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sábado, 24 de septiembre de 2016

Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela, del maestro Mateo

El maestro Mateo fue arquitecto y escultor. Debe su fama universal a haber finalizado la construcción de la catedral de Santiago de Compostela. A él se debe el pórtico de la Gloria (1188).

El pórtico de la Gloria lo encargó el rey Fernando II de León en 1168.

Forma parte del nártex de la catedral de Santiago de Compostela, que por tener una anchura de 5 metros impide su visión frontal completa. Se estructura en tres arcos, uno por cada nave de la catedral, siendo el central doble que los laterales. Se cuentan más de 200 esculturas, que tapizan todos los elementos arquitectónicos en una clara manifestación del horror vacui tan característico del Románico. El tema representado es el de la Jerusalén celestial.

Maestro Mateo: Pórtico de la Gloria, 1188.
Estilo: Románico.
Técnica: Granito y mármol policromados.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 18 x 11 m.
Catedral de Santiago de Compostela, España.


El epicentro del programa iconográfico es la escultura del apóstol Santiago, patrón de la catedral. Ocupa el parteluz, que hace las veces de eje de simetría. Aparece representado con nimbo de piedras engarzadas, báculo en la mano izquierda y en la derecha con pergamino extendido en el que se lee “Misit me Dominus”, es decir, “Me envió el Señor”. En el capitel de la columna sobre la cabeza del apóstol se representan las tentaciones de Cristo y en el que hay bajo sus pies la Santísima Trinidad. Bajo el apóstol representa el árbol de Jesé, que descansa sobre la imagen de Noé y dos leones. Al pie de la columna aparece la figura del maestro Mateo arrodillado.

La escultura del apóstol Santiago ocupa el parteluz del pórtico de la Gloria.


De las tres puertas de acceso sólo la central presenta tímpano. Está ocupado por el Apocalipsis. El Pantocrator en Majestad ocupa el centro; en las palmas de las manos y en los pies se ven las llagas de la Crucifixión. Sobre cada hombro del Pantocrator aparece un ángel que echa incienso; y a su alrededor el Tetramorfos: a la izquierda abajo san Lucas con el buey, a la izquierda arriba san Juan con el águila, a la derecha abajo san Marcos con el león y a la derecha arriba san Mateo sin el ángel, pero con un cofre en alusión a su anterior trabajo como recaudador de impuestos; los cuatro parecen estar escribiendo los Evangelios. Al lado de san Lucas y san Marcos cuatro ángeles portan los instrumentos de la Pasión de Cristo; sobre sus cabezas 38 figuras, en dos grupos de 19, representan las almas de los bienaventurados. En la arquivolta aparecen sedentes los 24 ancianos músicos del Apocalipsis en representación de las 24 clases sacerdotales del antiguo templo de Jerusalén.

La arquivolta del tímpano del arco central del pórtico de la Gloria está ocupada por los 24 ancianos músicos del Apocalipsis.


En los espacios que unen el arco central con los laterales hay sendos ángeles, el de la izquierda representa al pueblo judío y el de la derecha al de los gentiles.

Las jambas de la izquierda están ocupadas por los profetas del Antiguo Testamento: Moisés con las Tablas del la Ley, Isaías con el bastón, Daniel sonriendo y Jeremías con barba. Las jambas de la derecha lo están por los apóstoles san Pedro con las llaves del cielo y vestido de pontificial, san Pablo con un libro abierto y descalzo, Santiago el Menor con báculo y san Juan con un libro y sobre un águila.

El arco de la puerta izquierda está dedicado al Juicio Final. Cuenta con doble arquivolta dividida en dos mitades por dos cabezas: a la izquierda está representado el infierno mediante monstruos y a la derecha el cielo por niños. En la jamba de la izquierda aparecen las figuras de los apóstoles san Felipe y san Andrés y en la derecha san Bartolomé, santo Tomás, san Marcos, san Lucas y san Juan.

