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sábado, 30 de septiembre de 2023

Arlequín con espejo, de Picasso

Pablo Picasso (Málaga, España, 1881-Mougins, Francia, 1973) es uno de los grandes maestros de la pintura de todos los tiempos y el más influyente del siglo XX. Su primera formación la recibió de su padre, profesor de dibujo en Málaga, La Coruña y Barcelona; estudió en la Escuela de Artes y Oficios de la Lonja de Barcelona (1896) y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1897) y estudió a los grandes maestros de la pintura del Museo Nacional del Prado. Hasta 1904 vivió en Barcelona, participó en Els quatre gats y contactó con artistas modernistas como Ramón Casas, Isidoro Nonell y Pablo Gargallo. En 1900 viajó a París, donde se instaló en 1904; estudió y le influyeron el impresionismo y el postimpresionismo, en particular Cezanne; además, se ganó el apoyo de los coleccionistas Stein y Vollard. La pintura de Picasso pasó por diversas etapas y en todas pintó obras sobresalientes: de juventud (1895-1901), El viejo pescador (1895); época azul (1901-1904, La bebedora de absenta (1901); época rosa (1905-1906), Los saltimbanquis (1905); época negra (1906-1907), Las señoritas de Avinyó (1907); etapa cubista (1908-1914), Retrato de D. H. Kahnweiler (1910); etapa clásica (1917-1923), Arlequín con espejo (1923); surrealismo (1925-1930), Metamorfosis (1927); expresionismo (1930-1945), Guernica (1937); época blanca o de Antibes (1945-1947), Alegría de vivir (1946); además pintó grandes series, caso de Las meninas (1957); y en sus últimos años se mantuvo alejado de las corrientes artísticas.

Pablo Picasso: Arlequín con espejo, 1923.
Estilo: Clasicismo picassiano.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Temática: Retrato.
Dimensiones: 100 x 81 cm.
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid, España.

  

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la postguerra, Picasso abrió una nueva etapa en su carrera artística conocida como clasicismo picassiano. En 1917 viajó a Italia con Jean Cocteau y estudió a Rafael y Miguel Ángel. Sus cuadros se caracterizan por la recuperación de los principios y valores renacentistas sin abandonar del todo las formas cubistas.

El arlequín era un tema predilecto de Picasso, que le permitía mostrar el mundo del circo y de la commedia dell’arte italiana. Arlequín con espejo se ha relacionado con la serie de arlequines que Picasso pintó tomando como modelo al pintor Jacinto Salvadó. Sin embargo, este arlequín no lo es en puridad, es más un saltimbanqui. Picasso lo concibió como un autorretrato, pero cambió de parecer y al personaje le puso un rostro-máscara de Pierrot.

El arlequín es el protagonista único del lienzo. Aparece sentado, viste de saltimbanqui, con la mano izquierda se sujeta el sombrero de dos picos y con la derecha un espejo en el que se mira. La expresión melancólica y los colores fríos azules y violetas recuerdan la etapa azul de Picasso. Otro color predominante es el marrón en diferentes tonalidades. El foco de luz es exterior al cuadro y está situado e la parte superior derecha, lo que que las sombras se proyecten hacia el lado izquierdo del lienzo. Los pliegues del paño blanco que porta el arlequín en el hombro izquierdo son angulosos.

Arlequín con espejo es la obra más destacada del clasicismo picassiano. No obstante, durante esta etapa también pintó obras cubistas, caso de Los tres músicos (1921).

sábado, 23 de septiembre de 2023

Monasterio de San Juan de Poyo

El monasterio de San Juan de Poyo tiene partes góticas, renacentistas y barrocas. La tradición atribuye a san Fructuoso la fundación del monasterio en el siglo VII. Sin embargo, el primer documento que hace referencia al monasterio es de 942. Los mejores años del monasterio fueron los comprendidos entre los siglos XVI y XVIII. En 1548 el emperador Carlos V dio al monasterio el privilegio de convertirse en Colegio Mayor de Teología. Los monjes benedictinos abandonaron el monasterio en 1853, cumpliendo órdenes de exclaustración. En 1890 se hizo cargo del monasterio la Orden de los Monjes Mercedarios.

La iglesia del monasterio de San Juan de Poyo combina elementos góticos, renacentistas y barrocos. Las obras fueron dirigidas por el portugués maestro Lopes siguiendo los planos de Juan Ruiz de Pomanes. Las obras se iniciaron en 1581. La actual iglesia vino a sustituir a la iglesia medieval original.

La fachada del monasterio de San Juan de Poyo es de estilo barroco y se terminó en el siglo XVII.

  

      La fachada de la iglesia de la iglesia es del siglo XVII y de estilo barroco. El primer nivel del cuerpo central tiene cuatro columnas de orden dórico, dos a cada lado de la puerta de acceso a la iglesia, coronada por una hornacina que contiene una escultura de san Juan Bautista, patrón del concello de Poyo. El segundo nivel tiene otras cuatro columnas de orden corintio, dos a cada lado de una vidriera y de un escudo. El cuerpo central está rematado por un frontón curvo partido por una peineta rematada por un frontón curvo. La fachada está cerrada por dos torres-campanario: en una hornacina de la torre de la derecha se halla una escultura de san Andrés y en una hornacina de la torre de la izquierda una escultura de Santiago, representado como Santiago peregrino.

Una escultura de san Juan Bautista corona la puerta de acceso al monasterio de San Juan de Poyo.


El interior de la iglesia del monasterio de San Juan de Poyo es renacentista. Consta de tres naves, una central y dos laterales, que llegan hasta el crucero. Destacan las diez arcadas de medio punto, la solidez de las pilastras, las balaustradas del coro, la cornisa y la magnífica bóveda decorada con casetones. De la ornamentación que tapiza el crucero sobresale el florón, donde está inscrita la fecha de conclusión de las obras, año 1708.

La bóveda de la iglesia del monasterio de San Juan de Poyo destaca por sus proporciones.

  

El retablo del altar mayor es de 1631 y obra de Bernardo de Cabrera. Es de estilo barroco churrigueresco. Llama la atención las columnas salomónicas, los motivos ornamentales vegetales y las imágenes de san Juan Bautista y la Virgen de la Merced. El retablo está cubierto de pan de oro.

El retablo del altar mayor de la iglesia de monasterio de San Juan de Poyo es de estilo churrigueresco, obra de Bernardo de Cabrera.

  

La capilla del Santo Cristo es de estilo gótico. Se levantó en 1556, antes del inicio de las obras de la actual iglesia. El centro del retablo del Santo Cristo está ocupado por un Cristo en la Cruz enmarcado por un arco deprimido rectilíneo flanqueado por sendos estípites a los lados y por cuatro bajorrelieves circulares, dos a cada lado, con escenas de la Pasión de Cristo. El retablo está coronado por un bajo relieve de la Última Cena.

 A la derecha del retablo hay una talla barroca de Nuestra Señora de la Valvanera.

 A la izquierda del retablo están el sagrario del Jueves Santo, una talla de santa Trahamunda, patrona de los que tienen morriña, y su palmera, un sepulcro visigótico del siglo VIII y, sobre las lápidas del pavimento, los nombres de los mártires mercedarios de la Guerra Civil española de 1936.

El retablo de la capilla del Santo Cristo es del siglo XVI y de estilo gótico. A la izquierda se puede ver la escultura de santa Trahamunda.


El claustro de las Procesiones del monasterio de San Juan de Poyo es de estilo renacentista.

  

El claustro de las Procesiones o de la fuente es el distribuidor de las dependencias del monasterio de San Juan de Poyo: portería, huerta, refectorio y cocina. Se finalizó en 1600 en estilo renacentista. Sin embargo, la bóveda es de tracería gótica. Está cerrado por veinticuatro arcos de medio punto. En los vértices de las cuatro bóvedas se encuentran las medallas de Santiago, san Benito, san Juan Bautista y san Juan Evangelista. En el centro del claustro se encuentra una fuente de estilo barroco, obra del arquitecto Mateo López.

La crujía baja del claustro de las Procesiones del monasterio de San Juan de Poyo presenta bóveda de crucería.

  

El claustro del Cruceiro es el segundo claustro del monasterio de San Juan de Poyo. Es de estilo barroco y se terminó en 1747. Destacan las pilastras de orden gigante. El cruceiro que ocupa el centro del claustro es de 1731.

El claustro del Cruceiro del monasterio de San Juan de Poyo es de estilo barroco.

  

Las paredes del claustro del Cruceiro del monasterio de San Juan de Poyo están ocupadas por el mosaico titulado Camino de Santiago, obra de Machourek de 1992. El mosaico ocupa 200 m². Un grupo de peregrinos sale de París, primera etapa del Camino, pasa por las diferentes etapas hasta que llega a la última, Santiago de Compostela.

