sábado, 27 de junio de 2015

Damián Forment

Damián Forment (Valencia, 1480-Santo Domingo de la Calzada, 1540) se formó como escultor en el taller de su padre y estudió a Durero y Leonardo da Vinci a través de estampas, ambos le influyeron. Desarrolló su carrera profesional en la Corona de Aragón siendo el escultor más importante durante la primera mitad del siglo XVI. Fue tal su éxito que mantuvo abiertos talleres en Zaragoza, Huesca y Montblac (Tarragona). Entre sus colaboradores más sobresalientes hay que citar a Juan de Salas, Gregorio Pardo, Miguel de Arube y Pedro de Aponte. Destacó como escultor de retablos, el más formidable de los que hizo fue el retablo mayor de la basílica de Nuestra del Pilar de Zaragoza (1509-1518), pero también realizó esculturas exentas de gran valor como la Piedad (1522-1525).

Forment introdujo el Renacimiento en la escultura española. Su escultura reúne las características siguientes:
  • Trabajó alabastro y, en menor medida, madera.
  • Sus esculturas están policromadas.
  • La mayoría de sus obras son retablos, pero también realizó esculturas exentas.
  • Los retablos presentan un denso programa iconográfico.
  • Aunque muchos de sus retablos siguen un esquema gótico, la tipología de las figuras y muchos motivos decorativos son renacentistas.
  • Las figuras representadas se distinguen por una anatomía depurada y una expresión naturalista.
  • Realización de bocetos antes de llevar a cabo la escultura.
  • Las obras son de temática religiosa y funeraria.

La trayectoria de Damián Forment se divide en dos etapas:
  • Primera etapa, de formación o valenciana, de 1496 a 1508.
  • Segunda etapa, de madurez o aragonesa, de 1509 a 1540.

El retablo mayor de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza (1509-1518) fue la primera obra maestra de Damián Forment.

  
Durante la etapa valenciana (1496-1508) Forment trabajó en colaboración con su padre Pablo y su hermano mayor Onofre. Obras de estos años son el Retablo mayor de la colegiata de Santa María de la Asunción de Gandía (1496), el retablo de la capilla del Real Convento de religiosas franciscanas de la Puridad y San Jaime de Valencia (1500) y el retablo de San Eloy de Valencia para el gremio de plateros (1509).

Durante la etapa aragonesa (1509-1540) Forment se instaló en Zaragoza, donde abrió su taller principal, luego abrió otros en Huesca y Montblac. Su primera gran obra fue el retablo mayor de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza (1509-1518), que le valió para ser reconocido como el mejor retablista de la época. Desde entonces le salieron trabajos en otras partes de la Corona de Aragón y en Castilla.

Forment destacó como escultor de retablos. Los más importantes son el retablo mayor de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza (1509-1518), el Retablo mayor de la catedral de Santa María de Huesca (1520-1534), el retablo mayor del Real Monasterio de Santa María de Poblet (1527-1529) y el retablo mayor de la catedral de Santo Domingo de la Calzada (1537-1540).

El retablo mayor de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza se realizó por encargo del cabildo de Santa María del Pilar. En su financiación también participaron el rey Fernando el Católico y su esposa Germina de Foix y Beatriz de Lanuza, virreina de Sicilia. Forment diseñó el retablo y realizó la mayor parte del mismo, pero también participaron Francisco de Troya, Juan de Salas, Miguel de Arube y Pedro de Aponte, que se encargó de la policromía. Está realizado en alabastro, policromado en su parte inferior. Las esculturas son de hechura renacentista, en altorrelieve y de bulto redondo, pero la estructura del retablo es gótica. El tema central del retablo es la Asunción de la Virgen. La parte inferior se realizó entre 1509 y 1512. El sotabanco se divide en siete espacios separados por pequeñas columnas corintias; están ocupados por otros tantos relieves. En el tercer y quinto espacios se reconocen los relieves de Forment y su esposa Jerónima Alboreda. El banco está ocupado por siete relieves dedicados a los Gozos de la Virgen; de izquierda a derecha: san Joaquín y santa Ana ante la puerta dorada, Anunciación, Visitación de la Virgen a santa Isabel, Adoración de los pastores al Niño recién nacido, Adoración de los Reyes MagosPiedad y Resurrección. Los relieves están coronados por conchas y separados por columnas que soportan doseles ojivales góticos. En los extremos del sotabanco y banco y cobijadas en unas hornacinas las esculturas de Santiago apóstol, a la izquierda, y de san Braulio, obispo de Zaragoza, a la derecha. La parte superior del retablo se organiza a modo de tríptico. En el centro la Asunción de la Virgen: María aparece rezando, con las manos unidas y mirando al cielo; rodean a la Virgen ángeles y el apóstol Santiago; sobre ella un expositor de forma ovalada rodeado de una línea de cabezas de querubines y ángeles músicos; y en la parte superior, Dios Padre y el Espíritu Santo en forma de paloma. A la derecha se representa el Nacimiento de la Virgen: santa Ana aparece sentada en el lecho y otra mujer atiende a la niña recién nacida. A la izquierda la Presentación de Jesús en el templo; las tres escenas están rematadas por doseles y filigranas góticas. El retablo está enmarcado por un guardapolvo de filigranas góticas en el que se cuentan seis ángeles, los dos de la parte superior sostienen el escudo capitular de la basílica del Pilar; es obra de Miguel de Arube.

