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sábado, 27 de febrero de 2016

Puerta de El Sarmental de la catedral de Santa María de Burgos

La puerta de El Sarmental de la catedral de Santa María de Burgos es el primer conjunto escultórico gótico en España. Se debe a maestros franceses desconocidos que la realizaron entre 1230 y 1240. La llegada de artistas galos a tierras castellanas se vio favorecida por las intensas relaciones entre Castilla y Francia. Fue así como penetró en España un gótico de inspiración francesa que, no obstante, se hispanizó al incorporar tipologías propias de Castilla.

Maestros franceses: Puerta de El Sarmental, 1240.
Estilo: Gótico.
Técnica: Talla en piedra.
Temática: Religiosa.
Catedral de Santa María, Burgos, España.


La temática de la puerta de El Sarmental de la catedral de Santa María de Burgos es apocalíptica.

El tímpano está dedicado a la Maiestas Domini o Cristo en Majestad, el Tetramorfos y los cuatro evangelistas. Cristo aparece en cátedra, con la mano derecha bendice y con la izquierda sujeta el libro de los Evangelios, que apoya en la rodilla. A izquierda y derecha de Cristo aparece el Tetramorfos asociado a los evangelistas: el león, junto a san Marcos; el águila, debajo de san Juan; el buey, junto a san Lucas; y el ángel, debajo de san Mateo. Los cuatro evangelistas aparecen sentados en pupitres escribiendo el Nuevo Testamento al dictado del Señor. San Juan y san Mateo aparecen en el registro superior sobre un saliente ondulado que simboliza la bóveda celeste.

El dintel está ocupado por el apostolado bajo arquillos trilobulados. Los apóstoles aparecen con nimbo y portando libros, y han sido hispanizados mediante el uso de facciones populares, peinado descuidado y ropas de lana gruesa.

El tímpano está delimitado por una moldura exterior con decoración vegetal y tres arquivoltas: la interior está ocupada por ángeles adorando a Cristo y las otras dos por los ancianos de El Apocalipsis tañendo instrumentos musicales. Todas las esculturas de las arquivoltas se asientan sobre peanas.

El tema del tímpano es el Maiestas Domini con el Tetramorfos y los evangelistas.

  
Las jambas se componen de un zócalo, una galería de arcos ciegos de medio punto sobre columnas corintias adosadas y una galería que acoge las esculturas de Moisés, san Pedro, san Pablo, Aarón y otras dos no identificadas.

En el parteluz aparecen un dosel que cobija el Agnus Dei o Cordero de Dios y una figura identificada con el obispo Mauricio, comitente de la catedral de Santa María de Burgos.

Las características formales de la puerta de El Sarmental de la catedral de Santa María de Burgos son góticas, pero arrastra aspectos romanizantes. Las características son las siguientes:
  • Existencia de un eje de simetría a partir del parteluz y del Cristo en Majestad.
  • Disposición convencional de las figuras.
  • Las esculturas son altorrelieves y bultos redondos adosados.
  • Las esculturas obedecen a la ley de adaptación al marco.
  • Las esculturas obedecen a la ley de jerarquía siendo la más importante la de mayor tamaño, es decir, Cristo en Majestad.
  • Hieratismo en la figura de Cristo, que recuerda el románico, y naturalismo en el resto, típico del gótico.
  • Proporcionalidad de los cuerpos.

La trascendencia histórica de la puerta de El Sarmental de la catedral de Santa María de Burgos radica en ser el primer conjunto escultórico de hechura gótica en España. Así fue como España dejó atrás el románico y se incorporó al gótico.

sábado, 20 de febrero de 2016

Santa Catalina, de Yáñez de la Almedina

Fernando Yáñez de la Almedina (Almedina, 1475-1537) fue un destacado pintor renacentista que introdujo en España las enseñanzas de Leonardo da Vinci después de regresar de Italia en 1506. Ese año se instaló en Valencia y realizó en colaboración con Fernando de los Llanos el retablo de los Santos Médicos para la iglesia catedral basílica metropolita de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia. Entre 1526 y 1531 trabajó en la catedral de Santa María y San Julián de Cuenca, destacando el retablo La adoración de los pastores. Su obra maestra es Santa Catalina (1510).

