La salamandra de la escalinata de acceso a la plaza
central es el icono con el que se relaciona el parque Güell de Barcelona.
Eusebio Güell compró y unió las fincas
Can Muntaner de Dalt y Can Coll i Pujol en 1899, a continuación le encargó a
Gaudí su urbanización, que no se llevó a efecto, sólo se realizó el parque
Güell.
Colaboraron con Gaudí los arquitectos
Jose María Jujol, Francisco Berenguer, Juan Rubio, Julio Batllevell y Llorenç
Matamala. Las obras las ejecutó el contratista Josep Pardo i Casanovas.
La construcción del parque Güell se
llevó a término en varias etapas:
- Entre 1900 y
1903 se construyó la cerca que rodea el parque, los pabellones de entrada, el
refugio para carruajes, la escalinata de acceso, los caminos y viaductos y el
sistema de alcantarillado.
- Entre 1904 y
1906 se erigió la casa de muestra, actual Casa-Museo Gaudí.
- En 1905 se
edificó la Casa Trías.
- Entre 1908 y
1909 se construyó la Sala Hipóstila.
- Entre 1907 y
1914 se levantó el teatro griego con el banco ondulado.
Gaudí dotó al parque Güell de un sentido
religioso. Aprovechó el desnivel del terreno, una colina de 60 m., para
proyectar un camino que lleva desde la entrada al parque, que simboliza la
entrada al paraíso, hasta la cima, donde se encuentra el monumento del Calvario
o colina de las Tres Cruces.
La entrada al parque es una puerta de
hierro forjado, que representa hojas de palmito. A los lados se sitúan dos
pabellones, uno destinado a portería y otro a administración y mantenimiento de
las instalaciones. Junto a los pabellones arranca la muralla de cierre del
recinto; está construida en piedra rústica del lugar y cerámica. A la entrada
hay un vestíbulo para organizar los accesos al parque, a su izquierda hay un
área de almacén y garaje y a la derecha un refugio de carruajes con una sala
circular con una columna central de forma cónica.
El forjado de la
puerta de entrada al parque Güell asemeja hojas de palmito.
Los pabellones de entrada destacan por las
bóvedas paraboloides hiperbólicas cubiertas con cerámica. El pabellón de
administración tiene dos plantas, terraza y una torre coronada por la cruz
gaudiana o cruz de cuatro brazos. El pabellón de portería tiene tres plantas y
está rematado por una cúpula en forma de seta. Los materiales empleados en la
edificación de los pabellones fueron la piedra rústica del lugar y el trencadís.
La escalinata que lleva del vestíbulo
hasta la plaza central está dispuesta de manera simétrica alrededor de la
escultura de una salamandra, que se ha convertido en el emblema del parque. La
escalinata está ubicada entre muros almenados, y tiene tres tramos de once
escalones y uno de doce. En el centro su ubican tres fuentes con conjuntos escultóricos;
en la primera, un círculo, símbolo del mundo, y un compás, símbolo del
arquitecto; en la segunda, el escudo de Cataluña y una serpiente, que alude a
la medicina; y en la tercera, la salamandra, que representa a la ciudad
francesa de Nimes, donde creció Eusebi Güell. Una construcción en forma de trípode
alude a la pitonisa de Delfos. En el último tramo de la escalinata se sitúa un
banco en forma de odeón, le da el sol durante en invierno y la sombra en
verano.
La Sala Hipóstila o Sala de las Cien
Columnas se sitúa sobre la escalinata. Se cuentan 86 columnas estriadas, de 6 m.
de alto y 1,20 de diámetro, hechas con mortero y escombro y recubiertas de trencadís hasta una altura de 1,80 m.,
simulan mármol. Las columnas exteriores están inclinadas para lograr un mejor
equilibrio estructural. Son de orden dórico, pero con ábaco octogonal. La
cubierta está compuesta por bóvedas semiesféricas revestidas de trencadís blanco, entre cuyos espacios
se sitúan 4 plafones circulares o rosetas que representan las estaciones del
año, están decorados con soles de 24 y 14 puntas que representan el ciclo
lunar.
El techo de la
Sala Hipóstila está cubierto con bóvedas semiesféricas revestidas de trencadís decoradas con soles.
La plaza central tiene forma oval. Su
borde sirve de banco y ondula a lo largo de 110 m.; aparece recubierto de trencadís; los colores predominantes son
el amarillo, azul, blanco y verde; los motivos decorativos son abstractos y
figurativos, como signos del zodiaco, estrellas, flores y peces, entre otros.
Un banco corrido
ondulante bordea la plaza central del parque Güell de Barcelona. Está forrado
de trencadís.
Los viaductos permiten caminar por el
parque, anchos para el paso de carruajes, y porticados para los peatones.
Tienen soluciones estructurales diferenciadas, inspiradas en distintos estilos arquitectónicos:
el inferior o viaducto del Museo en estilo gótico, el intermedio o viaducto del
Algarrobo en estilo barroco y el superior o viaducto de las Jardineras en
estilo románico. El camino principal o del Rosario parte de la plaza central y
atraviesa el parque en sentido transversal.
Vista de uno de
los viaductos del parque Güell de Barcelona. Se utilizó piedra rústica del
lugar para su construcción.
En lo más alto del parque se encuentra
el Calvario, concebido como monumento megalítico. Tiene planta circular y dos
rampas de escaleras. En la cima se sitúan las tres cruces, una en forma de
flecha que apunta al cielo.
El monumento del
Calvario corona el parque Güell de Barcelona.
La Casa-Museo Gaudí fue diseñada por
Francisco Berenguer como casa de muestra de la urbanización. El espacio está
distribuido en sótano y tres plantas.
La única casa que se construyó del
proyecto urbanístico original fue la Casa Trías, diseñada por el arquitecto
Julio Betllavell.
A la muerte de Eusebio Güell en 1918 sus
herederos vendieron el parque Güell al Ayuntamiento de Barcelona, que lo abrió
al público en 1926, en 1969 fue declarado Monumento Nacional Histórico-Artístico
y en 1984 Patrimonio de Humanidad por la UNESCO dentro de la categoría “Obras
de Antoni Gaudí”.
El parque Güell debe su importancia a
ser la realización urbanística más importante de Gaudí en la ciudad de
Barcelona.