sábado, 21 de marzo de 2015

Retablo mayor de la cartuja de Santa María de Miraflores, de Gil de Siloé

Se sabe poco de la vida de Gil de Siloé antes de su llegada a Castilla en 1486. Durante sus primeros años en Burgos se le conoció como Gil de Amberes por lo que se afirma su origen flamenco. Sus obras más sobresalientes se encuentran en la cartuja de Santa María de Miraflores y son el sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal (1486-1493), el sepulcro del infante Alfonso (1489-1493) y el retablo mayor (1496-1499).

El retablo mayor de la cartuja de Santa María de Miraflores se hizo por encargo de la reina Isabel la Católica. Se inició en 1496 y se concluyó en 1499. Gil de Siloé se ocupó de su diseño y de la mayoría de las esculturas y Diego de la Cruz de esculpir las figuras de san Pedro y de san Pablo y del policromado y dorado del retablo. Se utilizó el oro traído de América por Cristóbal Colón para dorar el retablo.

El retablo está compuesto por dos cuerpos rectangulares: el inferior, de menor tamaño y dividido en calles, y el superior, doble en superficie y dividido en círculos.

El eje del cuerpo inferior lo constituye el Sagrario. Sobre él un nicho cuadrado alberga seis altorrelieves fijos a un torno giratorio que representan otras tantas escenas del año litúrgico (Nacimiento, Bautismo, Resurrección, Ascensión, Pentecostés y Ascensión de María). Las figuras del cuerpo inferior son, de izquierda a derecha, santa Catalina de Alejandría, san Juan Bautista, santa María Magdalena y Santiago apóstol. Están representadas las escenas de la Anunciación, la Adoración de los Reyes, la Última Cena y el Prendimiento. En el extremo izquierdo aparece el rey Juan II guiado por el apóstol Santiago y el escudo de Castilla y León; y en el extremo derecho la reina Isabel, su santa patrona, Juan el Bautista y el escudo de Castilla y León, y Portugal. Los reyes aparecen en posición orante.

Gil de Siloé: Retablo mayor de la cartuja de Santa María de Miraflores, 1499.
Estilo: Gótico.
Técnica: Madera policromada y dorada.
Temática: Religiosa.
Cartuja de Santa María de Miraflores, Burgos, España.


El centro del cuerpo superior está ocupado por una corona de ángeles que contiene a Cristo Crucificado. La cruz está sostenida a la izquierda por el Padre Eterno, con capa pluvial y tiara pontificia, y a la derecha por el Espíritu Santo, con túnica y corona imperial. Sobre la cruz, el pelícano, símbolo del amor divino. Dentro de este círculo aparecen otros cuatro que contienen escenas de la Pasión de Cristo: Oración en el Huerto, la Flagelación, el Camino del Calvario y la Piedad. Fuera del círculo central aparecen esculpidos san Pedro y san Pablo. En los círculos superiores los evangelistas san Juan y san Mateo y en los inferiores los evangelistas no apóstoles san Marcos y san Lucas. En los espacios triangulares aparecen los cuatro santos doctores de la Iglesia occidental: san Agustín, san Ambrosio, san Gregorio y san Jerónimo. El cuerpo superior está cerrado en tres de sus cuatro lados por doce estatuas de santos.

La Crucifixión es el tema central del retablo mayor de la cartuja de Santa María de Miraflores.


De la descripción del retablo mayor de la cartuja de Santa María de Miraflores se sacan las siguientes conclusiones:
  • Se sustituyó la estructura tradicional en calles por la estructura de círculos, inspirada en los medallones y rosarios germanos, que Gil de Siloé conocía por sus orígenes.
  • Prevalece un orden geométrico y simétrico estricto.
  • Es evidente el horror vacui por la multitud de figuras que aparecen en el retablo.
  • Talla precisa de las figuras y fuerza expresiva de las mismas.
  • Visión humana de Cristo al que se presenta sufriendo y muriendo.
  • Multitud y jerarquía de los mensajes: la Crucifixión, medio elegido por Jesús de Nazaret para redimir al hombre, ocupa el centro del retablo; la Trinidad, con las figuras del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en el círculo central del retablo; el apostolado, la santidad y la Iglesia, con las figuras de los cuatro evangelistas, los cuatro santos doctores de la Iglesia occidental y los muchos santos que pueblan el retablo; y la fuerza de la oración, con los reyes Juan e Isabel en posición orante.
Las características del retablo mayor de la cartuja de Santa María de Miraflores le hacen singular y hacen de Gil de Siloé un artista sobresaliente en el arte gótico español.

No hay comentarios:

Publicar un comentario