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jueves, 29 de noviembre de 2018

Museo Diocesano de Jaca

En 1970 se abrió el Museo Diocesano de Jaca con piezas procedentes de iglesias y ermitas de su diócesis, en 2003 fue cerrado para su reforma y en 2010 reabrió sus puertas. Las piezas que se exhiben abarcan desde el románico al Barroco; son esculturas, pintura mural y sobre tabla, objetos litúrgicos, rejería y piezas procedentes de excavaciones arqueológicas.

Los frescos románicos de la iglesia de los Santos Julián y Basilisa de Bagüés, del siglo XI, son los de mayores dimensiones de España. En la imagen la escena Resurrección de Lázaro.


El Museo Diocesano de Jaca organiza sus fondos en los siguientes ámbitos:
  • Claustro. De los capitales románicos expuestos destaca El rey David y los músicos por mostrar varios instrumentos musicales del siglo XII.
  • Sala de la Torreta. Se muestran documentos tan importantes como las Actas del Concilio de Jaca, el pergamino Concesión de privilegios a las iglesias de Jaca por el rey Ramiro I, ambos del siglo XII, y el pergamino Instrucción de la Cofradía de la Minerva en la catedral de San Pedro de Jaca, del siglo XVI.
  • Sala Refectorio. Se reúnen pinturas murales desde el siglo XI al XVI. Las más importantes son Las pinturas de la iglesia de San Juan Bautista de Ruesta, del siglo XII, compuestas por un Maiestas Domini, un Tetramorfos y un grupo de serafines como guardianes del Trono y Las pinturas de Osia, del siglo XIII, que recogen la vida y martirio de santa Lucía. Otros conjuntos pictóricos que hay que mencionar son los de Navasa, del siglo XII, Cerésola, Sorripes y Urriés, los tres del siglo XIV, Ipas, del siglo XV, y Sieso, del siglo XVI.
  • Sala Bagüés. Se accede a esta sala a través de la reja románica de la iglesia de Santa María de Iguácel, de los siglos XII y XIII. En la sala se exhiben los frescos de la iglesia de los santos Julián y Basilisa de Bagüés, de finales del siglo XI, que muestran los episodios más importantes de la Biblia, desde el génesis hasta la Ascensión de Jesús resucitado.
  • Sala Capillas claustrales. Se exhiben tallas románicas, llaman la atención Virgen de Santa María de Iguácel y Cristo de San Miguel de Ardisa, ambas del siglo XII. También son interesantes las lipsanotecas de la iglesia de los santos Julián y Basilisa de Bagüés, de finales del siglo XI.
  • Sala Capitular. En esta sala hay que contemplar los elementos arquitectónicos que la componen, en particular los capiteles de su fachada.
  • Sala Biblioteca. Entre las obras expuestas destacan El frontal de Santa María de Iguácel, de 1300, en estilo gótico, y el lienzo Judith camino de Betulia de Luis Paret y Alcázar, del estilo barroco.
  • Sala Secretum. Se exhiben varias piezas de orfebrería y pinturas renacentistas.

Entre las esculturas más apreciadas del Museo Diocesano de Jaca está la Virgen de la iglesia de Santa María de Iguácel, del siglo XII.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Sepulcro del cardenal Cisneros, de Domenico Fancelli y Bartolomé Ordóñez


Domenico Fancelli (Settignano, 1469-Zaragoza, 1519) se formó como escultor en Florencia y Roma, pero sus mejores obras las llevó a cabo en España, caso del sepulcro del príncipe don Juan (1510), el sepulcro de los Reyes Católicos (1517) y el sepulcro del cardenal Cisneros, que inició en 1518.

Bartolomé Ordóñez (Burgos, 1490-Carrara, 1520) se formó como escultor en Florencia y Nápoles, donde trabajó con Diego de Siloé. A su regreso a España realizó obras tan destacadas como el coro y el trascoro de la catedral de Santa Eulalia de Barcelona. Al morir Fancelli se hizo cargo del sepulcro del cardenal Cisneros (1519).

Domenico Fancelli y Bartolomé Ordóñez: Sepulcro del cardenal Cisneros, 1524.
Estilo: Renacimiento.
Técnica: Mármol labrado.
Temática: Funeraria.
Dimensiones: 247 x 313 x 190 cm.
Iglesia de San Ildefonso, Alcalá de Henares, España.

  
El sepulcro del cardenal Cisneros se hizo por encargo de sus albaceas fray Francisco Ruiz, obispo de Ávila, Francisco de Mendoza, gobernador del Arzobispado de Toledo, y Miguel Carrasco, rector de la Universidad de Alcalá de Henares. En 1518 se hizo cargo Domenico Fancelli, a su muerte en 1519, continuó la tarea Bartolomé Ordóñez y tras su fallecimiento en 1520 la terminaron sus colaboradores Juan Florentino, Simón de Bellana Pietro de Carona, Giovanni de Rossi, Giangiacomo de Brescia y Girolamo di Santacroce.

El sepulcro es de tipo exento. El túmulo se dispone sobre un basamento de pequeñas dimensiones decorado con motivos vegetales y zoomórficos. Los lados mayores del sepulcro están compartimentados en cinco nichos separados por columnas clásicas sobre pedestales; en el central del lado de la epístola aparecen la imagen de san Eugenio, primer obispo de Toledo, flanqueado por las figuras alegóricas del Quadrivium –Aritmética, Música, Astronomía y Geometría– y en el lado del evangelio san Leandro, escoltado por las del Trivium –Gramática, Dialéctica y Retórica–, que aluden a las enseñanzas que se impartían en la Universidad de Alcalá de Henares, de la que fue rector el cardenal Cisneros. Los frentes menores del sepulcro están divididos en tres nichos por columnas idénticas a las anteriores; en el centro del lado de la cabecera aparece san Ildefonso entre san Juan de la Penitencia y Santiago el Mayor y en el lado de los pies san Isidoro de Sevilla entre san Francisco de Asís y santo Domingo de Guzmán. En cada uno de los cuatro ángulos del sepulcro aparece un grifo, animal fantástico con cuerpo de águila y garras de león. Sobre la cama sepulcral se encuentra la figura yacente del cardenal Cisneros, que viste pontificial, con báculo entre las manos; en las esquinas los doctores de la Iglesia latina en posición sedente, son san Jerónimo, san Ambrosio, san Agustín y san Gregorio. Sirven de adorno guirnaldas de flores y frutos sostenidas por parejas de ángeles, escenas de Adán y Eva en el Paraíso, el escudo del cardenal Cisneros y un epitafio portado por putti o niños desnudos; la inscripción dice: “Condideram Musis Franciscus grande lyceum, Condor in exiguo nunc, ego, sarcophago. Praetextam junxi, sacco, galeamque galero Frater, Dux, Praesul, Cardineus, que Pater. Quin virtute mea junctum est fiadema cucullo Dum mihi regnanti pariut Hesperia. Obit Roae VI id novem M.D.XVII”, es decir, “Yo, Francisco, que hice edificar las Musas, un Colegio Mayor. Yazco ahora en este exiguo sarcófago. Uní la púrpura al sayal, el casco al sombrero. Fraile, Caudillo, Ministro, Cardenal. Junté sin merecerlo la corona a la cogulla cuando España me obedeció como a Rey. Murió en Roa, el sexto (día) de los idus de noviembre de 1517”.

Fancelli y Ordóñez con el sepulcro del cardenal Cisneros introdujeron en España el prototipo de sepulcro que se venía realizando en Italia; además, influyó en la escultura funeraria española del siglo XVI, como se hace evidente en el sepulcro del cardenal Tavera (1554), obra de Alonso de Berruguete.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Frescos de la iglesia de Santa María de Tahull, del maestro de Tahull

Los frescos de la iglesia de Santa María de Tahull son de 1123, año en el que se consagró el templo que los recibe, y son obra del conocido como maestro de Tahull, con seguridad un artista italiano que se asentó en Cataluña a principios del siglo XII.

Se distinguen cinco registros: en el arco absidial el Agnus Dei y en el ábside la Maiestas Mariae, el apostolado, clípeos que encierran animales reales y fantásticos y un cortinaje figurado.

Maestro de Tahull: Frescos de la iglesia de Santa María de Tahull, 1123.
Estilo: Románico.
Técnica: Fresco sobre muro con retoques al temple.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 600 x 280 x 140 cm.
Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España.


El arco absidial está presidido por el Agnus Dei o Cordero de Dios con nimbo crucífero y sujetando la cruz con sus patas delanteras. Aparece encerrado en un clípeo formado por dos círculos concéntricos rodeado por dos luminarias. Se distingue la Dextera Domini o mano de Dios, que acepta la ofrenda de un cordero blanco por parte de Abel, representado con túnica corta y capa con orla gemada. Al otro lado habría estado Caín, en la parte baja los apóstoles, clípeos con animales y una cortina figurada.

En la parte alta del ábside aparece la Maiestas Mariae o María en majestad y la Epifanía. A María se la representa sentada en un trono, decorado con gemas, dentro de la mandorla mística; viste túnica, casulla sacerdotal y velo corto que cae sobre los hombros, todo en azul, símbolo de la eternidad, la nobleza y reina de los cielos, decorado con estrellas amarillas, símbolo de la gloria; además, porta un nimbo, símbolo de santidad. En su regazo el Niño Jesús, con túnica roja, símbolo de la pasión, y nimbo crucífero, que simboliza que murió crucificado, en la mano izquierda porta el pergamino de la Ley y con la derecha bendice. María y el Niño están rodeados por los Reyes Magos, que se identifican por los nombres que aparecen escritos en letra mayúscula, a la derecha GASPAS, Gaspar, símbolo de la juventud, y BALDASAR, Baltasar, símbolo de la madurez, y a la izquierda MELHIOR, Melchor, símbolo de la vejez; Melchor y Baltasar visten túnica azul y Gaspar roja, los tres llevan corona y portan, con las manos veladas en señal de respeto, los regalos al Niño Jesús. Sobre las cabezas de los Reyes Magos aparecen dos estrellas.

La Maiestas Mariae, acompañada de la Epifanía, es el tema central de los frescos de la iglesia de Santa María de Tahull.


Una greca zigzaguante separa la Maiestas Mariae del apostolado.

El apostolado se distribuye a ambos lados de un vano abierto en el muro absidial. A la izquierda se reconocen a san Andrés, con la cruz, símbolo del martirio, y a san Pedro, con las llaves del cielo, y a la derecha san Pablo, que se identifica por la calvicie, y san Juan, que porta el Evagelio, todos llevan nimbo, símbolo de santidad, y visten mantos azules o rojos con estrellas doradas. Cada apóstol se encuentra bajo un arco sobre columnas.

Del apostolado sólo se conservan y se distinguen las figuras de san Andrés, san Pedro, san Pablo y san Juan.


El siguiente registro está ocupado por clípeos que encierran animales reales y fantásticos, un águila, un ave pasante, un felino y una quimera con cuerpo de felino y cola de pez.

El registro inferior está decorado con un cortinaje figurado formado por semicírculos que incluyen palmitas.

Las características formales están influidas por el arte bizantino:
  • La composición es simétrica y se adapta al marco arquitectónico. El eje compositivo es el Agnus Dei, la Maiestas Mariae y el vano que separa el apostolado en dos grupos.
  • El dibujo es nítido y sirve para delimitar los colores.
  • El color es plano, sin tonalidades. Los colores utilizados encierran un fuerte simbolismo en la cultura cristiana: el azul simboliza la eternidad y la nobleza, el blanco la pureza, el amarillo la gloria, y el rojo la pasión.
  • La pintura carece de luz.
  • No existe perspectiva, los fondos son planos y el espacio no es real. Rige la ley de jerarquía, que permite saber la importancia de cada personaje en función del tamaño y la posición que ocupa dentro del conjunto.
  • Las figuras carecen de movimiento y expresividad, son hieráticas.

Los frescos de la iglesia de Santa María de Tahull son los más representativos de la pintura románica catalana junto con los de la iglesia de San Clemente de Tahull.

En la iglesia de Santa María de Tahull se conserva una copia de los frescos en su lugar original, de donde fueron arrancados. Los frescos se pasaron a lienzo en 1923 para su conservación en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Parque Güell, de Gaudí

Antonio Guadí (Reus, 1852-Barcelona, 1926) está entre los arquitectos más destacados del modernismo y de todos los tiempos por su capacidad creativa y originalidad. Revolucionó la arquitectura inspirándose en la naturaleza para crear nuevos elementos constructivos como puso de manifiesto en el parque Güell de Barcelona, construido entre 1900 y 1914, dentro de su etapa naturalista (1898-1914).


La salamandra de la escalinata de acceso a la plaza central es el icono con el que se relaciona el parque Güell de Barcelona.


Eusebio Güell compró y unió las fincas Can Muntaner de Dalt y Can Coll i Pujol en 1899, a continuación le encargó a Gaudí su urbanización, que no se llevó a efecto, sólo se realizó el parque Güell.

Colaboraron con Gaudí los arquitectos Jose María Jujol, Francisco Berenguer, Juan Rubio, Julio Batllevell y Llorenç Matamala. Las obras las ejecutó el contratista Josep Pardo i Casanovas.

La construcción del parque Güell se llevó a término en varias etapas:
  • Entre 1900 y 1903 se construyó la cerca que rodea el parque, los pabellones de entrada, el refugio para carruajes, la escalinata de acceso, los caminos y viaductos y el sistema de alcantarillado.
  • Entre 1904 y 1906 se erigió la casa de muestra, actual Casa-Museo Gaudí.
  • En 1905 se edificó la Casa Trías.
  • Entre 1908 y 1909 se construyó la Sala Hipóstila.
  • Entre 1907 y 1914 se levantó el teatro griego con el banco ondulado.

Gaudí dotó al parque Güell de un sentido religioso. Aprovechó el desnivel del terreno, una colina de 60 m., para proyectar un camino que lleva desde la entrada al parque, que simboliza la entrada al paraíso, hasta la cima, donde se encuentra el monumento del Calvario o colina de las Tres Cruces.

