sábado, 6 de abril de 2019

Diego de Siloé

Diego de Siloé (Burgos, 1495-Granada, 1563) fue arquitecto y escultor renacentista. Se formó con su padre Gil de Siloé y Felipe Bigarny. Viajó a Italia entre 1517 y 1519, donde terminó de formarse estudiando a los artistas italianos.

La carrera profesional de Diego de Siloé pasó por dos etapas:
  • Burgalesa, de 1519 a 1528.
  • Andaluza, de 1528 a 1563.

La etapa burgalesa (1519-1528) le sirvió a Diego de Siloé para evolucionar como arquitecto del estilo gótico al renacentista. La obra más importante es la Escalera Dorada de la catedral de Santa María de Burgos, que se construyó entre 1519 y 1522. Sustituyó a la escalera románica anterior, destruida tres años antes. Salva el desnivel entre la puerta de la Coronería y el interior de la catedral en el crucero norte. Consta de tres tramos, que en dos alturas acoge tres hornacinas en forma de arco de triunfo. La Escalera Dorada está decorada con querubines, escudos de armas y ornamentos vegetales. La baranda de hierro es obra del maestro Hilario.

La Escalera Dorada de la catedral de Santa María de Burgos es una de las obras más importantes de Diego de Siloé.


La etapa andaluza (1528-1563) de Diego de Siloé es de plenitud renacentista. Sus obras más sobresalientes son la Santa iglesia catedral metropolitana de la Anunciación de Granada, la iglesia del monasterio de San Jerónimo de Granada, la Sacra Capilla de la iglesia del Salvador de Úbeda y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Illora.

Diseñar la Santa iglesia catedral metropolitana de la Anunciación de Granada encumbró a Diego de Siloé como arquitecto renacentista.


Diego de Siloé se hizo cargo de las obras de la Santa iglesia catedral metropolitana de la Anunciación de Granada en 1529. Modificó el proyecto de Enrique Egas, de estilo gótico, para convertir la catedral granadina en un edificio renacentista. La planta es de cinco naves. Los soportes imitan a los que utilizó Rossellino en la catedral de Nuestra Señora de Asunción de Pienza, pilar cuadrado con columnas corintias sobre pedestales adosadas en los frentes, un segmento de entablamento y un pilar. A la cabecera se accede a través de un arco de triunfo alabeado; está formada por la capilla mayor, cubierta por una gran cúpula, que permite iluminar el altar mayor, doble girola y nueve capillas absidiales, cinco de mayor tamaño. Las obras de la catedral terminaron en 1537.

La iglesia del monasterio de San Jerónimo de Granada se ajusta al modelo de iglesia de la Orden de San Jerónimo, de cruz latina, coro elevado a los pies y altar tras una escalinata. La decoración es abundante a base de casetones, veneras y grupos escultóricos.

La iglesia del Salvador de Úbeda la mandó construir Francisco de los Cobos en 1536, del proyecto inicial se encargó Diego de Siloé, de su realización Andrés de Vandelvira, de la decoración Esteban Jamete y de la reja Francisco de Villalpando. La construcción se inició en 1540 y se consagró en 1559. La Sacra Capilla se concibió como lugar de enterramiento de la familia De los Cobos. Presenta nave central de 22 x 11 m. y una altura de 28 m., capillas laterales entre contrafuertes y una cabecera circular cubierta con una gran cúpula. Como elementos decorativos destacan figuras humanas –cariátides, atlantes y hermes–, heráldicos, de divinidades clásicas, del Antiguo Testamento y de la vida de Jesús de Nazaret.

Vista de la cúpula de la Sacra Capilla de la iglesia del Salvador de Úbeda.


La iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de Illora la mandaron construir los Reyes Católicos tras la reconquista de la localidad en 1486. Su construcción se inició en 1541 y se concluyó en 1573 siguiendo los planos de Diego de Siloé, y en la que participaron Juan de Maeda y Martín Bolívar, que se encargó de la capilla mayor y la torre. La iglesia es de nave rectangular con capillas poco profundas entre los contrafuertes. La portada de la iglesia está dedicada a la Anunciación con el fin de simbolizar el inicio de una nueva etapa en Illora, la que comenzó con los Reyes Católicos.

La labor como arquitecto de Diego de Siloé influyó en obras como la catedral de la Encarnación de Almería, la Santa iglesia catedral basílica de la Encarnación de Málaga, la de la Encarnación de Guadix, la catedral basílica de la Asunción de María Santísima de Guadalajara (México), la basílica catedral de San Juan Evangelista de Lima y la catedral basílica de la Virgen de la Asunción de Cuzco, ambas en Perú.

 El Diego de Siloé escultor es renacentista, sin reminiscencias góticas. Sus obras más destacadas son Virgen con el Niño de la catedral de Santa María de Burgos, Virgen con el Niño del Museo de Bellas Artes de Granada, Sagrada Familia del Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid y Sepulcro del obispo Zuazola en la capilla de la Piedad de la iglesia de San Miguel Arcángel de Oñate. Se caracterizan por presentar una composición cerrada.

Virgen con el Niño de la catedral de Santa María de Burgos se presenta bajo un arco de medio punto sobre pilastras clásicas. La Virgen María se inclina sobre el Niño formando una semicircunferencia. Ambos se muestran cariño. La Virgen deja por un instante el libro, que sirve para identificarla como intercesora entre los hombres y Dios. Las formas son rotundas con el fin de trasmitir firmeza. Cuatro ángeles cierran la escena.

Virgen con el Niño del Museo de Bellas Artes de Granada (1547). Las esculturas de Diego de Siloé se caracterizan por presentar una composición cerrada.


Virgen con el Niño del Museo de Bellas Artes de Granada presenta una composición circular. La Virgen rodea con los brazos al Niño, que se apoya en una peana. Ella muestra una actitud serena y protectora. La escena se completa con dos dragones alados que flanquean una concha. Hay restos de la policromía original, verde y dorado en los dragones, y una greca dorada en el borde del manto de la Virgen María.

Sagrada Familia del Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid presenta una composición cerrada que se articula sobre cuatro diagonales, las del Niño, la Virgen María, san Juan y san José. San Juan ofrece un cesto de frutas al Niño, que se aleja. San José ocupa un papel secundario. Destaca el contraposto del Niño y el tratamiento naturalista del cabello de los personajes.

En Sagrada Familia del Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid (1547) san José ocupa un papel secundario frente a la Virgen, el Niño y san Juan.


El Sepulcro del obispo Zuazola en la capilla de la Piedad de la iglesia de San Miguel Arcángel de Oñate está empotrado en la pared y esculpido en mármol blanco. El tema principal es la figura del obispo en posición orante, asistido por una virtud. Abundan los grutescos y escenas alegóricas. En el retablo se reconoce el escudo de armas de Rodrigo Mercado de Zuazola.

Otras esculturas de Diego de Siloé son Martirio de san Juan Bautista del Museo Colegio de San Gregorio de Valladolid, Imposición de la casulla a san Ildefonso de la catedral de Santa María de Toledo y San Jerónimo penitente del retablo de San Pedro de la Capilla del Condestable de la catedral de Santa María de Burgos.

Diego de Siloé fue uno de los artistas que contribuyó a consolidar el estilo renacentista en España.

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