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sábado, 22 de abril de 2023

Retablo del Santo Entierro, de Juan de Juni

Juan de Juni (Joigny, Francia, 1506-Valladolid, España, 1577) es uno de los grandes escultores renacentistas y manieristas de España. Se formó como escultor en Francia, donde estudió a Claus Sluter, y en Italia, donde aprendió de Dell’Arca y Miguel Ángel. Se instaló en España en 1535, primero en León y desde 1537 en Valladolid. Entre sus obras más destacadas hay que citar Martirio de San Esteban (1538), Entierro de Cristo del Museo Nacional Colegio de San Gregorio de Valladolid (1541-1544) y el  retablo del Santo Entierro de la catedral de Santa María de Segovia (1566-1571).

Juan de Juni: Retablo del Santo Entierro, 1566-1571.
Estilo: Manierismo.
Técnica: Madera policromada.
Temática: Religiosa.
Catedral de Santa María de Segovia, España.

  

El retablo del Santo Entierro se encuentra en la cabecera de la capilla de la Piedad de la catedral de Santa María de Segovia. Es muy probable que lo encargase el canónigo Juan Rodríguez de Noreña.

Juan de Juni realizó un retablo de estructura clasicista, pero manierista en cuanto al tratamiento dado a las esculturas y relieves que en él aparecen y que llaman la atención por su monumentalidad.

El retablo presenta sotabanco, basamento en lugar de predela, un único cuerpo, que acoge el relieve del Santo Entierro sobre un fondo pictórico de Jerusalén, frontón recto partido por una pintura que representa al Espíritu Santo, sobre el frontón dos niños recostados, que sujetan paños; a ambos lados sendos intercolumnios de fuste estriado y capitel corintio que acogen las figuras en bulto redondo de dos soldados romanos que portan armas, descansan sobre peanas y sobre los que cuelgan guirnaldas; remata el retablo, sobre una cornisa, un altorrelieve de Dios Padre bendiciendo, flanqueado por parejas de niños, que sujetan pinturas coronadas por bolas.

El grupo del Santo Entierro está formado por siete figuras, Cristo muerto y, de izquierda a derecha, José de Arimatea, María Salomé, la Virgen María, san Juan, María Magdalena y Nicodemo.

Grupo del Santo Entierro, alto relieve, que ocupa el centro del retablo.

  

La figura de Cristo muerto aparece en primer plano, desnudo, sobre el sudario que apenas le cubre, recostado de izquierda a derecha, con la cabeza descansando sobre las rodillas de José de Arimatea. Las piernas de Cristo aparecen cruzadas recordando la posición que tuvieron mientras estuvo crucificado. Al aparecer desnudo se observa la herida en el costado derecho. El estudio anatómico es perfecto.

José de Arimatea aparece sentado, sobre sus rodillas descansa la cabeza de Cristo muerto, sujeta el sudario y observa a la Virgen María.

María Salomé dirige su mirada al cuerpo de Cristo inerme y con la mano izquierda levanta su túnica.

La Virgen María aparece con una rodilla apoyada en el suelo y otra flexionada cubierta con el sudario de Cristo, dirige la mirada a su hijo y abre los brazos y manos en señal de dolor, la túnica le cubre el cabello.

San Juan aparece detrás de la Virgen María, amparándola.

María Magdalena dirige la mirada a los pies de Cristo muerto, mientras sujeta el sudario con la mano derecha y con la izquierda el tarro del perfume.

Nicodemo cierra la escena por la derecha; aparece arrodillado, con la mano derecha sujeta la túnica que le cubre la cabeza y con la izquierda sujeta el jarrón del agua que utilizará para limpiar el cuerpo de Cristo; mientras observa el grupo.

Los colores predominantes son azul, dorado, encarnado y rojo.

Juan de Juni realizó un acabado perfecto donde se aprecian las texturas de los objetos y tejidos, que se aprecian lujosos y ofrecen pliegues angulosos, las figuras rotundas de todos los personajes, la perfecta anatomía de Cristo muerto, las expresiones dramáticas de los personajes, con ojos enrojecidos y boca entreabierta, pensadas para conmover al espectador, los juegos de luces y sombras y el policromado, desde las encarnaciones a los estofados y esgrafiados. Por ello, el retablo del Santo del Santo Entierro de la catedral de Santa María de Segovia, de Juan de Juni, es una de los conjuntos escultóricos más sobresalientes del manierismo español.

sábado, 15 de abril de 2023

Museo Nacional Picasso-París

Pablo Picasso falleció en 1973 habiendo realizado una donación de parte de sus obras a la República Francesa. En 1974 Michel Guy, secretario de Estado de Cultura, y la familia Picasso decidieron instalar la colección en el Hotel Salé de París, un edificio  del siglo XVII, de estilo nazarino, construido por Pierre Aubert de Fontenay, adquirido por la ciudad de París en 1962 y elevado a Monumento Histórico en 1968. En 1976 se eligió al arquitecto Roland Simouet para reformar el Hotel Salé, que abrió al público como Museo Nacional Picasso-París en 1985, siendo reformado en 2006 y 2009.

El Retrato de Dora Maar (1937) es una de las obras de Pablo Picasso más valoradas del Museo Nacional Picasso-París.

  

Los fondos del Museo Nacional Picasso-París se componen de más de 5.000 obras y más de 200.000 piezas de archivo. Son fondos donados por Pablo Picasso a su muerte y por Jacqueline Picasso en 1990. Son obras, desde cuadros a grabados, de Picasso y de otros artistas, desde Corot a Miró, pasando por Cezanne, Matisse, Renoir y otros. Entre las pinturas de Picasso hay que mencionar Autorretrato (1901), Retrato de Olga en un sillón (1918), Paul en arlequín (1924) y Retrato de Dora Maar (1937) y entre sus esculturas La cabra (1950).


La cabra (1950) es la escultura de Pablo Picasso más conocida. Se conserva en el Museo Nacional Picasso-París.

  

También son muy valoradas las colecciones de dibujos, grabados, escritos, fotografías y la biblioteca, que contiene un rico archivo documental sobre Picasso.