sábado, 23 de enero de 2016

El dos de mayo de 1808 en Madrid, de Goya

Francisco de Goya (Fuendetodos, España, 1746-Burdeos, Francia, 1828) se formó como pintor en el taller de José Luzán (1760-1761), en la Real Academia de Bellas de San Fernando (1763-1766), en Roma (1770-1771) y con Francisco Bayeu a su regreso a España. Destacó como cartonista, grabador y pintor; como cartonista en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara (1775-1792); como grabador con sus series Los Caprichos (1799), Los Desastres de la Guerra (1815), La Tauromaquia (1816), Los Disparates o Proverbios (1820-1823),  y Los toros de Burdeos (1825); y como pintor desarrolló los más diversos géneros: religioso con los  frescos de la iglesia de San Antonio de la Florida (1789), patriótico con El dos de mayo de 1808 en Madrid y El tres de mayo de 1808 en Madrid (ambos de 1814), y el retrato con Los duques de Osuna y sus hijos (1788), La duquesa de Alba (1795) y La condesa de Chinchón (1800) y La familia de Carlos IV (1800-1801). Entre su producción más singular se cuentan las Pinturas Negras de la Quinta del Sordo en Madrid (1820-1823). Fue nombrado pintor del rey en 1786 y de cámara en 1789.

En carta de 24 de febrero de 1814 Goya hizo saber al Consejo de Regencia, presidido por el infante cardenal de Toledo don Luis de Borbón y Vallabriga, “sus ardientes deseos de perpetuar por medio del pincel las más notables y heroicas acciones o escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa”. La propuesta fue aceptada y la Tesorería Mayor financió el proyecto.

No hay constancia de que Goya fuese testigo directo de los acontecimientos sucedidos en Madrid en mayo de 1808, pero se documentó al detalle a partir de las estampas de López Enguídanos, publicadas en 1813. Sin embargo, el lienzo de Goya no guarda similitud alguna con una sola de las estampas y sí con la serie de grabados Los Desastres de la Guerra.

La escena que se representa en el cuadro está ambientada en Madrid. Hay un cierto consenso en afirmar que el escenario es la Puerta del Sol con el Palacio Real al fondo.

Los sucesos representados en el lienzo son los acaecidos en la mañana del 2 de mayo de 1808 en Madrid tras la invasión francesa. El pueblo de Madrid se levantó contra el ejército francés, dirigido por el general Murat. Los madrileños, armados con cuchillos, atacaron a la mejor unidad del ejército napoleónico, los mamelucos, mercenarios egipcios, y a un dragón de la Emperatriz, que se distingue a la derecha de la escena, los franceses a caballo y los españoles a pie.

La intención del cuadro es doble: por una parte, exacerbar el sentimiento nacional español y cristiano frente al invasor francés que se vale de tropas musulmanas y, por otro, denunciar la irracionalidad de la guerra.

Francisco de Goya: El dos de mayo de 1808 en Madrid, 1814.
Estilo: Romanticismo.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Temática: Histórica.
Dimensiones: 268 x 347 cm.
Museo Nacional del Prado, Madrid, España.
  

Goya utilizó para el boceto del cuadro un soporte poco habitual entonces, papel sobre madera, debido a la falta de lienzo dada la carencia de materiales y la carestía que se padecía en 1814, tras seis años de guerra.

La escena es abigarrada; las figuras se concentran en el primer plano. El centro de la composición lo forma el soldado mameluco muerto que cae del caballo y dos patriotas españoles, el que dio muerte al invasor y el que mata al caballo. En el suelo ya aparecen los primeros caídos por ambos bandos en la guerra de la Independencia y en el segundo plano diversos grupos enzarzados en una lucha despiadada.

La fuerza expresiva de los personajes es sobresaliente; los sentimientos de miedo y odio se reflejan en el rostro de los invasores y los de rabia y pundonor en el de los españoles.

El dramatismo y el movimiento se exaltan mediante escorzos y torsiones violentas, las miradas de los caballos, la pincelada suelta y estableciendo marcados contrastes entre los colores.

Goya con El dos de mayo de 1808 en Madrid influyó en Delacroix, que en La Libertad guiando al pueblo (1830) quiso resaltar el papel del pueblo francés en la revolución de julio de 1830, la que puso fin al absolutismo de Carlos X.

El dos de mayo de 1808 en Madrid se destinó al Cuarto del Rey del Palacio Real de Madrid, en 1834 se depositó en el Museo del Prado, donde se expuso por primera vez en 1868, coincidiendo con la nacionalización del museo. En 1936 el Gobierno de la Segunda República lo sacó del Museo del Prado con destino Ginebra; en el viaje, a la altura de Benicarló, sufrió un accidente y se deterioró. El cuadro fue restaurado dos veces, en 1941 y en 2008.

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