viernes, 20 de octubre de 2017

Retablo de San Vicente, del maestro de Estopiñán

Del pintor conocido como maestro de Estopiñán se desconoce su nombre, procedencia y carrera profesional. Los investigadores Joseph Gudiol i Cunill y Joseph Gudiol i Ricart apuntan que su ascendencia es italiana y Joan Ainaud de Lasarte da el nombre de Rómulo de Florencia, del que se sabe que en 1367 recibió el encargo de pintar un retablo por parte de la comunidad dominica de la ciudad de Huesca. Sin embargo, se tiene la certeza de que el Retablo de San Vicente es la única obra del maestro de Estopiñán en España.

Maestro de Estopiñán: Retablo de San Vicente, 1367.
Estilo: Gótico.
Técnica: Temple sobre tabla.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 200 x 255 cm.
Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España.


El Retablo de San Vicente es un tríptico con las tres hojas en forma rectangular rematadas en triángulo equilátero.

Los protagonistas del retablo son el diácono san Vicente y san Valerio, obispo de Zaragoza. Ambos fueron tomados presos en 303 y llevados a la ciudad de Valencia, donde san Valerio fue condenado al destierro y san Vicente martirizado.

Los espacios triangulares están dedicados a la pasión de Cristo: en la tabla central, el calvario, con Cristo crucificado acompañado por la Virgen María a la izquierda y san Juan a la derecha; en la tabla izquierda las Marías ante el sepulcro del Señor; y en la tabla derecha Cristo resucitado apareciéndose a María Magdalena.

La tabla izquierda está dividida en seis registros con otras tantas escenas: la primera narra la salida de Huesca de san Vicente y san Valerio; en la segunda san Valerio da el diaconado a san Vicente; en la tercera y cuarta los soldados del gobernador Daciano, representado con las piernas cruzadas, apresan a los santos Vicente y Valerio; y la quinta y sexta escenas se desarrollan en la ciudad de Valencia.

La tabla central está ocupada por la imagen de san Vicente. Aparece en actitud monumental y sobria, vestido con dalmática de diácono con adornos grabados en oro y nimbo de oro; en las manos sostiene la palma del martirio y los Evangelios. En la parte inferior izquierda aparece un monje dominico y a la derecha un caballero sosteniendo un pavés, ambos de perfil y arrodillados.

En la tabla derecha se narra las condenas a los santos. En las dos primeras el destierro de san Valerio, que conserva su capa pluvial: primero le empuja un servidor del gobernador Daciano, después aparece caminando en solitario hacia una ciudad amurallada. En las siguientes cuatro escenas se narra el martirio de san Vicente: primero se le desgarran los miembros, luego aparece sobre una parrilla ardiente, a continuación en el lecho de clavos y, por último, la muerte. Sin embargo, no se narra que los restos de san Vicente fueron arrojados al mar, ni el traslado de las reliquias, ni los milagros que le sirvieron para adquirir la condición de santo.

El maestro de Estopiñán práctico la técnica de temple sobre tabla de álamo y dorado en pan de oro. Los colores predominantes son el blanco, el rojo y el rosa en diversas tonalidades. Se utilizó el sombreado para dar volumen. El espacio que divide las escenas, la decoración de los márgenes, bordados de la dalmática y nimbo de san Vicente y de la capa pluvial de san Valerio se obtuvo mediante la incisión de punzón y buril a distinta presión.

De las características formales del Retablo de San Vicente se concluye que el maestro de Estopiñán se vio influido por Giotto antes de venir a España; fue en Aragón donde introdujo el estilo italo-gótico o trecencista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario