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sábado, 27 de mayo de 2023

La carga, de Ramón Casas

Ramón Casas (Barcelona, 1866-1932) fue diseñador gráfico y pintor modernista. Como pintor destacó como retratista y cronista de la vida social barcelonesa. Se formó en Barcelona y París, donde estudió a los pintores impresionistas. Entre sus obras más destacadas de denuncia social hay que citar El garrote vil (1894) y La carga (1899-1903), su obra maestra y más célebre.

Ramón Casas: La carga, 1899-1903.
Estilo: Modernismo.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Temática: Histórica.
Dimensiones: 298 x 470,5 cm.
Museo de la Garrocha, Olot, España.

  

Ramón Casas pintó La carga en 1899 para su exhibición en la Exposición Universal de París de 1900, pero fue rechazado. Tras la huelga general de Barcelona de 17 de febrero de 1902 llevó a cabo modificaciones en la obra, dándola por terminada en 1903. La presentó a la Exposición Nacional de 1904 ganando el primer premio.

El cuadro es de grandes dimensiones con el objetivo de presentar la escena a tamaño real y causar un mayor impacto emocional en el espectador.

La composición de la obra permite distinguir varias escenas. La escena principal aparece descentrada hacia la derecha, en primer plano; uno de los manifestantes aparece caído en el suelo y parece que va a ser aplastado por el caballo del guardia civil, sin embrago, este tratará de evitarlo. En el centro del lienzo se abre un vacío, sin personajes. Hacia los lados y hacia el fondo se amontonan a la carrera los manifestantes huyendo de los guardias civiles que cargan a caballo. El fondo está ocupado por la iglesia de Santa María del Mar, para situar la escena en la ciudad de Barcelona, pero rodeada de fábricas humeantes. Ramón Casas se permite la licencia de crear un paisaje urbano industrial que no se ajusta con la realidad.

La pincelada es suelta, tanto que muchas de las figuras son solo manchas de color.

Los colores predominantes son los terrosos, pardos y anaranjados.

La luz se presenta difuminada, lo que permite mostrar de una manera verosímil la atmósfera y las nubes de humo que salen de las chimeneas de las fábricas y que oscurecen el cielo.

La carga es la obra maestra de Ramón Casas y del modernismo español. Ello se debe a que el autor supo aunar la temática histórica, la crítica social, el realismo, el dinamismo compositivo y texturas muy sutiles.

sábado, 20 de mayo de 2023

Real iglesia colegiata de Santa María de Roncesvalles

La Real iglesia colegiata de Santa María de Roncesvalles es el mejor ejemplo del gótico de influencia francesa en Navarra. Debe su fundación a Sancho VII de Navarra (rey, 1194-1234) para acoger la sepultura del monarca y ser un referente en el Camino de Santiago. Se levantó entre 1215 y 1221 y se consagró en 1219. Ocupa el lugar que dejó una iglesia anterior de la que no se conserva ningún resto; fue una iglesia que ordenó levantar García Ramírez (rey, 1134-1150) en 1135, coincidiendo con la construcción de un hospital de peregrinos. La Real iglesia colegiata de Santa María de Roncesvalles sufrió incendios en 1445, 1468 y 1626, lo que obligó a su restauración a lo largo del siglo XVII; ello explica que parte de la arquitectura gótica esté cubierta con elementos barrocos.

El tímpano de la portada de la Real iglesia basílica de Santa María de Rocesvalles acoge una imagen de la Virgen María y el Nino Jesús.


La Real iglesia basílica de Santa María de Roncesvalles ofrece planta basilical de tres naves, la central es doble en anchura y altura que las laterales y de dos tramos y medio, mientras que las laterales presentan cinco tramos. La nave central finaliza en una cabecera pentagonal, que acoge el presbiterio; sin embargo, las naves laterales finalizan en un muro recto.

La planta de la Real iglesia basílica de Santa María de Roncesvalles es de planta basilical de tres naves.


Los elementos de soporte son pilares cilíndricos de estilo corintio esquematizado. Sobre ellos apoyan arcos apuntados.

La diferencia de altura entre la nave central y las laterales se aprovechó para abrir un triforio, que presenta cuatro arcos apuntados y un óculo entre cada dos de los pilares que separan la nave central de las laterales.

La nave central está cubierta por bóvedas sexpartitas, las laterales por bóvedas de crucería simple y el presbiterio con una bóveda pentagonal.

Vista interior de la nave central, las laterales y el presbiterio. Este último presenta vidrieras de gran calidad.

  

La fachada se ha reconstruido. Solo es original el vano de la puerta y las tres arquivoltas. El tímpano acoge un relieve de la Virgen María con el Niño Jesús. A los lados de la portada dos vanos apuntados y geminados y sobre ella un rosetón con vitrales del siglo XX.

La iluminación del templo se consigue a través del rosetón de la portada, los óculos de las naves laterales y las vidrieras del presbiterio, que recorren toda la altura de la cabecera entre arcos alancetados.

Los elementos decorativos escultóricos son escasos; se limitan a los capiteles de los pilares, siendo los motivos de carácter vegetal, la clave de la bóveda del presbiterio y la Virgen de Roncesvalles, una talla gótica del siglo XIV hecha en madera y recubierta de plata.

Entre la escasa decoración escultórica que ofrece la Real iglesia basílica de Santa María de Roncesvalles hay que mencionar la de los capiteles de los pilares que separan la nave central de las laterales. Ofrece motivos vegetales.

sábado, 6 de mayo de 2023

Mujeres en la ventana, de Murillo

Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1682) es uno de los pintores más sobresalientes de la pintura barroca española. Se formó en el taller de Juan del Castillo. No se sabe que viajase al extranjero, pero fue un gran conocedor de las pinturas flamenca y veneciana. Sus primeras obras son tenebristas, pero evolucionó hacia una pintura suave de gusto burgués y aristocrático. Alcanzó celebridad gracias a las pinturas religiosas, desde La Sagrada Familia del pajarito (hacia 1650) a la Inmaculada Concepción de L’Ermitage de San Petersburgo (1680), y costumbrista, caso de Dos niños comiendo melón y uvas (1650) y Mujeres en la ventana (1665-1675).

Bartolomé Esteban Murillo: Mujeres en la ventana, 1665-1675.
Estilo: Barroco.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Temática: Costumbrista.
Dimensiones: 125 x 104 cm.
National Gallery of Art, Washington, EE.UU.

Mujeres en la ventana se trata de un cuadro de temática costumbrista. Aparecen dos mujeres asomadas a una ventana. La joven ocupa el primer plano; apoya el antebrazo izquierdo y el codo derecho en el alféizar y el rostro sobre la mano derecha cerrada; ofrece una mirada pícara y sonríe a quien pueda estar observándola desde la calle; tiene el cabello recogido, con raya en el lado izquierdo y le asoma una flor en el derecho, que apenas se ve; su vestido es escotado, dejando los hombros al aire, y lleva un lazo rojo en el centro del escote. La mujer de más edad se sitúa en un segundo plano, tras la ventana medio abierta, pero destaca en altura sobre la mujer joven; lleva el pelo recogido con una raya en medio; parte del cabello, la nariz y la boca se los cubre con un tocado blanco; sin embargo, se aprecia que sonríe. Los vestidos de ambas mujeres son de color blanco y negro. La escena está cerrada por el alféizar, la ventana y el marco de esta. El fondo es negro.

La composición, la paleta de colores y la luz sirven para centrar la atención del espectador en las dos mujeres. La composición equilibra las líneas verticales de la ventana a la izquierda y del marco de la misma a la derecha con la horizontal del alféizar y de la ventana.

La paleta de colores es escasa –blanco, ocre y negro–, pero que, gracias a la luz exterior, que se concentra en los rostros de las mujeres, ofrece una gama de brillos y sombras muy matizados.

Otro recurso para atraer la atención del espectador hacia las mujeres ha sido dejar el interior de la vivienda en la oscuridad, pintándolo de negro, cuando debería verse por cómo incide la luz desde el exterior.

Mujeres en la ventana se trata de una escena costumbrista; quizá sean dos prostitutas, que se asoman a la ventana de su vivienda para llamar la atención de un potencial cliente. En este sentido, hay que recordar que el cuadro llevaba por título  anterior Las gallegas, haciendo referencia al origen de las mujeres, que fueron a Sevilla a ejercer la prostitución para ganarse la vida.

La importancia de Mujeres en la ventana radica en ser una de las obras costumbristas más destacadas de Murillo. Supo recoger en ella la realidad de los bajos fondos de Sevilla de una manera amable y delicada sin ofender a aquellas mujeres que se ganaban la vida ejerciendo la prostitución.