El convento
de San Esteban se comenzó a construir en 1524 por iniciativa del cardenal fray
Juan Álvarez de Toledo, hijo del segundo duque de Alba. Las obras finalizaron
en 1610. En su construcción participaron varios arquitectos, entre otros Rodrigo Gil de Hontañón. Se construyó
en estilo renacentista, pero contiene elementos barrocos en su decoración
escultórica y pictórica. Es uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad de
Salamanca.
La fachada de la
iglesia del convento de San Esteban destaca por su decoración.
El pórtico del
convento se debe a Juan de Ribero Rada.
Se levantó entre 1590 y 1592. Es de inspiración toscana: tiene forma de logia,
compuesta por diez arcos de medio punto sobre columnas dóricas. Las enjutas
están decoradas con medallones, obra de Martín Rodríguez. Su sobriedad
contrasta con la decoración generosa de la fachada de la iglesia.
El
pórtico del convento de San Esteban es de inspiración toscana.
Del convento
destacan el claustro de Pocesiones o de los Reyes, el capítulo antiguo, el
capítulo nuevo, la escalera de Soto y la sacristía.
El claustro de
Procesiones o de los Reyes se inició en 1528 y se finalizó en 1544. Es obra de fray Martín de Santiago. El piso bajo
consta de 20 arcos de medio punto renacentistas tratados a la manera gótica:
cada arco está dividido por tres maineles con capiteles tallados con grutescos,
monstruos y otros motivos. El espacio entre arcos está ocupado por medallones
en los que aparecen profetas del Antiguo Testamento. En los pilares de las
esquinas del claustro hay una hornacina con representaciones de la infancia de
Jesús de Nazaret. La cubierta es una bóveda de crucería. El piso alto consta de 40 arcos de medio punto que descansan sobre
pilastras de sección cuadrada. Los capiteles se decoran con esculturas de temática religiosa. El exterior está decorado con medallones en
los que aparecen retratados guerreros, monjes y mujeres. Las pilastras se
rematan con Hércules y Venus
de cuerpo entero que portan florones y otros objetos.
El
claustro tiene dos pisos: el inferior cuenta 20 arcos de medio punto con
maineles y el superior 40 arcos de medio punto con medallones decorativos en
las enjutas.
El capítulo
antiguo se utilizó hasta 1634. Llama la atención el artesonado de madera de la
techumbre.
Al capítulo
nuevo se accede a través de la puerta barroca. Tiene forma de arco de medio
punto, está enmarcada por pilastras estriadas, arquitrabe, friso, frontón curvo
partido y cornisa, y rematada por un ático que contiene una hornacina con un
San Esteban, escultura exenta, obra de Antonio de Paz.
La
puerta de acceso al capítulo nuevo es de estilo barroco. Está coronada por una
escultura que representa a san Esteban.
El capítulo
nuevo es obra de Juan Moreno y Alonso Sardiña patrocinada por fray
Iñigo de Brizuela, obispo de Segovia. Se construyó entre 1627 y 1634.
La escalera de
Soto fue financiada por fray Domingo de Soto, teólogo y confesor de Carlos V.
Se construyó entre 1553 y 1556. Su arquitecto es Rodrigo Gil de Hontañón. Está decorada con casetones floreados. Los
muros de la escalera están decorados con medallones. La escalera está cubierta
por una bóveda de crucería estrellada.
La sacristía
fue patrocinada por fray Pedro de Herrera, prior del convento. La obra se
inició en 1627. En el muro izquierdo de la sacristía se encuentra una escultura
orante de fray Pedro de Herrera y enfrente su sepulcro. La sacristía está
recorrida por arcos embebidos, pilastras estriadas con capiteles corintios,
hornacinas con esculturas, frontones partidos, frisos decorados con motivos vegetales,
pináculos y escudos de fray Pedro de Herrera. La sacristía está cubierta por
una bóveda de medio punto con lunetos.
La iglesia fue
patrocinada por fray Juan Álvarez de Toledo. La inició Juan de Álava en 1524 y la continuaron fray Martín de Santiago y Rodrigo
Gil de Hontañón. Se inauguró en 1610.
El
centro de la fachada de la iglesia está ocupado por el relieve de la lapidación
de san Esteban.
El
cimborrio está cubierto por una cúpula estrellada.
El retablo
mayor de la iglesia se concluyó en 1693 en estilo barroco. Destacan las
gigantescas columnas salomónicas recubiertas de pámpanos y racimos que amparan
el tabernáculo central. Entre las columnas se cobijan las esculturas Santo
Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís. El retablo y las esculturas son obra
de José de Churriguera. Corona el
retablo el cuadro Martirio de san Esteban,
de Claudio Coello.
De la iglesia conventual destaca el retablo mayor, de José de Churriguera. Se concluyó en
1693.
El fresco del coro La Iglesia Militante y Triunfante es de Antonio Palomino y se fecha en 1705.
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