sábado, 5 de marzo de 2022

Frontal de Esquius, del Taller de Ripoll

El frontal de Esquius se atribuye al Taller de Ripoll, se realizó entre 1125 y 1150 y procede de la iglesia del castillo de Santa María de Besora.

Taller de Ripoll: Frontal de Esquius, 1125-1150.
Estilo: Románico.
Técnica: Temple y hoja metálica sobre tabla.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 88 x 126 x 1,6 cm.
Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España.

  

El frontal se estructura en un espacio central ocupado por una mandorla y cuatro registros horizontales, dos a cada lado de la mandorla. Esta acoge el Maiestas Domini; el Cristo, de aspecto siriaco, aparece sentado en el trono celestial, con nimbo crucífero rojo para indicar que murió crucificado después de sufrir la Pasión, bendiciendo con la mano derecha y con la izquierda sujetando las Escrituras, vestido con una túnica roja y un manto azul, adornado de estrellas y los pies descansan, en posición abierta, sobre la esfera terrestre; el fondo de la mandorla es dorado; en la banda de la mandorla se lee una inscripción en latín en letras mayúsculas que dice “HIC DEUS ALFA ET OMEGA CLEMENS MISERATOR ADESTO AC PIETATE TVA MISERORUM VINCLA RELAXA AMEN”, es decir, “Este es el Dios del Alfa y del Omega. Ve, clemente y misericordioso, con tu piedad y afloja las cadenas de los miserables. Amén”. Rodeando la mandorla se reconoce el Tetramorfos o representación simbólica de los evangelistas, dispuesto de la siguiente manera: san Mateo como un ángel arriba a la izquierda, san Juan como un águila arriba a la derecha, san Marcos como un león abajo a la izquierda y san Lucas como un buey abajo a la derecha; los cuatro nimbados.

En los cuatro registros horizontales aparecen en grupos de tres los doce apóstoles, nimbados, con los pies descalzos y en disposición abierta, delante de un fondo dividido en tres franjas cromáticas horizontales, azul, dorado y rojo. En el registro superior izquierdo, se reconocen a san Pedro por llevar las llaves del cielo y a san Pablo por la alopecia, y en el registro superior derecho a san Andrés por llevar una cruz; el resto de apóstoles portan un libro sagrado.

El perímetro del frontal está decorado con una cenefa de motivos geométricos en blanco y rojo.

Los aspectos formales se ajustan a las características de la pintura románica:

  • Simetría bilateral, tomando como eje la figura de Cristo.
  • Perspectiva jerárquica, que sirve para indicar la importancia de las figuras. Jesús de Nazaret por ser el fundador del cristianismo es la figura de mayor tamaño. Los apóstoles les siguen en tamaño, pero todos tienen la misma medida, y, por último, el Tetramorfos.
  • Frontalidad, geometrización, hieratismo e isocefalia de las figuras, que no manifiestan sentimiento alguno. Su canon es alargado.
  • Los paños presentan dobleces antinaturalistas y carecen de textura, no se puede saber de qué tejido están hechos.
  • La línea se impone al color, es gruesa y negra, y sirve para delimitar los contornos.
  • El color es plano. La gama es escasa –azul, blanco, dorado, negro, verde y rojo– y carente de tonalidades, pero de un fuerte impacto simbólico: el azul representa la eternidad y la nobleza, el blanco la pureza, el dorado la Gloria, el verde la esperanza y el rojo la Pasión. El negro no cumple una función simbólica.
  • La luz es inexistente.
  • No hay espacio, el fondo es plano.
  • La decoración es escasa, sólo una cenefa bordeando el frontal.

El frontal de Esquius está considerado uno de los frontales más destacados del románico catalán.


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