El obispo Odoario mandó construir la primera catedral de Lugo en el siglo VIII. Este edificio quedó muy dañado en el siglo XI, después del incendio de 1027 y el atrincheramiento en el mismo del conde Rui Ovequez en 1086 tras sublevarse contra el rey Alfonso VI de Castilla. El obispo Pedro III decidió impulsar la construcción de la nueva catedral de Santa María de Lugo, encargando las obras al maestro Raimundo de Monforte, que las inició en 1129. En la catedral se suceden los estilos románico, gótico, renacentista, barroco y neoclásico.
Raimundo
de Monforte diseñó una planta que se ajustaba al modelo tardorrománico de tres
naves, divididas en seis tramos, rematadas en ábsides semicirculares, y un
crucero muy desarrollado. Desde la segunda mitad del siglo XII las obras
discurrieron a un ritmo lento, lo que explica que la estética de la catedral
asumiese formas góticas: en el siglo XIV la cabecera románica se sustituyó por
otra de gran desarrollo con girola tras el altar mayor con cinco ábsides,
siendo el central de mayores proporciones; además, se levantó un transepto
marcado con lo que la planta de la catedral adoptó la forma de cruz latina. El
centro de la catedral está ocupado por el coro, realizado por Francisco de Moure en el siglo XVII.
La
nave principal se cubre con una bóveda de cañón apuntada y las laterales y el
crucero con bóvedas de arista. Se sustentan en pilares con semicolumnas
adosadas, sobre los que también descansan los arcos fajones y los formeros.
Sobre las naves laterales discurre una tribuna, que se abre a la nave principal
a través de vanos bíforos de arcos apuntados enmarcados por un arco de medio
punto; la tribuna está cubierta por bóvedas de cañón. Un elemento decorativo
que recorre los muros interiores es el taqueado jaqués.
Elementos destacados del interior de la catedral de Santa María de Lugo son la capilla mayor, el coro, la capilla de San Froilán y la capilla de la Virgen de los Ojos Grandes.
La capilla mayor se levantó en el siglo XIV sustituyendo a la románica del maestro Raimundo de Monforte del siglo XII y de estilo románico. Presenta una cabecera con cinco ábsides, más desarrollado el central, y deambulatorio tras el altar mayor. Después del terremoto de Lisboa de 1755 se derrumbó, procediéndose a su restauración; José Terán levantó un segundo piso de estilo neoclásico, pero las pinturas que la decoran son barrocas.
El
coro se sitúa en el centro de la nave principal. Lo llevó a término Francisco
de Moure, terminándola en 1624. La sillería suma 27 asientos en el nivel bajo y
37 en el alto. Llaman la atención del espectador los medallones que adornan los
respaldos.
La capilla de San Froilán se fundó en 1480 por García Gómez de Gayoso, pero en el siglo XVII fue reformada. Presenta pilastras adosadas a los muros perimetrales y bóveda de cañón. Como elementos decorativos acoge un retablo de modestas proporciones, que recibe una imagen de san Froilán, patrón de Lugo, obra de Francisco de Moure.
La capilla de la Virgen de los Ojos Grandes la levantó Fernando Casas y Novoa en el siglo XVIII. Ofrece planta de cruz griega cubierta por una cúpula hemiesférica y cuatro bóvedas gallonadas. El elemento decorativo principal es un retablo-camerín, que acoge la imagen de la Virgen de los Ojos Grandes, patona de Lugo.
Del exterior de la catedral de Santa María de Lugo llaman la atención la cabecera, la Torre Vieja, la portada norte y la fachada principal.
La cabecera se ajusta a la estética gótica. Los vanos que iluminan el interior son apuntados bíforos enmarcados dentro de un arco apuntado. Además, arcos arbotantes saltan del segundo piso al primero y en este se apoyan en contrafuertes que separan los vanos del primer piso.
La Torre Vieja se levantó en el siglo XIV en estilo gótico y se amplió en el XVI respetándose el mismo estilo. Los dos primeros pisos son de planta cuadrada; el primero es macizo en su parte inferior y en la parte superior se abren vanos geminados apuntados; el segundo piso acoge las campanas, que se ven a través de dobles vanos de medio punto. El tercer cuerpo es de planta octogonal y lo remata una balaustrada; es obra de Juan de Arce.
La puerta norte de la catedral es uno de los elementos más llamativo de la catedral de Santa María de Lugo. Es obra de Raimundo de Monforte y se realizó hacia 1170. Cuenta con tres columnas a cada lado, sobre basamento, fuste liso y capitel adornado con motivos vegetales, otras tantas arquivoltas y una chambrana, las cuatro lisas, sin decoración. El tímpano acoge un Cristo en Majestad, del que cuelga un pinjante, ocupado por el tema de la Última Cena. El Tetramorfos que rodeaba al Cristo en Majestad se perdió. Los herrajes de la puerta son elemento decorativo original.
La fachada principal de catedral de Santa María
de Lugo la diseñó Julián Sánchez Bort
en estilo neoclásico y la ejecutó José
Elejalde. Se construyó a finales del siglo XVIII. Cuenta con dos pisos y
cinco calles, siendo la central la de más anchura, las de los extremos se
corresponden con las torres esquineras; las calles están separadas por
pilastras y columnas de orden gigante; un frontón triangular culmina el cuerpo
central; cinco esculturas coronan la fachada, la de la Fe, en el centro, y las
de los evangelistas a los lados.
La catedral de Santa María de Lugo es Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 2015 como parte del Camino Primitivo a Santiago de Compostela.
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