sábado, 4 de junio de 2016

Sepulcro del doncel de Sigüenza, de Sebastián de Almonacid

Sebastián de Almonacid (Torrijos, 1460-1526) fue un escultor gótico. Desarrolló su obra en Castilla con taller propio en Guadalajara. Sus mejores obras son de carácter funerario, como el sepulcro del cardenal Carrillo (1482) en la Santa e Insigne catedral-magistral de los Santos Justo y Pastor de Alcalá de Henares y el sepulcro del doncel de Sigüenza (1492) en la catedral de Santa María de Sigüenza.

Don Martín Vázquez de Arce, conocido como el doncel de Sigüenza, nació en Castilla en 1460. De sólida formación intelectual y militar, fue paje del primer duque del Infantado. Participó en la reconquista de Granada, donde encontró la muerte en 1486 en una emboscada tendida por los moros nazaríes. Su padre trasladó a Sigüenza el cuerpo sin vida de su hijo. Don Fernando Vázquez de Arce, obispo de Canarias, encargó el sepulcro en el que descansa su hermano el Doncel.

Sebastián de Almonacid: Sepulcro del doncel de Sigüenza, 1492.
Estilo: Gótico.
Técnica: Alastro policromado.
Temática: Funeraria.
Catedral de Santa María, Sigüenza, España.


El sepulcro del doncel de Sigüenza se encuentra en la capilla de san Juan y santa Catalina de la catedral de Santa María de Sigüenza.

El material utilizado en la realización del sepulcro es alabastro policromado.

El sepulcro se cobija bajo un arco de medio punto. El borde exterior del arco está decorado con filigranas góticas. El fondo de la pared sepulcral está decorado con pinturas que relatan la Pasión de Cristo y los laterales con esculturas de los apóstoles Santiago y san Andrés, patronos del linaje Vázquez de Arce.

Bajo la pintura y entre grutescos la lápida dice: “Aquí yaze Martín Vasques de Arze cavallero de la Orden de Santiago que mataron los moros socorriendo el muy ilustre señor duque del Infantadgo su señor a cierta gente de Jahén a la Acequia Gorda en la vega de Granada cobró en la hora su cuerpo Fernando de Arze su padre y sepultolo en esta su capilla año MCCCCLXXXVI. Este año se tomaron la ciudad de Lora las villas de Illora, Moclín y Montefrío por cercos en que padre e hijo se allaron”.

La sepultura presenta dos elementos: sarcófago y estatua funeraria.

El sarcófago se apoya en tres esculturas de leones y está decorado con dos pajes que sostienen el escudo de armas del difunto y motivos florales.

La estatua funeraria se presenta recostada sobre un ramo de laureles con piernas cruzadas, leyendo un libro que sujeta con las dos manos, viste armadura, capa corta,  cota de malla y capacete de cuero, en el pecho luce una cruz de la Orden de Santiago de color rojo y de su cinto pende una daga. A los pies aparecen las esculturas de un león y de un paje.

El sarcófago del sepulcro del doncel de Sigüenza es rico en simbología.


El sepulcro del doncel de Sigüenza es gótico por su hechura, pero renacentista por los mensajes que comunica a través de los símbolos utilizados: el laurel representa el carácter heroico del fallecido, las piernas cruzadas que murió en cruzada contra los moros del Reino nazarí, los leones la resurrección del difunto, el paje doliente el pesar de la familia por la pérdida de uno de los suyos y las armas y el libro los medios para alcanzar la fama.

Sebastián de Almonacid debe su celebridad al sepulcro del doncel de Sigüenza, “una de las obras maestras de la escultura funeraria”, como lo calificó Elena Gómez Moreno en Mil joyas del arte español.

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