La puerta norte de la catedral de Santa María de Lugo es obra del maestro Raimundo de Monforte y la llevó a término hacia 1170. Si bien se ha perdido el Tetramorfos que rodeaba al Pantocrátor sigue siendo uno de los conjuntos escultóricos más llamativos del románico español.
La
puerta norte de la catedral de Santa
María de Lugo cuenta con tres columnas a cada lado, sobre basamento, fuste
liso y capitel adornado con motivos vegetales, otras tantas arquivoltas y una
chambrana, las cuatro lisas, sin decoración. La puerta de acceso presenta forma
bilobulada, gracias al pinjante que cuelga del Pantocrátor que ocupa el tímpano. Este acoge la imagen del Pantocrátor, que estuvo rodeado por un Tetramorfos, que se ha perdido.
El
Pantocrátor aparece dentro de una
mandorla. Su disposición es frontal e inexpresiva, con el fin de ajustarse al
principio de que el Señor se sobrepuso al dolor. Aparece sentado como rey celestial,
coronado y nimbado con nimbo crucífero, que simboliza la muerte en la cruz.
Presenta barba y boca entreabierta. Con la mano izquierda sostiene el libro de
las Escrituras; la mano derecha se ha perdido, con ella debería estar
bendiciendo a quienes le observasen y entrasen en la catedral por esta puerta.
Los pies descansan sobre la base de la mandorla. El manto ofrece pliegues
angulosos.
El pinjante cuelga del Pantocrátor. Sirve para dividir en dos mitades la puerta de acceso a la catedral. Está adornado con una escultura que reproduce la Última Cena con san Juan junto a Jesús de Nazaret. Una inscripción latina describe la escena; dice así: “DISCIPVLVS DOMINI PLACIDE DANS / MEMBRA QVIETI DVM CIBAT IN CENA / CELESTIA VIDIT AM(I)ENA”, es decir, “El discípulo del Señor, dando sus miembros al reposo en la Cena, vio celestiales maravillas”. El Señor y los apóstoles presentan aspecto siriaco, cabello largo, peinados con raya en medio y levan barba; todos aparecen adornados con un nimbo para informar de su condición de santos; el nimbo de Jesús de Nazaret es crucífero.
Unos elementos llamativos de la puerta norte de la catedral de Santa María de Lugo son los herrajes, que unen los listones de madera. Presenta formas vegetales, de tallos de los que florecen volutas y puntas lanceoladas. Entre los herrajes aparecen guirnaldas.
La puerta norte de la catedral de Santa María de Lugo está amparada por un pórtico renacentista del siglo XVI, que mandó levantar el obispo Pedro Ribera.
La trascendencia de la puerta norte de la catedral de Santa María de Lugo radica en su originalidad, factura de calidad y en su influencia en algunos de los elementos que decoran la iglesia de San Vicente de Ávila.
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