La entrada al parque es una puerta de hierro forjado, que representa hojas de palmito. A los lados se sitúan dos pabellones, uno destinado a portería y otro a administración y mantenimiento de las instalaciones. Junto a los pabellones arranca la muralla de cierre del recinto; está construida en piedra rústica del lugar y cerámica. A la entrada hay un vestíbulo para organizar los accesos al parque, a su izquierda hay un área de almacén y garaje y a la derecha un refugio de carruajes con una sala circular con una columna central de forma cónica.

El forjado de la puerta de entrada al parque Güell asemeja hojas de palmito.


Los pabellones de entrada destacan por las bóvedas paraboloides hiperbólicas cubiertas con cerámica. El pabellón de administración tiene dos plantas, terraza y una torre coronada por la cruz gaudiana o cruz de cuatro brazos. El pabellón de portería tiene tres plantas y está rematado por una cúpula en forma de seta. Los materiales empleados en la edificación de los pabellones fueron la piedra rústica del lugar y el trencadís.

La escalinata que lleva del vestíbulo hasta la plaza central está dispuesta de manera simétrica alrededor de la escultura de una salamandra, que se ha convertido en el emblema del parque. La escalinata está ubicada entre muros almenados, y tiene tres tramos de once escalones y uno de doce. En el centro su ubican tres fuentes con conjuntos escultóricos; en la primera, un círculo, símbolo del mundo, y un compás, símbolo del arquitecto; en la segunda, el escudo de Cataluña y una serpiente, que alude a la medicina; y en la tercera, la salamandra, que representa a la ciudad francesa de Nimes, donde creció Eusebi Güell. Una construcción en forma de trípode alude a la pitonisa de Delfos. En el último tramo de la escalinata se sitúa un banco en forma de odeón, le da el sol durante en invierno y la sombra en verano.

La Sala Hipóstila o Sala de las Cien Columnas se sitúa sobre la escalinata. Se cuentan 86 columnas estriadas, de 6 m. de alto y 1,20 de diámetro, hechas con mortero y escombro y recubiertas de trencadís hasta una altura de 1,80 m., simulan mármol. Las columnas exteriores están inclinadas para lograr un mejor equilibrio estructural. Son de orden dórico, pero con ábaco octogonal. La cubierta está compuesta por bóvedas semiesféricas revestidas de trencadís blanco, entre cuyos espacios se sitúan 4 plafones circulares o rosetas que representan las estaciones del año, están decorados con soles de 24 y 14 puntas que representan el ciclo lunar.

El techo de la Sala Hipóstila está cubierto con bóvedas semiesféricas revestidas de trencadís decoradas con soles.


La plaza central tiene forma oval. Su borde sirve de banco y ondula a lo largo de 110 m.; aparece recubierto de trencadís; los colores predominantes son el amarillo, azul, blanco y verde; los motivos decorativos son abstractos y figurativos, como signos del zodiaco, estrellas, flores y peces, entre otros.

Un banco corrido ondulante bordea la plaza central del parque Güell de Barcelona. Está forrado de trencadís.


Los viaductos permiten caminar por el parque, anchos para el paso de carruajes, y porticados para los peatones. Tienen soluciones estructurales diferenciadas, inspiradas en distintos estilos arquitectónicos: el inferior o viaducto del Museo en estilo gótico, el intermedio o viaducto del Algarrobo en estilo barroco y el superior o viaducto de las Jardineras en estilo románico. El camino principal o del Rosario parte de la plaza central y atraviesa el parque en sentido transversal.

Vista de uno de los viaductos del parque Güell de Barcelona. Se utilizó piedra rústica del lugar para su construcción.


En lo más alto del parque se encuentra el Calvario, concebido como monumento megalítico. Tiene planta circular y dos rampas de escaleras. En la cima se sitúan las tres cruces, una en forma de flecha que apunta al cielo.

El monumento del Calvario corona el parque Güell de Barcelona.


La Casa-Museo Gaudí fue diseñada por Francisco Berenguer como casa de muestra de la urbanización. El espacio está distribuido en sótano y tres plantas.

La única casa que se construyó del proyecto urbanístico original fue la Casa Trías, diseñada por el arquitecto Julio Betllavell.

la muerte de Eusebio Güell en 1918 sus herederos vendieron el parque Güell al Ayuntamiento de Barcelona, que lo abrió al público en 1926, en 1969 fue declarado Monumento Nacional Histórico-Artístico y en 1984 Patrimonio de Humanidad por la UNESCO dentro de la categoría “Obras de Antoni Gaudí”.

El parque Güell debe su importancia a ser la realización urbanística más importante de Gaudí en la ciudad de Barcelona.