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sábado, 27 de enero de 2024

Iglesia de la Vera Cruz

La iglesia de la Vera Cruz de Segovia la construyó la Orden del Temple en 1208. Su primer nombre fue el de iglesia del Santo Sepulcro en memoria del Santo Sepulcro de Jerusalén, razón por la cual se atribuyó la construcción de la iglesia a la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén. Tras la disolución de la Orden del Temple sus bienes debían de pasar a la Orden de San Juan de Jerusalén según disposición papal de Juan XXII en 1317, pero pasaron a la Orden de los Canónigos. En 1489 el papa Inocencio VIII suprimió la Orden de los Canónigos y sus bienes pasaron a la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén en 1531. La iglesia quedó desatendida tras la desamortización de Mendizábal de 1836, fue declarada Monumento Nacional en 1919 y en 1951 se volvió a ocupar de la iglesia la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.

La iglesia de la Vera Cruz de Segovia es de estilo románico de transición al gótico.

  

La iglesia de la Vera Cruz de Segovia presenta planta centralizada dodecagonal al exterior y circular al interior. La cabecera, orientada a levante, cuenta con tres ábsides semicirculares al exterior y al interior, el central de mayor tamaño, una sacristía semicircular en el lado norte y una torre de planta cuadrada en el lado sur. En el interior se abre un deambulatorio entre el muro perimetral y el edículo central de planta dodecagonal.


La planta de la iglesia de la Vera Cruz de Segovia es dodecagonal al exterior y circular al interior.

  

Las paredes exteriores son lisas, con un vano en forma de saetera en la parte alta y las esquinas están reforzadas con contrafuertes.

La torre presenta cuatro cuerpos, el último acoge las campanas y se abre mediante dos vanos en arco de medio punto. Está reforzada con contrafuertes esquineros. Bajo la torre se encuentra la capilla del lignum crucis.

A la iglesia se accede a través de dos puertas; la occidental está protegida bajo tejaroz con canecillos y metopas, tiene cuatro arquivoltas de medio punto, decoradas con dientes de sierra, y tímpano, a cada lado presenta tres columnas con capiteles esculpidos con motivos antropomórficos y zoomórficos; la meridional es de menor tamaño, con un arco de medio punto sin tímpano y sin tejaroz, con cuatro arquivoltas lisas sobre dos pares de columnas con capiteles con decoración escultórica de motivos vegetales.

El deambulatorio de la iglesia se cubre con una bóveda de cañón reforzada con arcos fajones radiales que descansan en columnas corintias que recorren las esquinas del edículo y el muro perimetral.

La bóveda de cañón que cubre el deambulatorio está reforzada con arcos fajones.

  

El edículo de planta dodecagonal ocupa el centro de la iglesia. Presenta dos cuerpos separados por una línea de imposta. El cuerpo inferior es hueco y permite el paso de un lado a otro de la iglesia, los accesos son cuatro en forma de arco apuntado, que coinciden con los cuatro puntos cardinales, los ocho lados restantes presentan arcos ciegos apuntados. El piso superior ofrece cuatro vanos en forma de arcos apuntados sobre los huecos de acceso del piso inferior y arcos apuntados ciegos en los lados restantes; está cubierto con una cúpula califal de dos pares de arcos que se cruzan dejando en el centro un espacio libre de forma rectangular; el centro está ocupado por un altar con forma de prisma decorado con arcos ciegos que se cruzan entre sí formando arcos ojivales.


La cúpula que cubre el edículo central es de tipo califal.

  

La decoración interior es muy variada: un Cristo en la cruz del siglo XIII, una imagen románica de la Virgen de la Paz, el retablo de la Resurrección del siglo XVI y banderas de la Orden de Malta.


El ábside central está decorado con una imagen del Cristo en la cruz del siglo XIII de estilo románico, pero con tres clavos, no con cuatro.

  

La cubierta exterior de la nave de la iglesia es a doce vertientes, la del ábside central a dos aguas en el tramo presbiterial y a un agua en el tramo semicircular, la de la sacristía a una vertiente y la de la torre a cuatro aguas.

Los materiales de construcción empleados fueron el sillar y la mampostería.

sábado, 20 de enero de 2024

Muchacha en la ventana, de Dalí

Salvador Dalí (Figueras, 1904-1989) es el pintor surrealista más destacado e influyente. Durante su etapa madrileña (1922-1926) estudió a los renacentistas Leonardo da Vinci y Rafael, a los barrocos Velázquez, Zurbarán y Vermeer de Delf, además se vio influido por Picasso. Entre sus mejores obras de estos años hay que citar Retrato de Luis Buñuel (1924) y Muchacha en la ventana (1925).

Salvador Dalí: Muchacha en la ventana, 1925.
Estilo: Realismo.
Técnica: Óleo sobre cartón piedra.
Temática: Costumbrista.
Dimensiones: 105 x 75 cm.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, España.

