Macaya, la Casa Terrades o de les Punxes y el Palacio del Barón de Quadras, la primera en Mataró y las demás en Barcelona.

La Casa Coll i Regàs se levantó 1898. Cuenta con dos pisos y un ático bajo con galería corrida de arcos conopiales. Destaca el cuerpo central, un balcón sobresaliente, cubierto y con cuatro columnas salomónicas. Sobre él dos ventanas de arco conopial dentro de una estructura escalonada. La decoración de la fachada está compuesta por esgrafiados, esculturas sobre la puerta de acceso –la Filosa, de Eusebi Arnau– y ventanas, forjados y cerámica. En el interior, la sala central está iluminada con luz natural gracias a una gran vidriera.

La Casa Amatller (1900) es una de las obras más señeras de Puig i Cadafalch.
      
  
La Casa Amatller se terminó en 1900. Sus formas son las de un palacio gótico. Es un edificio de cuatro platas, la tercera es una galería corrida, y buhardilla escalonada. Se accede al edificio a través de dos puertas asimétricas enlazadas por un motivo decorativo la escultura San Jorge, de Eusebi Arnau. La fachada está decorada con un esgrafiado. El vestíbulo está pensado para la entrada de carruajes y está decorado con lámparas y vitrales.

La Casa Macaya se concluyó en 1901. La fachada está contenida entre dos torres. Aun siendo de color blanco se incluye en la etapa rosa. Presenta esgrafiados en ocre. La ornamentación se restringe al balcón corrido del primer piso o planta principal, los remates de las ventanas y una tribuna, que cuenta con columnas salomónicas, un arco geminado, azulejos azules y motivos florales. La última planta es una galería corrida. Los esgrafiados son obra de Joan Paradís, los forjados de Manuel Ballarín y la ornamentación en piedra labrada de Eusebi Arnau y Alfons Jujol. En el interior destacan el vestíbulo, decorado con esgrafiados y azulejos azules, y la escalera de acceso a la planta superior, de carácter monumental, labrada en piedra con motivos decorativos florales.

  La escalera interior de la Casa Macaya (1901) llama la atención por su carácter monumental y  decoración esgrafiada y floral.
  

La Casa Terrades o de les Punxes se construyó en 1905 con el fin de unificar tres inmuebles. Su aspecto es de un edificio salido del gótico flamenco. Cuenta con una planta baja con arcadas de medio punto de fábrica en piedra, el resto de plantas en fábrica de ladrillo rojo, la planta noble con balcones y ventanas enmarcados con columnas y con decoración en piedra y forjados y otras cuatro plantas, la penúltima una galería de arcos de medio punto. El edificio cuenta con cinco torres circulares coronadas con agujas cónicas sobre una galería de arcos de medio punto. La techumbre es a dos aguas.

La Casa Terrades o de les Punxes (1905) se inspira en el gótico flamenco.
  

El Palacio del Barón de Quadras es una reforma de un edificio anterior, llevada a término en 1906. Cuenta con dos fachadas. La principal es de inspiración plateresca, se accede a través de una gran puerta con arco festoneado, la planta noble cuenta con una tribuna corrida compuesta por arcos escarzanos, y decorada con generosidad, la segunda planta presenta cuatro ventanas góticas, la tercera es una galería de siete arcos y remata el edificio unas buhardillas. La fachada posterior cuenta con una tribuna corrida en la primera planta, que se prolonga en vertical en la parte central, además, presenta esgrafiados florales policromos. En el interior destaca la escalera, que lleva hasta la planta principal, con barandilla de piedra.

Otros edificios de la etapa rosa son la Casa Garí (1900), que acoge un teatro, Can Serra (1903), con una torre medieval en la fachada y un voladizo con cerámica vidriada, y la Casa Puig i Cadafalch (1905), con un interior laberíntico.

La fachada principal del Palacio del Baón Quadras (1906) se inspira en el plateresco.


Durante la etapa blanca (1906-1914) los edificios se definen por el idealismo racionalista, que trata de satisfacer los gustos de la alta burguesía barcelonesa. Las fachadas son de color blanco. A esta etapa pertenecen la Casa Pere Company, la Casa Muley Afid y la Casa Pich i Pon, las tres en Barcelona.

La Casa Pere Company (1911) inaugura la etapa blanca de Puig i Cadafalch.

  
La Casa Pere Company está considerada la primera de la etapa blanca. Se edificó en 1911. Es de pequeñas dimensiones. Cuenta con tres plantas, la última abuhardillada, y balcón esquinero. Sobre el balcón de la última planta aparece como elemento decorativo un esgrafiado de la Virgen de la Asunción, de Tomás Fontanals.

La Casa Muley Afid se levantó en 1911. Se organiza alrededor de una torre de tres cuerpos, el primero con una ventana, el segundo con un mirador entre columnas salomónicas de fábrica de ladrillo y el tercero dos ventanas con arco rebajado, el remate es cónico. El resto de cuerpos se organizan en entrantes y salientes. Los aleros están muy marcados. El color de la casa es el blanco y para los elementos decorativos utiliza el marrón de los ladrillos y el verde de las tejas, además hay esgrafiados sobre las ventanas y el mirador de la torre. La casa está rodeada por un jardín.

La Casa Pich i Pon se construyó en 1911. Cuenta con pisos de planta libre para que sus habitantes los puedan organizar a su conveniencia. En la decoración se combinan elementos clásicos y barrocos.

Como urbanista proyectó en 1914 el enlace de la Vía Layetana con el barrio gótico de Barcelona.

La Casa Muley Afid (1911) se estructura alrededor de una torre central.
  

La etapa amarilla (1915-1929) es monumentalista. Se inspira en la arquitectura de la antigua Roma a la vez que se introducen elementos típicos de la arquitectura tradicional andaluza y valenciana. A esta etapa pertenecen la Plaza de España de Barcelona y los Palacios de Alfonso XIII y Victoria Eugenia para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.

La Plaza de España de Barcelona tiene forma circular, inscrita en un hemiciclo formado por una columnata barroca y con un conjunto escultórico monumental en su centro ajardinado.

Los Palacios de Alfonso XIII y Victoria Eugenia para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 se construyeron entre 1918 y 1923. En verdad no son dos palacios y sí dos pabellones que se estructuran a partir de dos naves adosadas de grandes dimensiones. La planta es una retícula integrada por módulos cuadrangulares sobre columnas como únicos elementos de soporte de la cubierta. Las fachadas son ciegas y están decoradas con columnas salomónicas esgrafiadas. La iluminación es cenital, a través de claraboyas.

El Palacio de Alfonso XIII se construyó para la Exposición Universal de Barcelona de 1929.


Puig i Cadafalch también trabajó como restaurador de edificios históricos. Hay que citar la restauración que llevó a cabo en las iglesias San Juan de las Abadesas y San Miguel de Ciuxá.

Además, Puig i Cadafalch fue un brillante historiador del arte románico. Sus conocimientos están recogidos en La arquitectura románica en Cataluña (1909-1918) y La geografía y los orígenes del primer arte románico (1930).

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