Santa Catalina de Alejandría fue muerta en martirio en 307. El emperador Majencio viajó a Alejandría y ordenó a sus súbditos hacer sacrificios a los dioses. Catalina entró en el templo, se santiguó, reprendió al emperador y le invitó a conocer al Dios verdadero. En el palacio del emperador tuvo lugar un debate con un grupo de filósofos, que se convirtieron al cristianismo. Majencio hizo ejecutar a los sabios y martirizar a Catalina con unas ruedas con clavos y sierras dentadas, pero Catalina tocó las ruedas y se rompieron, luego fue decapitada y su cuerpo transportado por ángeles al monte Sinaí. Santa Catalina es la patrona de los filósofos.

Fernando Yáñez de la Almedina: Santa Catalina, 1510.
Estilo: Renacimiento.
Técnica: Óleo sobre tabla.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 212 x 112 cm.
Museo Nacional del Prado, Madrid, España.


Yáñez de la Almedina representa a santa Catalina en primer término de pie de cuerpo entero, delante de una arquitectura, en la parte baja renacentista, asemejando mármol, y en la parte alta morisca, imitando piedra y ladrillo. Aparecen los símbolos martiriales que identifican a santa Catalina: a sus pies la rueda dentada y en su mano derecha la espada con la que fue decapitada; otros símbolos son la corona, que alude a su ascendencia real, el libro en referencia a su sabiduría y la palma que dice que murió siendo virgen. Santa Catalina está vestida con telas lujosas para simbolizar su origen aristocrático; las telas son pesadas, en color azul, oro y rojo, adornadas al modo morisco, con motivos epigráficos. La santa recoge con su mano derecha la túnica formando pliegues angulosos. Aparece adornada con nimbo, velo y un collar de perlas, oro y piedras preciosas. La disposición vertical de santa Catalina se compensa con el movimiento suave de los brazos, y la monumentalidad por la expresión leonardesca y  mirada delicada.

La trascendencia artística de Santa Catalina se debe a que le sirvió a Yáñez de la Almedina para introducir en España el estilo leonardesco, como se refleja en el rostro y la sonrisa de la santa.

El destino inicial de la tabla pudo ser el retablo de la iglesia de Santa Catalina de Valencia, que llevó a término junto con su colega Fernando de los Llanos. En el siglo XVIII el grabador Vicente Peleguer compró el cuadro a la familia Creixel, luego formó parte de la colección del marqués de Casa-Argudín. En 1923 estuvo expuesto en el Museo del Prado y en 1946 lo compró el Ministerio de Educación Nacional. 

viernes, 12 de febrero de 2016

Museo San Pío V

El Museo San Pío V de Valencia tiene su origen en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos puesta en marcha en 1768 una vez que el rey Carlos III aprobó sus estatutos. Sus fondos crecieron con la desamortización de Mendizábal de 1836 que provocó la incautación de obras a conventos suprimidos y su donación a los museos provinciales. En 1839 se eligió como sede del museo el convento del Carmen Calzado conociéndose el museo como Museo de Pinturas del Carmen. En 1913 el museo se desvinculó de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. En 1936 tras el estallido de la Guerra Civil española el Gobierno de la II República desmontó el museo, lo utilizó como almacén del Tesoro Artístico y parte de sus fondos los trasladó al Museo del Prado. En 1946 el museo reabrió sus puertas en su nueva sede del Colegio Seminario San Pío V.

El Retablo de san Martín, santa Úrsula y san Antonio, de Gonçal Peris Sarriá, es una de las obras representativas del gótico internacional que atesora el Museo San Pío V.


El Colegio Seminario San Pío V fue fundado por el arzobispo Juan Tomás de Rocaberti. Es un edificio barroco diseñado por Juan Bautista Pérez Castiel. Su construcción se inició en 1683 y concluyó en 1744 bajo la dirección de José Minués y Juan Pérez. En 1986 se inició su reforma a partir del proyecto de Manuel Portaceli y Álvaro Gómez-Ferrer.

