sábado, 7 de noviembre de 2020

Museo de Huesca

El Museo de Huesca fue una iniciativa de la Comisión Provincial de Monumentos con el fin de acoger las pinturas reunidas tras la desamortización de Mendizábal de 1836. En 1845 los fondos del museo se trasladaron del edificio de la Compañía de Jesús al Colegio Mayor de Santiago. En 1873 tuvo lugar la fundación formal del Museo de Huesca por iniciativa de Valentín Cardera, artista, coleccionista y divulgador, que donó su colección privada al museo. En 1879 el Museo de Huesca recibió en depósito lienzos del Museo de la Trinidad, hoy Museo Nacional del Prado. En 1918 el Museo de Huesca pasó a ser estatal. En 1967 trasladó su sede a la antigua Universidad de Huesca o Sertoriana.

La tabla San Vicente mártir (1470), de Bernardo de Arás, es la pieza más destacada del arte gótico que atesora el Museo de Huesca.


Los fondos del Museo de Huesca se distribuyen en las siguientes salas:

  • Prehistoria. Ofrece restos desde el Paleolítico Inferior al Calcolítico, entre 250000 y 1800 a.C. Destacan la cerámica neolítica de la cueva de Chaves (4000 a.C.) y la calcolítica de la cueva Drólica (1800 a.C.).
  • Protohistoria. Reúne piezas desde la Edad del Bronce hasta el siglo I a.C. Llaman la atención la cerámica de Vincamet y las monedas de Bolskan.
  • Época romana. Los restos más interesantes de la dominación romana son la cerámica de mesa de Terra Sigillata, los restos de Villa Fortunatus y las monedas republicanas e imperiales.
  • Alta Edad Media. Llaman la atención la orfebrería visigoda, destacando el Tridente de Witiza, la alfarería andalusí de Zafranales y del arte románico el Cristo crucificado de Azlor.
  • Baja Edad Media. Del arte gótico sobresalen la tabla San Vicente mártir, de Bernardo de Arás (1470) y El Calvario, del círculo de Pedro García Benabarre (ca. 1490).


El Museo de Huesca exhibe obras del maestro de Sigena, una de ellas es La Anunciación (1515-1519).


  • Renacimiento. Gil de Bramante es representante del arte renacentista de tradición gótica como muestra el relieve La resurrección de Lázaro (ca. 1500). Pero las mejores obras renacentistas que alberga el Museo de Huesca son las cuatro tablas del retablo mayor del monasterio de Santa María de Sigena (1515-1519).
  • Siglo XVII. Llaman la atención Santa Teresa de Jesús (1665), de Vicente Berdusán, y El bautismo de Jesús (1667), de Juan Pareja.
  • Goya y su época. Esta sala recibe obras de Francisco Bayeu, destacando el retrato Paula Melzi de Eril (1778), y de Goya cuatro litografías de la serie Toros de Burdeos (1825).
  • Pintura de historia. En esta sala destacan la obra de José Casado de Alisal La campana de Huesca (1880).
  • Pintores oscenses de entre siglos. Cuatro pintores destacaron entre los siglos XIX y XX: León Abadías, Martín Coronas, Félix Lafuernte y Anselmo Gascón de Gotor.
  • Ramón Acín. Artista, periodista y colaborador gráfico de El Diario de Huesca es autor del retrato Conchita Monrás (1934).
  • La Universidad Sertoriana. Recibe cuadros, caso de Minerva y Sertorio (1768), de Juan Andrés Merklein, y objetos de orfebrería.
  • Valentín Carderera. Reúne obras de gran valor donadas por Valentín Carderera. Cabe citar el retrato Valentín Carderera (1846), de Federico Madrazo.

Entre los artistas que pintaron cuadros de temática histórica sobresale José Casado de Alisal. Es autor de La campana de Huesca (1880).

  

Además, la biblioteca del Museo de Huesca acoge más de 16.000 volúmenes.


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