 

La mujer representada en Muchacha en la ventana es Ana María Dalí, hermana pequeña de Salvador y su modelo hasta que este conociese a Gala en 1929; de ella realizó una docena de retratos, siendo este el más célebre. Ana María aparece de espaldas al espectador, asomada a una ventana con vistas a la playa de Es Llaner, en Cadaqués, donde la familia Dalí pasaba las vacaciones de verano; el suelo y la pared de la habitación se presentan desnudos, pudiéndose contar las tablas de madera que conforman el suelo; los únicos elementos de distracción son un visillo y una cortina cortos, la última se transparenta, y una prenda sobre el alfeizar de la ventana, así el espectador puede centrar su atención en el paisaje que se abre delante de la joven; Ana María está en contraposto, con las caderas desequilibradas, descansando casi todo su peso sobre la pierna izquierda, la derecha apenas doblada con el pie levantado, apoyando la punta en el suelo; los apoya en el alfeizar de la ventana; las líneas de la costa y del horizonte están por encima de la cabeza de Ana María y separan mar y cielo; parte del paisaje se refleja en los cristales de la ventana. Además, la indumentaria de Ana María es una falda hasta la rodilla y una blusa corrientes, pero que marcan su silueta femenina.

La paleta de colores es escasa, predominando el azul y el ocre; son azules el vestido de Ana María, el visillo y las cortinas, el alfeizar de la ventana y la prenda que aparece sobre este, el mar y el cielo, con intensidades diferentes; son ocres la pared, el suelo, la línea de costa, la suela de la zapatilla de la joven e, incluso, su piel. Apenas hay manchas de color diferentes, el blanco de las zapatillas y alguna casa del paisaje.

La luz es intensa, aunque el cielo aparezca cubierto.

La línea que perfila a Ana María y el resto de elementos del cuadro es nítida.

Dalí reunió en una escena costumbrista dos géneros, el retrato, aunque la protagonista aparezca de espaldas al espectador, y el paisaje. Dalí priva al espectador de la expresión del rostro de Ana María, pero le invita observar el paisaje que contempla la joven en la certeza de que experimentará las mismas emociones que esta.

Muchacha en la ventana debe su importancia artística a ser uno de los cuadros más representativos de la etapa madrileña de Dalí y a su impacto visual, lo que le ha convertido en uno de sus cuadros más emblemáticos.

sábado, 13 de enero de 2024

Museo de Cáceres

El Museo de Cáceres tiene su origen en el Museo Arqueológico Escolar fundado por Gabriel Llabrés en 1898 vinculado al Instituto de Segunda Enseñanza de Cáceres del que era catedrático. La infanta Isabel de Borbón lo visitó en 1916 y recomendó la creación del Museo de Cáceres, creándose en 1917 la Junta del Patronato del Museo, presidida por Publio Hurtado. El Museo de Cáceres, con sede en la Casa de las Veletas, se abrió al público en 1933, la gestión pasó a ser competencia de la Junta de Extremadura en 1989 y la sección de Bellas Artes se instaló en la Casa de los Caballos en 1992.

Jesús Salvador, de El Greco, es la obra más valorada del Museo de Cáceres.

  

Las secciones del Museo de Cáceres son tres:

  • Arqueología. Reúne piezas desde la Prehistoria a la Tardoantigüedad. Destacan estelas funerarias y piezas de orfebrería de la Edad de los Metales, como las que conforman el tesoro de Valdeobispo; de la dominación romana, como una estatua de la diosa Minerva, objetos funerarios de la villa de Cáparra y el mosaico de Las tres mujeres de la villa Olivar del Centeno; y piezas de orfebrería visigodas, como las fíbulas aquiliformes de La Jarilla.
  • Etnografía. Exhibe útiles e instrumentos relacionados con la producción y transformación de recursos agrarios, de caza y pesca, de diversos oficios tradicionales, en particular del textil, indumentaria tradicional, de la vida doméstica, las creencias y la música.
  • Bellas Artes. Se muestran pinturas, esculturas y piezas de orfebrería desde el siglo XIV al XX. Del arte gótico destaca la escultura Cristo crucificado; del Renacimiento el cuadro Jesús Salvador, de El Greco, y la escultura San Lucas, de Juan de Montejo; del Barroco la pintura San Onofre, de Esteban March; del Romanticismo Retrato de un abogado, de Antonio María Esquivel; del siglo XX aparecen representados los más diversos estilos, destacando las pinturas A la fiesta del pueblo, de Eugenio Hermoso, Bodegón con imperdible, de Óscar Domínguez y Esther en su sillón, de Antonio Saura, las esculturas Maternidad, de Alberto Sánchez, y La agresión, de Juan Genovés.

A la fiesta del pueblo, de Eugenio Hermoso, es una de las obras más representativas de principios del siglo XX de las que se muestran en el Museo de Cáceres.

  

Además, hay que citar como elemento de gran valor el aljibe andalusí, de los siglos X y XI, de planta irregular y adaptado al relieve.