sábado, 10 de abril de 2021

Casa Calvet, de Gaudí

Antonio Gaudí (Reus, 1852-Barcelona, 1926) trabajó como delineante antes de obtener el título de arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en 1878. Es el mejor representante del modernismo en España y por su obra original se le considera uno de los arquitectos más sobresalientes de todos los tiempos. Revolucionó la arquitectura al inspirarse en la naturaleza para crear nuevos elementos arquitectónicos. Entre sus obras más destacados hay que citar la Casa Calvet, construida entre 1898 y 1900, dentro de su etapa naturalista (1898-1914).

La fachada de la Casa Calvet es de inspiración barroca.

  

Gaudí levantó la Casa Calvet en el Ensanche de Barcelona por encargo del industrial textil Pedro Mártir Calvet.

El edificio debía cumplir funciones residenciales y comerciales, lo que explica su estructura y distribución de espacios: el sótano se dedicaría a almacén textil, el piso bajo a tienda, el piso principal a vivienda de los propietarios del inmueble, el resto de plantas a viviendas en alquiler y la azotea a terraza.

La fachada es de inspiración barroca. Los sillares están tallados al modo romano antiguo. La planta baja presenta cinco huecos enmarcados por parejas de columnas, que recuerdan a bobinas textiles. La planta principal ofrece una tribuna en el centro, dos balconeras a sus lados y dos balcones en los extremos. En las tres plantas superiores se alternan tres balcones y dos balconeras. Los balcones y las balconeras cuentan con una barandilla de hierro forjado.

El elemento más llamativo de la fachada es la tribuna de la planta noble. La clave del arco que culmina la puerta principal está decorada con elementos con una fuerte carga simbólica: las ramas de olivo representan la paz, las cuatro barras a Cataluña, el ciprés la hospitalidad y la “C” a la familia Calvet, propietaria del edificio. Las columnitas de la tribuna aparentan fragilidad por su pequeño diámetro; sus formas se inspiran en elementos de la industria textil, como bobinas y pernos, que simbolizan el trabajo, aunque las dos centrales presentan forma salomónica. Culmina la tribuna un ramo de narcisos, que representan la alegría de vivir, unos ramos de roble y laurel, que simbolizan la nobleza y el éxito y una cornucopia como representación del bienestar. La barandilla de hierro forjado está decorada con formas que reproducen setas, muy del gusto de Eduardo Calvet.

La tribuna es el elemento más llamativo de la fachada de la Casa Calvet.

  

La cornisa que remata la fachada presenta una línea ondulante, con tres vaguadas y dos crestas, coincidiendo estas con las balconeras. Las tres vaguadas están decoradas con otros tantos bustos de santos: san Pedro Mártir, san Ginés de Roma y san Ginés de Arlés. El espacio de las crestas está ocupado por dos balconcitos de hierro fundido con dos cartelas de hierro forjado y una argolla para pasar una soga y poder subir el mobiliario por el exterior del edificio hasta cada una de las viviendas. En la parte más alta de las crestas se lee “Any”, “Año” en catalán, y “1899”, haciendo referencia al año en el que arrancó la construcción de la Casa Calvet.

Un busto de san Ginés de Roma decora la parte alta de la fachada de la Casa Calvet.

  

En el interior de la Casa Calvet se suceden dos vestíbulos, que llevan al patio de luces, a la escalera y al ascensor. Cuatro columnas salomónicas sostienen los arcos elípticos de la escalera. Son llamativos los arrimaderos azul cobalto, los estucados de las paredes y los tiradores y mirillas de las puertas de las viviendas, las cuales adoptan formas orgánicas.

El vestíbulo que lleva a la escalera y al ascensor llama la atención por sus formas y decoración.

  

Los materiales empleados en la construcción de la Casa Calvet son piedra arenisca en la fachada principal, ladrillo y piedra artificial en la fachada posterior y granito, hierro y madera en el interior.


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