En la puerta derecha se representan escenas del Antiguo Testamento. En el centro de la primera arquivolta Dios bendice al peregrino y sostiene el libro de la Verdad Eterna, a la izquierda Adán, Abraham, Jacob, Noé y Esaú y a la derecha Eva, Moisés, Aarón, el rey David y Salomón; Adán y Eva aparecen desnudos sin corona porque ya pecaron y perdieron la inocencia. En la segunda arquivolta se representan diez tribus de Israel, todas menos las de Benjamín y Judá. En la jamba izquierda aparecen Amós, Abdías, santo Job, Judith y la reina Esther y en la derecha los profetas Oseas y Joel.

En las jambas del pórtico de la Gloria se reconocen las imágenes de
san Pedro, san Pablo, Santiago el Menor y san Juan.


En los basamentos de los cuatro pilares del pórtico se representan seis águilas, un oso, cuatro leones, dos animales sin determinar y tres cabezas humanas con barba.

Un programa iconográfico tan complejo pone de manifiesto los amplios conocimientos en Teología del maestro Mateo.

Las figuras están talladas en granito o mármol.

La policromía se ha perdido en su casi totalidad; quedan restos de azul, blanco, negro, rojo y oro.

El pórtico de la Gloria es románico en cuanto a su composición, pero gótico en el tratamiento dado a las figuras por cuanto la representación de las mismas y su expresividad son distintas en todas ellas. 

sábado, 17 de septiembre de 2016

Fachada del Obradoiro, de Casas y Novoa

Fernando Casas y Novoa (Santiago de Compostela, 1670-1750). Se formó como arquitecto con fray Gabriel de Casas en la catedral de Lugo. En 1711 fue nombrado maestro de obras de la catedral de Santiago de Compostela. Se convirtió en uno de los arquitectos del barroco más destacados gracias a la capilla de Nuestra Señora de los Ojos Grandes de la catedral de Santa María de Lugo (1726), la portada principal del monasterio de San Martín Pinario (1743) y a la fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago de Compostela (1749).

La fachada del Obradoiro debía de cumplir cuatro funciones:
  • Proteger el Pórtico de la Gloria de las inclemencias meteorológicas que lo estaban deteriorando.
  • Permitir la iluminación del nártex catedralicio.
  • Integrar la catedral en la estructura urbana de la plaza.
  • Recibir la escalinata que estaba por terminar.

Para su construcción se eligió el granito, muy abundante en Galicia, y el vidrio.

La fachada del Obradoiro es simétrica y está compuesta de tres cuerpos: el central y dos torres que lo flanquean.

La fachada del Obradoiro se ha convertido en icono del barroco español.
Su construcción se inició en 1738 y se concluyó en 1749.


El cuerpo central presenta una estructura piramidal; columnas gigantes de orden corintio y fuste estriado lo dividen en tres calles y una cornisa en dos niveles. En el nivel inferior se cuentan tres puertas de acceso. La central, adintelada bajo arco de medio punto, que hace las veces de arco de triunfo, y dividida en dos por un mainel, que actúa de eje de simetría de toda la fachada. La decoración sobre la clave del arco y en las enjutas es de carácter heráldico. Las puertas laterales son de pequeño tamaño; sobre ellas aparecen ventanales alargados en arco de medio punto. En el nivel superior, las calles laterales están ocupadas por ventanales en arco de medio punto, igual que la central, que acoge dos ventanales, separados por una cornisa, el inferior en arco de medio punto y el superior en arco escarzano. Culmina el cuerpo central de la fachada una espadaña cubierta de esculturas: en lo más alto, bajo hornacina perforada en arco de medio punto coronada con frontón curvo partido, una escultura del apóstol Santiago como peregrino; a sus lados dos parejas de ángeles con la cruz de la Orden de Santiago; por debajo, cobijadas en sendas hornacinas de medio punto, sus discípulos Atanasio y Teodoro, como peregrinos; ambos flanquean una urna, representación del sepulcro del apóstol Santiago, y una estrella, representación de las luminarias que vio el ermitaño Pelayo; urna y estrella aparecen rodeadas por ángeles y nubes.