Los fondos del Museo San Pío V proceden de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, de los conventos suprimidos tras la desamortización de Mendizábal, de artistas pensionados por la Diputación de Valencia, del Museo del Prado, del Ayuntamiento de Valencia y de particulares, los más importantes los cedidos por Martínez Blanch, Martínez Vallejo, Goerlich-Miquel y Orts-Bosch;,además de compras realizadas por el Estado y la Generalidad Valenciana.

Las piezas más valiosas de la colección permanente del Museo San Pío V son las pinturas góticas. Destacan los “primitivos valencianos” de los siglos XIV y XV y sus retablos al temple; del gótico internacional de la primera mitad del siglo XV las obras más reseñables son el Retablo de Santa Cruz de Miquel Alcanyís y el Retablo de san Martín, santa Úrsula y san Antonio de Gonçal Peris Sarriá; del gótico flamenco de la segunda mitad del siglo XV el Díptico de la Anunciación del Maestro de Bonastre y el Tránsito de la Virgen de Joan Reixac.

El Díptico de la Anunciación del Maestro de Bonastre es una de las mejores piezas del gótico flamenco que cuelgan de las paredes del Museo San Pío V.


El Renacimiento está representado por Yáñez de la Almedina, Vicente Macip y El Greco; el Barroco por Ribalta, Ribera, Velázquez, Murillo y Valdés Leal; también hay obras de Goya; y los siglos XIX y XX por Mir, Regoyos, los Madrazo, Rosales, Zuloaga, Rusiñol y Sorolla.

Además, hay colecciones de escultura desde la Edad Media al siglo XIX, de arqueología íbera y romana y de orfebrería, cerámica, muebles y vidriería.

Por último, la biblioteca del Museo San Pío V está especializada en fondos documentales y publicaciones relacionadas con los fondos que alberga el museo.

viernes, 5 de febrero de 2016

San Carlomagno, de Jaime Cascalls

Jaime Cascalls (¿?-Berga, 1378) es uno de los escultores más destacados de la Escuela gótica catalana. Colaboró con el maestro Aloy en las esculturas de los sepulcros del Real Monasterio de Santa María de Poblet, es autor del retablo de la iglesia de Cornellé de Conflect (1345), de la estatua conocida como San Carlomagno (1345), fue maestro mayor de la catedral de la Seo Vieja de Lérida (1361) e intervino en la portada de los Apóstoles de la catedral de Santa María de Tarragona (1375).

Jaime Cascalls: San Carlomagno, 1345.
Estilo: Gótico.
Técnica: Alabastro policromado.
Temática: Religiosa.
Dimensiones: 85 cm.
Museo Capitular de la catedral de Santa María de Gerona, España.


San Carlomagno es una escultura exenta. Representa a un varón en posición erguida, mirando al frente, cabello y barba largo y rizado, hombros rígidos y levantados, mano izquierda apoyada en un cinturón de oro y pedrería, brazo derecho amputado desde el codo, pierna derecha apenas flexionada y adelantada y la izquierda en posición recta. Está vestido con los atributos del Reino de Aragón: corona de florones trifolios, túnica cerrada al cuello bicolor blanca y azul parduzco; brial o sobrevesta blanco de bordes recortados con una fimbria o galón de oro y forrada de una tela roja, salpicado de blasones de Aragón; y cíngulo militar del que penden una espada y un puñal, que presentan en sus abrazaderas escudos de Aragón. Se apoya sobre tres monstruos a los que somete.

La estatua conserva abundantes restos de policromía, sobre todo en el rostro y en los pliegues de la túnica. Los colores dominantes son el azul, blanco, dorado, rojo y verde. La túnica está pintada al óleo y las fimbras y armas al temple.

Las características formales de la escultura son las siguientes: actitud mayestática, proporciones regulares, rigidez y hieratismo, apenas quebrado con el movimiento de los brazos y de la pierna izquierda y simetría en la barba.

Jaime Cascalls esculpió a Pedro IV el Ceremonioso y no a Carlomagno. La escultura carece de los atributos imperiales: corona y blasón imperiales; el blasón con águila negra sobre campo de oro. Pero consiguió lo que pretendía, que se asociase a Pedro IV el Ceremonioso con Carlomagno, que liberó Gerona del dominio musulmán en 785.