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viernes, 8 de abril de 2016

Palacio de los Duques del Infantado, de Juan Guas

Juan Guas (Saint Pol-de-Léon, Francia, 1430- Toledo, España, 1496) se formó como arquitecto a la sombra de su padre. Está documentada su presencia en España desde 1448. Trabajó en la construcción de las catedrales del Salvador de Ávila, Santa María de Segovia y Santa María de Toledo. Entre sus grades obras hay que citar el monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo, por encargo de Isabel de Castilla en 1477, y el palacio de los Duques del Infantado (1480).

La fachada del palacio de los Duques del Infantado es de estilo gótico-mudéjar. Llaman la atención como recurso ornamental las puntas de diamante a tresbolillo.


El palacio de los Duques del Infantado, en Guadalajara, lo mandó construir en 1480 Íñigo López de Mendoza, segundo duque del Infantado. Se levantó sobre el solar que ocupaban las antiguas casas de la familia Mendoza, que fueron derribadas.

Juan Guas fue el arquitecto que lo diseñó, pero contó con la colaboración de Egas Cueman y Lorenzo de Trillo.

El palacio de los Duques del Infantado se construyó en estilo gótico-mudéjar.

Las partes más relevantes del palacio son la fachada de poniente, la puerta de acceso a palacio, el patio central o de los leones, la galería del jardín y las salas bajas.

La fachada principal o de poniente dota al palacio de una estética inconfundible. Al exterior las plantas baja y principal son un muro de sillar decorado con puntas de diamante en tresbolillo. En la planta principal se cuentan cinco balcones coronados con frontones triangulares. Remata la fachada una galería corrida de dobles balcones y garitones salientes alternados con arquería conopial, y presenta tracería gótica y mocárabes.

La puerta de acceso a palacio se encuentra descentrada, en el tercio izquierdo. La puerta presenta dos arcos, conopial mixtilíneo y apuntado; el tímpano está decorado con escudos y tracería gótica, la rosca del arco con motivos caligráficos, la clave con una bicha alada y las enjutas con sendos grifos. La puerta está flanqueada por dos columnas cilíndricas con basas prismáticas, fuste con red de rombos, collarín intermedio y capitel con mocárabes, que se repiten en la cornisa que une las columnas. Sobre la puerta hay dos esculturas de varones velludos que sostienen una corona ducal con el escudo de los Mendoza en el centro.

Sobre la puerta de acceso al palacio dos hombres velludos sostienen el escudo de los Mendoza.


El patio central o de los leones es de planta rectangular, de siete arcos en los lados de levante y poniente y cinco en norte y sur. Presenta doble arquería superpuesta conopial mixtilínea. Las columnas de la planta baja son de fuste liso y capitel dórico; las de la segunda presentan fuste torsionado y collarín intermedio. Las arcadas están decoradas con leones y grifos enfrentados y la balaustrada de la galería superior con filigranas góticas.

El patio de los leones cuenta con dos galerías.


La galería del jardín es obra de Lorenzo de Trillo y se concluyó en 1496. Consta de una doble arquería de columnas prismáticas. Los paramentos están decorados con arquillos lobulados superpuestos.

En la segunda mitad del siglo XVI Iñigo López de Mendoza, quinto duque del Infantado, encargó decorar las salas bajas. Destacan la sala de Crono, con pinturas del dios Crono y símbolos del zodíaco; la de las batallas, donde se narra la historia militar de los Mendoza; y la de Atalanta, con escenas de la diosa Atalanta e Hipómenes. Las pinturas las llevó a término el pintor italiano Rómulo Cincinato entre 1578 y 1580.

El palacio de los Duques del Infantado es una obra singular del gótico civil español y una de las más destacadas de Juan Guas, el último gran arquitecto del gótico español.

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