Las torres son idénticas en su estructura. A medida que ganan altura se van estrechando y aligerando; la parte superior aparece perforada. Están rematadas por chapiteles. Los cuerpos de las torres están recorridos por pilastras de fuste estriado y vienen marcados por cornisas y balaustradas. En la torre norte o de las Campanas aparece la imagen de Salomé y en la sur o de la Carraca la de Zedebeo, padres del apóstol Santiago. Además, en el bloque de refuerzo de la torre de las Campanas se reconocen las esculturas de Santiago el Menor y santa Bárbara y en el de la torre de la Carraca las de santa Susana y san Juan.

La fachada del Obradoiro muestra algunas de las características que son propias de la arquitectura barroca:
  • Verticalidad, reforzada por el progresivo estrechamiento de los tres cuerpos que la componen.
  • Ornamentación, con predominio de la línea curva.
  • Luz y movimiento, con elementos estructurales y decorativos dispuestos en distintos planos de profundidad.

La fachada del Obradorio fue criticada por los contemporáneos; no eran partidarios de “esconder” un templo románico tras un “retablo” barroco. Sin embargo, el paso del tiempo ha convertido la fachada del Obradoiro en icono de la arquitectura barroca española.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Museo Diocesano y Catedralicio de Lugo

El Museo Diocesano y Catedralicio de Lugo lo fundó en 1918 el sacerdote don Alfredo Lorenzo López con la ayuda de don Luis López Martín, presidente de la Adoración Nocturna lucense. La primera sede del museo fue el Seminario Mayor de Lugo, por lo cual durante muchos años no estuvo abierto al público. Desde 1995 tiene su sede en el claustro y triforio de la catedral de Santa María de Lugo.

El Crismón de Quiroga, de estilo paleocristiano, data del siglo V.
Es la escultura más célebre del Museo Diocesano y Catedralicio de Lugo.
  

Los fondos del Museo Diocesano y Catedralicio de Lugo se organizan en las secciones siguientes:
  • Escultura. Las esculturas en piedra más destacadas son el paleocristiano Crismón de Quiroga del siglo V, los sepulcros paleocristianos, lápidas sepulcrales visigodas, los escudos historiados (el más importante el del obispo Izquierdo del siglo XVIII), capiteles de distintas épocas y estilos y relieves (llama la atención el Misterio de la Anunciación del siglo XIII). Las esculturas en madera son muchas; destacan la imagen San Capitón, primer obispo de Lugo, del siglo XII, la talla Santiago de la parroquia de Santiago de Meilán, del siglo XVII, y las tablas de la sillería del coro del monasterio de Santa María de Meira del siglo XVII.
  • Orfebrería. Reúne un centenar de piezas de oro, plata y cobre. Son cálices, campanillas, candelabros, cruces, crucifijos, custodias, incensarios, relicarios, vinajeras y otros objetos litúrgicos. Destacan las cruces de plata de Santa María de Meira y las de San Martín de Caraño y el expositor eucarístico de Santa María de Meira, obra que hizo el platero salmantino Josef Antonio Fernández en 1787.
  • Cerámica. Son abundantes las piezas prerromanas, romanas y de la Real Fábrica de Sargadelos.
  • Numismática. Se cuentan 2.000 monedas, desde romanas del siglo I a. C. hasta el euro. Entre las medallas abundan las de temática religiosa.
  • Colección de armas. Está formada por alfanjes, carabinas, espadas, sables, revólveres y otras armas.
  • Pintura. No abundan las obras de pintores españoles célebres. Destacan de la primera mitad del siglo XVIII Nuestra Señora de la Peña de Francia, de Antonio Villamar, y de finales del XVIII San Pedro, de Joaquín Canedo, del primer tercio del siglo XIX  La Presentación de Jesús en el templo, de Zacarías González Velázquez, y del primer tercio del siglo XX La misa y los difuntos, de Jesús Rodríguez Corredoria.

La misa y los difuntos es obra del pintor lucense Jesús González Corredoira.