sábado, 2 de marzo de 2024

Defensa de Cádiz contra los ingleses, de Zurbarán

Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, 1598-Madrid, 1664) se formó como pintor en el taller de Pedro Díaz de Villanueva. Se instaló en Llerena en 1617, en Sevilla en 1626 y en Madrid en 1658. Pintó por encargo para la Iglesia y varias órdenes religiosas ajustándose a los principios del Concilio de Trento (1545-1563) y de la Contrarreforma. Pintó lienzos de diversas temáticas, sobresaliendo como pintor religioso. Sus mejores años transcurrieron entre 1626 y los años cuarenta del siglo XVII con obras como San Serapio (1628), Aparición de san Pedro crucificado a san Pedro Nolasco (1629), Apoteosis de santo Tomás de Aquino (1631) y Santa Casilda (1640). Apenas pintó cuadros de temática histórica, destacando Defensa de Cádiz contra los ingleses (1634). Desde mediados del siglo XVII su arte se estanca y su principal mercado será América; sin embargo, de esos años es San Hugo en el refectorio de los cartujos (1655), su obra maestra.

Francisco de Zurbarán: Defensa de Cádiz contra los ingleses, 1634.
Estilo: Barroco.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Temática: Histórica.
Dimensiones: 302 x 323 cm.
Museo Nacional del Prado, Madrid, España.

  

Zurbarán fue llamado por el conde-duque de Olivares para participar en la decoración del Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro de Madrid. Habría de pintar diez cuadros mitológicos relacionados con los trabajos de Hércules y dos cuadros históricos, de los que solo se conserva Defensa de Cádiz contra a los ingleses, el otro cuadro, Socorro de Cádiz, se ha perdido.

En Defensa de Cádiz contra los ingleses se recrea un hecho acontecido en 1625 en el contexto de la guerra de los Treinta Años (1618-1648). El rey Carlos I de Inglaterra declaró la guerra a la Monarquía Hispánica en 1624 con el fin de hacerse con el comercio con las Indias. Para conseguirlo atacaron Cádiz un año después. La fuerza inglesa estaba integrada por cien naves y 10.000 hombres bajo las órdenes de sir Henry Cecil. El ejército español causó miles de bajas entre los ingleses, una vez que desembarcaron. Las tropas inglesas, tras perder 2.000 hombres, decidieron retirarse. Inglaterra renunció a intentar una vez más invadir España.

De la defensa de Cádiz se encargó Fernando Girón y Ponce de León, que, enfermo de gota, hubo de dirigir las operaciones militares sentado en una silla. Recibe sus órdenes Diego Ruiz, teniente de maestre de campo, de pie en el centro del cuadro. A continuación de este aparece Lorenzo Cabrera, corregidor de Cádiz, a quien le faltaba el brazo izquierdo, defecto que se disimula anteponiéndose otro caballero, que da la espalda a los espectadores. Quien está detrás de Fernando Girón y Ponce de León es Manuel Pérez de Guzmán, duque de Medina Sidonia. Todos los personajes aparecen vestidos con uniformes militares de gala, excepto el duque de Medina Sidonia, que aparece como caballero de la Orden de Santiago.

Todos estos personajes y otros que los acompañan se encontraban en lo alto de las murallas de Cádiz, desde donde tenían una inmejorable panorámica de las operaciones militares que se venían desarrollando.

En cuanto a la composición de la escena cabe decir que los personajes que la ocupan se concentran en el primer plano. El paisaje y los navíos y soldados que participaron en la batalla ocupan el resto del cuadro. El fondo lo llena el paisaje que rodea la bahía de Cádiz.

La paleta de colores combina cálidos y fríos, estos atenuados por la luz que llena el cuadro. Las sombras que proyectan los personajes que se agolpan en el primer plano permite concluir que la luz entra desde el lado superior izquierdo.

Las texturas de los ropajes son realistas, igual que los brillos de las armaduras.

Sin embargo, el aspecto de la batalla y el paisaje desmerecen las calidades de la escena que se desarrolla en el primer plano.

La importancia de Defensa de Cádiz contra los ingleses radica en su valor propagandístico y en ser uno de los pocos cuadros de contenido histórico que pintó Zurbarán, a quien se le conoce por sus cuadros religiosos y bodegones.

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