El retablo mayor de la catedral de Santa María de Huesca fue un encargo del cabildo catedralicio, que impuso a Forment seguir el modelo de la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. Está dedicado a la vida de Cristo. Se estructura en sotabanco, banco doble, cuerpo de tres calles y guardapolvo. En dos medallones del sotabanco se reconocen el autorretrato de Forment y el retrato de su hija Úrsula. En la parte inferior del banco aparecen siete escenas de la Pasión de Cristo (Última Cena, Oración en el Huerto, Prendimiento, Flagelación, Coronación de espinas, Ecce Homo y Pilatos lavándose las manos). En la parte superior del banco aparece Cristo en majestad y el apostolado por parejas. En los extremos aparecen las imágenes San Lorenzo y San Vicente, santos locales. El cuerpo está ocupado por tres escenas: Camino del Calvario, Crucifixión y Descendimiento. Sobre el expositor el Padre eterno. Todas las esculturas están amparadas por doseles góticos. El guardapolvo que enmarca el retablo es de filigranas góticas; en él se cuentan seis ángeles, los dos de la parte superior sostienen el escudo capitular de la catedral de Santa María de Huesca. La fábrica es en alabastro. Con Forment trabajó Gregorio Pardo.

El retablo mayor de la catedral de Santa María de Huesca (1520-1534) se inspira en el de la basílica de Nuestra Señora del Pilar.
  

El retablo mayor del Real Monasterio de Poblet se fabricó en alabastro. Fue un encargo del abad Pedro Caixal, que impuso como tema la vida de la Virgen María. Está organizado en sotabanco, banco doble, tres cuerpos y ático, separados por un entablamento y cornisa. La parte superior del banco está ocupado por altorrelieves con las escenas Oración en el Huerto, Prendimiento, Flagelación, Jesús ante Pilatos y Caída camino del Calvario. El centro del primer cuerpo está ocupado por la Virgen con el Niño, de mayor tamaño que las esculturas laterales, que son Santa Colombina, Santa Úrsula, Santa Florentina, San Matías, San Bernardo y San Guillén. El segundo cuerpo está ocupado por siete escenas que recogen los Gozos de María. El tercer cuerpo está dedicado a Jesús y los apóstoles, Jesús en el centro, de mayor tamaño, y seis apóstoles a cada lado. El ático del retablo está ocupado por el Calvario. Todas las esculturas están recibidas en hornacinas.

El retablo mayor del Real Monasterio de Santa María de Poblet (1527) es  la mejor obra de Damián Forment en Cataluña.


El retablo mayor de la catedral de Santo Domingo de la Calzada se hizo por encargo del obispo Alonso de Castilla. Está hecho en madera policromada con sotabanco de alabastro. El sotabanco está ocupado por relieves que narran la vida de santo Domingo. El cuerpo del retablo está constituido por tres pisos en tres calles y cuatro entrecalles y guardapolvos. En el primer piso las escenas de la Pasión Flagelación, Piedad y Cristo camino del Calvario, y en las hornacinas imágenes de los evangelistas. Sobre la Piedad se encuentran el Salvador, la Asunción de María y el expositor. En la calle izquierda Anunciación, Adoración de los pastores y Adoración de los reyes; y en la calle derecha Presentación del NiñoResurrección y Pentecostés. En las entrecalles las figuras de los apóstoles y en el guardapolvo las de profetas y personajes del Antiguo Testamento. Coronan el retablo las figuras de Adán, Santa Faz y Eva, además de ángeles. Entre los motivos decorativos aparecen tritones, nereidas, centauros y sátiros, todos de inspiración renacentista. Ayudaron a Forment Gaspar de Pereda, Bernardo Lorente y el maestro Cristóbal,y  de la policromía se encargó Andrés de Melgar.

El retablo mayor de la catedral de Santo Domingo de la Calzada (1537-1540) fue la última obra de Damián Forment.

  
Otros retablos de Damián Forment que hay que citar son el retablo mayor de la iglesia de San Pablo de Zaragoza (1511), retablo mayor de la iglesia de San Miguel de los Navarros de Zaragoza (1520), retablo funerario para la familia del obispo Conchillos en la iglesia de Santa María Magdalena de Tarazona (1529), retablo de Santiago de la colegiata de Santa María la Mayor de Bolea (1532) y retablo mayor de la iglesia parroquial de Sallent de Gállego (1537).

En Nuestra Señora del Coro (1515) la Virgen y el Niño quedan vinculados a través de las manos.


Forment también realizó esculturas exentas. Las más importantes son Nuestra Señora del Coro (1515), Piedad (1522-1525) y Adoración de los pastores (1530), las tres están en alabastro policromado y son de pequeñas dimensiones.

En Nuestra Señora del Coro aparece representada la Virgen de medio cuerpo y el Niño recostado en un cojín; el vínculo entre ambos se establece a través de las manos. El cabello de la Virgen conserva restos del pan de oro original. En el siglo XVII se pintaron los labios de la Virgen y su vestido.

La Piedad procede del retablo la capilla del canónigo Martín de Santángel de la catedral de Santa María de Huesca. Cristo aparece recostado hacia la derecha, donde la  Virgen le recoge; un ángel en el lado izquierdo sostiene el sudario de Cristo. La anatomía de Cristo exhibe el dolor de la pasión y muerte.

La Piedad (1522-1525) es la  escultura exenta más valorada de Damián Forment.
  

La Adoración de los pastores formó parte de un retablo de la iglesia de Santiago Apostol de Sobradiel. Destaca por su armonía compositiva, la delicadeza del modelado y la naturalidad de los gestos de las figuras.

Adoración de los pastores (1530). El naturalismo es una de las características de las esculturas de Damián Forment.
  

Damián Forment debe su trascendencia artística a haber introducido el Renacimiento en la escultura española, en sus obras y en su manera de hacer. Antonio Ponz en Viaje de España dijo de él: “Este fue a mi entender uno de los mayores escultores que tuvo España en aquella edad de la resurrección de las Bellas Artes. Cualquiera que mire con inteligencia, y reflexión la obra referida, conocerá esta verdad”.

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