viernes, 13 de marzo de 2020

Colegiata de Santa Juliana

El rey Alfonso III de Asturias mandó construir en 870 una ermita para acoger las reliquias de santa Juliana de Nicomedia, martirizada por orden de Diocleciano en 304. El rey Fernando I de Castilla tomó la ermita bajo su protección en 1045 y concedió a su abad la propiedad de la villa de Santillana del Mar y sus alrededores. En el siglo XII los monjes benedictinos que habitaban el monasterio son sustituidos por otros agustinos, el monasterio adquirió el rango de colegiata y dio comienzo la construcción de la colegiata de Santa Juliana.

La colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar es uno de los edificios más destacados del románico español.


La planta de la colegiata de Santa Juliana se estructura sobre tres naves de cuatro tramos, transepto, cimborrio, tres ábsides semicirculares, torre cilíndrica adosada a la fachada sur, una torre campanario a los pies de la iglesia, una sacristía en el crucero sur y una capilla en el norte.

Planta de la colegiata de Santa Juliana.


La portada está situada en la fachada sur, se abre a un atrio de amplias proporciones construido sobre un antiguo cementerio, está bordeado por un muro de piedra y flanqueado en su entrada por dos esculturas de leones fechadas en el siglo XVI.

El acceso a la iglesia presenta una puerta abocinada de medio punto con cuatro arquivoltas adoveladas. Las dovelas del arco y de las arquivoltas son lisas. Encima y en el centro el Pantocrátor, flanqueado por el apostolado. Sobre una cornisa, un gran frontón triangular del siglo XVII acoge, en una hornacina, una escultura barroca de santa Juliana con la palma del martirio y un diablo al que sujeta con una cadena.

Sobre la iglesia corre una logia formada por quince arcos, del siglo XVII.

A la izquierda de la portada se encuentra la casa del abad, edificio porticado del siglo XVII.

El segundo acceso a la iglesia es la entrada que permite el tránsito desde el claustro a la iglesia. Sobresale del muro, es de medio punto con una arquivolta muy sencilla. En la parte superior nueve canecillos y uno en el que aparece un hombre portando un animal sobre los hombros.

De las tres naves de la iglesia la central es más ancha que las laterales, pero igual al transepto, por lo que el crucero tiene forma cuadrada. El transepto no sobresale en planta. La nave central está separada de las laterales por arcos de medio punto que se apoyan en medias columnas adosadas a pilares cruciformes. La cubierta original era una armadura de madera, que fue sustituida por bóvedas de crucería de estilo gótico, de cuatro o seis plementos. Los brazos del transepto se cubren con bóvedas de cañón y los ábsides con bóvedas de horno.

La cubierta del cimborrio es del siglo XVIII y vino a sustituir la original sobre trompas. Se trata de una cúpula sobre pechinas, que al exterior adopta la forma de torre cuadrada, con ventanas ajemizadas.

La iglesia dispone de un coro.

El ábside central es mayor que los laterales. Se divide en el plano horizontal en dos cuerpos separados por una moldura con ajedrezado jaqués y en el vertical se divide en tres lienzos separados por dos columnas superpuestas. Hay una aspillera de pequeño tamaño flanqueada por dos pares de columnas, todo dentro de un vano de medio punto. El ábside sur sigue la misma disposición. El ábside norte está tapado en parte por una construcción posterior; un vano de medio punto presenta un tímpano con dos fieras en actitud de lucha.

Las molduras y arquivolta exterior del ábside central están adornadas con el ajedrezado jaqués.


La iglesia dispone de dos torres. La torre cilíndrica de la fachada sur es del siglo XII; está formada por cuatro cuerpos separados por tres líneas de molduras horizontales, las dos inferiores con ajedrezado jaqués y la tercera sin decoración; los tres cuerpos inferiores son macizos y el cuarto cuenta con un vano dividido por una columna que hace las veces de parteluz; la techumbre es a una vertiente. La torre cuadrada de los pies de la iglesia es del siglo XIII; está formada por tres cuerpos separados por molduras horizontales, los dos inferiores no tienen ventanas, el superior acoge las campanas y tiene cuatro vanos en cada lado; la techumbre es a cuatro aguas.

El claustro está situado en el lado norte de la iglesia. Tiene forma cuadrada. Se construyó en varias fases: el ala norte entre finales del siglo XII y principios del XIII, el ala sur y la oeste a finales del XIII y el ala este, que no es románica, en el XVI. Las galerías más antiguas están formadas por arcos de medio punto, apoyados en columnas pareadas o cuádruples, todas sobre un podio corrido.

Los elementos decorativos de la iglesia y el claustro son de carácter escultórico. Dentro de la iglesia destacan la pila bautismal con un relieve de Daniel en el foso de los leones, de finales del siglo XII, un Pantocrátor, fechado en 1200, el retablo mayor, de 1530, atribuido al taller de León Picardo, el frontal del altar en plata repujada, del siglo XVII, que oculta otro románico, y varios sepulcros, entre los que destaca el del obispo don Pelayo de Oviedo, del siglo XII.

Los elementos decorativos del claustro son las esculturas de los capiteles de las columnas, en total 41; en la galería sur 11, de carácter figurativo, en la galería oeste 15, de carácter zoomórfico y vegetal, y en la galería norte 15, de carácter vegetal.

El capitel más conocido del claustro de la colegiata de Santa Juliana está en la galería sur. Se trata de un soldado atravesando con su espada el vientre de un león. Simboliza la victoria del bien sobre el mal.


La colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar es uno de los edificios más representativos del románico del norte de España. Por ello, fue declarada Bien de Interés Cultural en 1889.

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