sábado, 28 de enero de 2017

Casa Milà, de Gaudí

Antoni Gaudí (Reus, 1852-Barcelona, 1926) trabajó como delineante antes de obtener el título de arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en 1878. Es el mejor representante del modernismo en España y por su obra original se le considera uno de los arquitectos más sobresalientes de todos los tiempos. Revolucionó la arquitectura al inspirarse en la naturaleza para crear nuevos elementos arquitectónicos. La mayoría de sus obras se encuentran en la ciudad de Barcelona, la más genial el Templo expiatorio de la Sagrada Familia, iniciado en 1883 e inconcluso a su muerte. Pero sus edificios residenciales son también obras singulares; hay que citar la Casa Calvet (1898-1899), la Casa Batlló (1904-1906) y la Casa Milà (1906-1910).

La fachada de la Casa Milà presenta líneas onduladas.
Destacan los forjados en hierro sobre la piedra calcárea.


 La Casa Milà, también conocida como La Pedrera, se construyó entre 1906 y 1910 en estilo modernista. El matrimonio formado por Pere Milà i Camps y Roser Segimon i Artells encargó a Gaudí un edificio de viviendas que fuese tan impactante como su anterior obra, la Casa Batlló. Gaudí contó con la colaboración de Doménech Sugrañes y Joseph Canaleta; de los forjados se encargaron los hermanos Lluis y Joseph Badia i Miarnau; de la decoración interior se ocuparon Joseph María Jujol, Xavier Nogués y Aleix Clapés; el constructor fue Joseph Bayó i Font. La Casa Milà se localiza en el Ensanche de Barcelona, Paseo de Gracia 92.

La Casa Milà consta de dos edificios que se articulan alrededor de dos patios.
  

La Casa Milà es original en su concepción. Se trata de dos bloques de viviendas con sus respectivos accesos que comparten una misma fachada. Los dos edificios se articulan alrededor de dos patios interiores, uno circular y otro oval, que se comunican. La calzada y aceras exteriores se prolongan hasta los patios a través del nivel de acceso; la calzada conduce al nivel sótano que acoge un garaje subterráneo, el primero que se hizo en la ciudad de Barcelona; y las aceras llevan a los ascensores y escaleras que dan acceso a las viviendas. Los patios proporcionan iluminación y ventilación a las habitaciones interiores de las viviendas.

El edificio se estructura sobre pilares inclinados de piedra y ladrillo, y jácenas y vigas de hierro, que sustituyen a los muros de carga, gracias a lo cual el edifico dispone de planta libre.

Los pilares sobre los que se estructura la Casa Milà son de piedra.
  

La fachada está hecha en piedra calcárea y azulejos blancos en su parte superior; carece de líneas rectas, son onduladas, y se combina el vano, que permite la iluminación y ventilación de las habitaciones exteriores, y el lleno, creándose un juego de luces y sombras que proporcionan matices visuales en el exterior. Elementos que enriquecen la fachada son las barandas de forja y las líneas de molde en su parte superior. La fachada es autoportante; está conectada a cada piso mediante vigas de hierro.

En el interior se combinan ángulos agudos y obtusos con pasillos curvos. No hay dos habitaciones iguales y ninguna está al mismo nivel.

Sobre los cinco pisos destinados a viviendas se dispone el zaguán, que alberga los trasteros. Para su construcción se emplearon 270 arcos parabólicos de diferentes alturas y para la cubierta la volta catalana o bóveda de ladrillo.

La azotea se presenta escalonada y con elementos decorativos originales en sus formas que esconden las chimeneas, torres de ventilación y escaleras de acceso. Los elementos decorativos son cruces gaudianas o de cuatro brazos y cabezas de guerreros protegidos por yelmos. Algunas superficies están cubiertas de trencadís o cerámica de deshecho.

La azotea está decorada con figuras originales en su forma.
En primer plano cabezas de guerreros con yelmo.
Detrás la cruz guadiana o de cuatro brazos está recubierta con trencadís
  

De la decoración del edificio destacan las pinturas murales al óleo sobre yeso de los vestíbulos de entrada y escaleras de acceso, las inscripciones de poemas y canciones populares de algunas habitaciones y en el exterior la leyenda “Ave María gratia plena, Dominus tecum”, es decir, “Ave María llena eres de gracia, el Señor está contigo”.

La Casa Milà es Monumento Histórico-Artístico desde 1969 y la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1984. Caixa Catalunya la compró en 1986.

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