jueves, 13 de diciembre de 2018

Niños en la playa, de Sorolla

Joaquín Sorolla (Valencia, 1863-Cercedilla, 1923) es uno de los grandes pintores españoles. Se le asocia con el impresionismo y el postimpresionismo. Inició su formación en la Escuela de Artesanos de Valencia en 1874, bajo la dirección de Cayetano Capuz. En 1879 ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia; su profesor Gonzalo Salvá le inició en la práctica impresionista de pintar al aire libre. En 1881 amplió su formación académica con su visita al Museo del Prado, donde estudió a Velázquez, Ribera y El Greco. En 1885 viajó a Roma pensionado por la Diputación Provincial de Valencia, allí estudió el arte clásico y renacentista. Entre sus cuadros más destacados hay que citar Cordeleros de Jávea (1898), Triste herencia (1899), El pescador (1904), Paseo a orillas del mar (1909), Niños en la playa (1910) y la serie Regiones de España, más conocida como Visión de España (1913-1919) para The Hispanic Society de Nueva York.

Joaquín Sorolla: Niños en la playa, 1910.
Estilo: Postimpresionismo.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Temática: Costumbrista.
Dimensiones: 118 x 185 cm.
Museo Nacional del Prado, Madrid, España.


Niños en la playa es una escena cotidiana de la España mediterránea de la época, la de unos niños desnudos bañándose en el mar. Los tres niños aparecen tendidos boca abajo sobre la arena de la playa adoptando distintas posturas; en primer plano un niño rubio y pálido, apoyado en el codo izquierdo, conversa con el niño que aparece en segundo plano, moreno de piel y de cabello negro, que gira la cabeza hacia el niño rubio, al fondo, el tercer niño, también moreno de piel y cabello, aparece con los brazos estirados hacia delante, ajeno a la conversación que mantienen sus dos amigos.

Sorolla muestra su técnica magistral en cuanto al tratamiento del color, la luz y las sombras y la textura del agua, la arena y la piel de los niños.

El niño rubio ofrece una anatomía mejor perfilada que la de sus compañeros, que aparecen semihundidos en la arena de la playa.

La gama de colores es escasa, amarillo, malva, tierra y violeta en diversas tonalidades, además del blanco y el negro.

La luz es intensa, resbala por los cuerpos de los muchachos y se refleja en el agua del mar. Permite que las sombras, el agua y la arena se muestren en distintas tonalidades y texturas.

Las pinceladas son amplias, sueltas y rápidas, lo que permite reflejar con realismo el movimiento de las olas contra los cuerpos de los niños.

Otra virtualidad de Niños en la playa es la de transmitir optimismo y alegría de vivir.

Aunque a Sorolla se le relaciona con el impresionismo y el postimpresionismo Niños en la playa pone en evidencia su singular estilo dentro de esos movimientos pictóricos. Su pintura se reconoce y se muestra inconfundible por el tratamiento magistral de la luz, protagonista de todos sus lienzos.

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