sábado, 8 de febrero de 2020

Virgen de los Reyes Católicos

El cuadro Virgen de los Reyes Católicos se pintó en 1493 por encargo de los Reyes Católicos, pero se desconoce su autor.
  
Anónimo: Virgen de los Reyes Católicos, 1493.
Estilo: Gótico.
Técnica: Óleo y temple sobre tabla.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 123 x 112 cm.
Museo Nacional del Prado, Madrid, España.


La escena se desarrolla en una dependencia interior con ventanas al fondo que dejan ver un paisaje flamenco con construcciones góticas.

En el centro de la composición, a modo de eje de simetría, aparece la Virgen María con el Niño Jesús en su regazo. La Virgen está sentada en un trono, vestida con un manto rojo con adornos dorados, símbolos de la pasión y la gloria que espera al Niño Jesús. Su cabello es oro peinado con raya en medio y su piel, como la del Niño Jesús, es blanca esmalte. El Niño Jesús aparece vestido con un paño transparente. Tras ellos, para resaltar su dignidad, aparece un tapiz dorado.

A cada lado de la Virgen un grupo de cuatro personas. A la derecha aparecen la reina Isabel la Católica, la infanta Isabel, Pedro de Arbués, inquisidor de Aragón, los tres en posición orante, y santo Domingo de Guzmán, con un libro en la mano izquierda, que le identifica como doctor de la Iglesia, y un lirio en la mano derecha, que refuerza su devoción hacia la Virgen María. A la izquierda se reconocen el rey Fernando el Católico, el infante don Juan, Tomás de Torquemada, inquisidor de Castilla, los tres en posición orante, y santo Tomás de Aquino, que sostiene en la mano derecha un libro, que le identifica como doctor de la Iglesia, y una maqueta del Real monasterio de Santo Tomás de Ávila, del que es patrón. Los santos aparecen con nimbos, símbolo de santidad, y visten de azul, símbolo de eternidad, y blanco, símbolo de pureza.

La perspectiva viene marcada por las baldosas, la tarima sobre la que se dispone el trono de la Virgen, las alfombras y los reclinatorios de los Reyes Católicos.

Los colores de los vestidos son vivos y pastel los de las baldosas y tarima.

La luz es nítida e ilumina con absoluta claridad toda la estancia donde se desarrolla la escena.

Otras características son la expresión exagerada de los rostros, siluetas definidas y paños angulosos en los vestidos.

Se desconoce el autor del cuadro. Se atribuye por motivos diversos a los flamencos Michael Sittow y Juan de Flandes y a los españoles Pedro de Berruguete y Fernando Gallego.

La primera ubicación de Virgen de los Reyes Católicos fue la capilla del Cuarto Real del Real monasterio de Santo Tomás de Ávila y con la desamortización de Mendizábal (1836) se trasladó al Museo de la Trinidad. Hoy se encuentra en el Museo Nacional del Prado.

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