El mosaico Camino de Santiago, de Machourek, de 1992, ocupa las paredes del claustro del Cruceiro del monasterio de San Juan de Poyo.


Una dependencia importante del monasterio de San Juan de Poyo es la biblioteca, que contiene más de 100.000 volúmenes. Abundan los libros “antiguos y raros”, los de “temas gallegos”, arte, derecho, teología y filosofía.

En la huerta del monasterio de San Juan de Poyo se encuentra el hórreo más largo de Galicia con una longitud de 123 metros y cuenta con 51 apoyos. Se levantó en el siglo XVIII.

El hórreo del monasterio de San de Poyo es el más grande de Galicia.

sábado, 16 de septiembre de 2023

Museo del Retablo

El Museo del Retablo de Burgos se inauguró en 1995 y fue reformado en 2019. Reúne 18 retablos y pilas bautismales, sepulcros, imaginería, pintura mural y piezas de orfebrería, procedentes de pequeñas iglesias de pueblos pertenecientes a la diócesis de Burgos, que por sus escasos recursos no tienen posibilidades de salvaguardar piezas de arte de tan alto valor. La sede del Museo del Retablo es la iglesia de San Esteban, construida durante los siglos XIII y XIV en estilo gótico, en la que no se practica el culto.

El retablo de santa Eulalia de Arconada de Bureba es del siglo XVII y de estilo barroco.

  

Se exhiben 18 retablos realizados entre los siglos XVI y XVIII, que ocupan la nave central, donde se muestra el camino martirial cristiano, y las laterales, que guardan relación con los misterios de Cristo y la Virgen María.

Los siete retablos en la nave central son los siguientes:

  • Retablo de san Esteban, del siglo XVIII, en estilo neoclásico.
  • Retablo de san Juan Bautista, del siglo XVI, de estilo renacentista.
  • Retablo de santa Catalina, del siglo XVI, de estilo renacentista.
  • Retablo de santa Eulalia, del siglo XVI, de estilo gótico.
  • Retablo de santa Eulalia, del siglo XVII, de estilo barroco.
  • Retablo de san Joaquín y santa Ana, del siglo XVI, de estilo plateresco.
  • Retablo de san Julián, del siglo XVII, de estilo renacentista. 

Los seis retablos de la nave del Evangelio son los siguientes:

  • Retablo de la Virgen Inmaculada, del siglo XVIII, de estilo churrigueresco.
  • Retablo de san Clemente, del siglo XVI, de estilo renacentista.
  • Retablo de san Miguel, del siglo XVI, de estilo renacentista.
  • Retablo de san Lorenzo, del siglo XVI, de estilo renacentista.
  • Retablo del Cristo resucitado, del siglo XVII, de estilo barroco.
  • Retablo de san Martín, del siglo XVII, de estilo barroco. 

Los cinco retablos de la nave de la Epístola son los siguientes:

  • Retablo de los Reyes Magos, del siglo XVII, de estilo barroco.
  • Retablo de la Última Cena, del siglo XVI, de estilo renacentista.
  • Retablo de la Virgen, del siglo XVI, de estilo plateresco.
  • Retablo de Cristo crucificado, del siglo XVIII, de estilo churrigueresco.
  • Retablo de la Virgen, del siglo XVI, de estilo manierista.

El retablo de la Virgen de Castrillo de Matajudíos es del siglo XVI y de hechura plateresca.

  

Destacan las pilas bautismales de Albacastro, de tipo cuba, con decoración figurada, quizá los apóstoles, y la de Eterna, de tipo cáliz, decorada con gallones torsionados y motivos vegetales. Ambas son del siglo XII.

La pila bautismal de Eterna se realizó en el siglo XII en estilo románico. Llama la atención por sus motivos decorativos, gallones torsionados y vegetales.

  

Se muestran tres sepulcros procedentes del monasterio de Santa María la Real de Vileña, destacando el de doña Urraca López de Haro, del siglo XIII y de factura gótica. 

Destacan dos piezas de imaginería románica Santa Ana, la Virgen María y el Niño Jesús y Cristo crucificado, de estilo gótico. 

Llama la atención una pintura mural en la que se desarrolla el tema de la deésis o súplica al Señor. 

Las piezas de orfebrería son de gran valor. Destacan varias cruces procesionales mozárabes, románicas y góticas y el crucifijo del monasterio de San Juan de Ortega.